Redacción central / Cambio
Una ceremonia ancestral marcó el cuarto año del Estado Plurinacional. Mesas e inciensos, acompañados por el sonido de los pututus, anunciaban el permiso otorgado por la Madre Tierra (Pachamama) para iniciar la celebración y los actos protocolares.
RITUALIDAD ANCESTRAL
Un grupo de sabios del Consejo Plurinacional de Amautas y Guías Espirituales de Bolivia dirigió desde las 07.00 esta primera actividad en la plaza Murillo, centro del poder político del país.
“Nada podemos emprender sin el permiso de la Pachamama, por eso realizamos esta ceremonia de agradecimiento y de permiso a la vez”, expresó uno de los sabios del Consejo Plurinacional de Amautas, Francisco Balboa.
En el ritual participó el actual presidente de la Cámara de Senadores, Eugenio Rojas, además de miembros de la Cancillería.
A esta ceremonia se unieron centenares de personas que llegaron hasta el kilómetro cero de la sede de gobierno para acompañar y remozar con su presencia la efeméride del Estado Plurinacional.
Así, los alrededores de la histórica plaza pronto estuvo atestada de representantes de organizaciones sociales que con la tricolor boliviana y la wiphala en la mano se dispusieron a escuchar el informe de gestión del presidente Evo Morales, líder del proceso de cambio iniciado el 22 de enero de 2006.
La infraestructura estaba lista una noche antes. La guardia de honor del Palacio —a cargo del Regimiento Colorados de Bolivia— y la guardia indígena y obrera se encargaron de custodiar la plaza para que las autoridades del Estado y representantes de instituciones públicas y privadas realicen su ingreso a la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde se realizaría en pocos minutos la sesión de honor.
INSTALACIÓN DE LA SESIÓN DE HONOR
El primero en dirigirse desde el Órgano Ejecutivo hasta el Legislativo fue el presidente nato de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Álvaro García Linera, junto con su esposa, Claudia Fernández.
A las 09.30, García Linera instaló la sesión de honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Minutos después, una comisión protocolar conformada por seis senadores y diputados se dirigió al Palacio para invitar al Presidente del Estado a acompañarlos para que brinde su informe.
PLURINACIONALIDAD Y CIVISMO
La plurinacionalidad en pleno se mostró fuera y dentro de la Asamblea Legislativa. Ponchos, mantas, polleras, sombreros, guardatojos, uniformes militares, sacos y corbatas se entremezclaron para cantar a una sola voz las cuatro partes del Himno Nacional de Bolivia una vez instalada la Asamblea de Honor.
Los pendones patrios al aire —la tricolor boliviana y la wiphala— remozaban el ambiente festivo con su singular colorido.
En igual sintonía se encontraban las principales infraestructuras de Gobierno, igual que las de los gobiernos departamentales y municipales, que de forma simultánea realizaron sesiones de honor en los nueve departamentos.
Juntos como hermanos —como ocurrió por primera vez hace ocho años, cuando el presidente Evo Morales asumió por primera vez el mando del país—, el salón y las calles que están alrededor de la plaza principal de La Paz estuvieron repletas de personas de todos los grupos sociales.
INFORME PRESIDENCIAL
Breves instantes pasaron antes de que la palabra fuera cedida al presidente Evo Morales para que brinde al país un detallado informe de su gestión de gobierno.
Cuatro horas con 38 minutos duró la exposición del Primer Mandatario. Aunque los datos otorgados se remitieron a los resultados de la gestión 2013, en algunas áreas se mencionaron resultados de las transformaciones que tuvo el país hace ocho años, cuando Bolivia fue dirigida por el primer Presidente indígena nacido en una humilde localidad rural orureña, Orinoca.
Los logros alcanzados en las diversas esferas sociales son inéditas. “Al fin tenemos un Presidente que hizo que Bolivia tenga una mejor imagen ante los ojos del mundo”, afirma con satisfacción Lourdes Huanca, vecina paceña que afirmó que como hace ocho años sigue sintiéndose conmovida “al ver a hombres y mujeres de todas las clases sociales juntos”.
Es así que los entrevistados que sin obligación alguna se aproximaron a la histórica plaza, como Javier Limachi, afirman que “identificarse como boliviano en el exterior ya no es motivo de vergüenza, sino de orgullo”.
“Dan ganas de llorar al ver que un hombre de pueblo pudo lograr lo que no pudieron grandes intelectuales que al llegar al Gobierno sólo velaron por su bolsillo”, afirma Mario Canaviri, otro espectador de los actos protocolares.
DESFILE CÍVICO MILITAR
Una vez culminada la sesión de honor, centenares de hombres y mujeres fueron los protagonistas del desfile cívico militar que se desarrollo en la plaza Murillo.
Primero hicieron su paso las organizaciones sociales, encabezadas por los miembros del Pacto de Unidad y de la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam). No quedaron exentos los sectores obreros y mineros.
Cada uno a su modo. Unos optaron por marchar, otros por interpretar danzas autóctonas, salpicando a los espectadores —entre ellos las principales autoridades de Estado— su alegría y fervor patrio.
El Estado Mayor del Ejército fue el primer contingente militar que hizo su paso por la plaza Murillo. A éste le siguieron efectivos de la Armada, Fuerza Aérea, Policía, entre otros.
Ni las inclemencias del tiempo fueron impedimento para ninguno de ellos. Marcando paso gallardo y firmes continuaron su marcha.
- El 22 de enero de 2010 marca la culminación del Estado colonial y republicano y se da nacimiento al nuevo Estado Plurinacional.
- La Constitución Política del Estado, vigente desde febrero de 2009, fue el hito histórico que consolidó el profundo cambio en Bolivia.
“Hoy tenemos al fin una patria digna y soberana. Una plurinacionalidad en la que el traje y la pollera son iguales.
Álvaro García Linera - Vicepresidente