MINISTERIO DE COMUNICACION DE
BOLIVIA.- Documento final del II Encuentro Mundial de Movimientos
Populares en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. En la clausura estuvieron
presentes el Papa Francisco, el Presidente Evo Morales y más de 1.500
delegados internacionales.
“Coincidimos con el Papa Francisco en que la problemática social y ambiental emergen como dos caras de la misma moneda, un sistema que no puede brindar tierra, techo y trabajo para todos que socaba la paz entre las personas y amenaza la propia subsistencia de la Madre Tierra, no puede seguir rigiendo el destino del planeta.
Debemos superar un modelo social, político, económico y cultural donde el mercado y el dinero se han convertido en el eje regulador de las relaciones humanas en todos los niveles. Nuestro grito, el de los más postergados y marginados obliga a que los poderosos comprendan que así no se puede seguir; los pobres del mundo se han levantado contra la exclusión social que sufren día a día; no queremos explotar, ni ser explotados; no queremos excluir, ni ser excluir. Queremos construir un modelo de vida, que la dignidad se alcance por encima de todas las cosas, por eso nos comprometemos a:
Vivir bien en armonía con la Madre Tierra. Seguiremos luchando para defender y proteger a la Madre Tierra, promoviendo la ecología integral de la que habla el Papa Francisco; somos fieles a la filosofía ancestral del vivir bien, nuevo orden de vida que propone armonía, equilibrio en las relaciones entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza. La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra, debemos cuidarla y labrarla en beneficio de todos. Queremos leyes medioambientales en todos los países en función del cuidado de los bienes comunes.
Exigimos la reparación histórica y un marco jurídico que resguarde los derechos de los pueblos indígenas a nivel nacional e internacional, promoviendo un diálogo sincero a fin de superar los diversos y múltiples conflictos que atraviesan los pueblos indígenas originarios campesinos y afrodescendientes.
Nos comprometemos a luchar por la defensa del trabajo, como derecho humano, por la creación de fuentes de trabajo digno, por el diseño e implementación de políticas que restituyan todos los derechos laborales eliminados por el capitalismo neoliberal, tales como los sistemas de seguridad social, de jubilación y el derecho a la sindicalización.
Rechazamos la precarización, la terciarización y buscamos que supere la informalidad, a través de la inclusión, nunca con la persecución, ni represión. Asimismo, levantamos la causa de los migrantes desplazados y refugiados; instamos a los gobiernos de los países ricos a que deroguen todas aquellas normas que promueven un trato discriminatorio contra ellos y establezcan forman de regulación que eliminen el trabajo esclavo, la trata, el tráfico de persona y la explotación infantil.
Impulsaremos formas alternativas de economía, tanto en áreas urbanas, como en zonas rurales; queremos una economía popular y social comunitaria que resguarde la vida de las comunidades y en la que prevalezca la solidaridad sobre el lucro. Para esto es necesario que los gobiernos fortalezcan los esfuerzos que emergen de las bases sociales.
Rechazamos los desalojos forzosos, el éxodo rural y el crecimiento de los barrios marginados.
Rechazamos cualquier tipo de persecución judicial contra quienes luchan por una casa para su familia, porque entendemos a la vivienda como un derecho humano básico el cual debe ser de carácter universal.
Exigimos políticas públicas participativas que garanticen el derecho a la vivienda, la integración urbana de los barrios marginados y el acceso integral al hábitat para edificar hogares con seguridad y dignidad.
Llamamos la atención de los pueblos sobre el surgimiento de nuevas formas de acumulación y especulación de la tierra y el territorio como mercancía, vinculadas al agro negocio que promueve el monocultivo destruyendo la biodiversidad consumiendo y contaminando el agua, desplazando poblaciones campesinas y utilizando agro tóxicos que contaminan los alimentos.
Reafirmamos nuestra lucha por la eliminación definitiva del hambre, la defensa de la soberanía alimentaria y la producción de alimentos sanos.
Asimismo, rechazamos enfáticamente la propiedad privada de semillas por grandes grupos agroindustriales. Así como la introducción de productos transgénicos en sustitución de los nativos, debido a que destruyen la reproducción de la vida y la biodiversidad; crean dependencia alimentaria y causan efectos irreversibles sobre la salud humana y el medio ambiente.
De igual manera, reafirmamos la defensa de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas sobre la agricultura sustentable.
Reafirmamos la pluralidad de nuestras identidades culturales y tradiciones que deben convivir armónicamente, sin que unas sometan a otras. Nos levantamos en contra de la criminalización de nuestra lucha, pues están criminalizando nuestras costumbres.
Condenamos cualquier tipo de agresión militar y nos movilizamos por el cese inmediato de todas las guerras y de las acciones desestabilizadoras o golpes de estado.
Esto atenta contra la democracia y la elección de los pueblos libres.
Rechazamos el imperialismo y las nuevas formas de colonialismo, sean militares, financieras o mediáticas.
Nos pronunciamos contra la impunidad de los poderosos y a favor de la libertad de los luchadores sociales.
El acceso a la información y la libertad de expresión son derechos de los pueblos, fundamento de cualquier sociedad que se pretenda democrática, libre y soberana.
La protesta es también una legítima forma de expresión popular, es un derecho y quienes lo ejercemos no debemos ser perseguidos por ello.
A denunciar y controlar a las multinacionales farmacéuticas que por un lado lucran por la apropiación de conocimientos milenarios de los pueblos originarios y por el otro especulan y generan ganancias con la salud de millones de personas, poniendo el negocio por delante de la vida.
Y por último, rechazamos el consumismo y defendemos la solidaridad como proyecto de vida
Defendemos la solidaridad como proyecto de vida personal y colectivo; nos comprometemos a luchar contra el individualismo, la ambición, la envidia, la codicia que anidan en nuestras sociedades y muchas veces en nosotros mismos.
Trabajaremos incansablemente para erradicar el consumismo y la cultura del descarte.
Seguiremos trabajando para construir puentes entre los pueblos, que nos permitan derribar los muros de la exclusión y la explotación.
Agradecemos, especialmente los bolivianos, donde nos respaldan mar para Bolivia con soberanía. Muchas gracias, vamos a alcanzar estos documentos al Papa Francisco, como también a nuestro Presidente. Muchas gracias.
(APLAUSOS Y OVACIÓN: MAR PARA BOLIVIA, MAR PARA BOLIVIA)
Tomado de: http://www.consuladodebolivia.com.ar/
“Coincidimos con el Papa Francisco en que la problemática social y ambiental emergen como dos caras de la misma moneda, un sistema que no puede brindar tierra, techo y trabajo para todos que socaba la paz entre las personas y amenaza la propia subsistencia de la Madre Tierra, no puede seguir rigiendo el destino del planeta.
Debemos superar un modelo social, político, económico y cultural donde el mercado y el dinero se han convertido en el eje regulador de las relaciones humanas en todos los niveles. Nuestro grito, el de los más postergados y marginados obliga a que los poderosos comprendan que así no se puede seguir; los pobres del mundo se han levantado contra la exclusión social que sufren día a día; no queremos explotar, ni ser explotados; no queremos excluir, ni ser excluir. Queremos construir un modelo de vida, que la dignidad se alcance por encima de todas las cosas, por eso nos comprometemos a:
Impulsar y profundizar el proceso de cambio
Reafirmamos nuestro compromiso con los procesos de cambio y liberación como resultado de la acción de los pueblos organizados, que desde su memoria colectiva toman la historia en sus manos y se deciden a transformarla para dar vida a las esperanzas y las utopías que nos convocan a revolucionar las estructuras más profundas de la opresión, dominación, colonización y explotación.
Vivir bien en armonía con la Madre Tierra. Seguiremos luchando para defender y proteger a la Madre Tierra, promoviendo la ecología integral de la que habla el Papa Francisco; somos fieles a la filosofía ancestral del vivir bien, nuevo orden de vida que propone armonía, equilibrio en las relaciones entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza. La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra, debemos cuidarla y labrarla en beneficio de todos. Queremos leyes medioambientales en todos los países en función del cuidado de los bienes comunes.
Exigimos la reparación histórica y un marco jurídico que resguarde los derechos de los pueblos indígenas a nivel nacional e internacional, promoviendo un diálogo sincero a fin de superar los diversos y múltiples conflictos que atraviesan los pueblos indígenas originarios campesinos y afrodescendientes.
Defender el trabajo digno
Nos comprometemos a luchar por la defensa del trabajo, como derecho humano, por la creación de fuentes de trabajo digno, por el diseño e implementación de políticas que restituyan todos los derechos laborales eliminados por el capitalismo neoliberal, tales como los sistemas de seguridad social, de jubilación y el derecho a la sindicalización.
Rechazamos la precarización, la terciarización y buscamos que supere la informalidad, a través de la inclusión, nunca con la persecución, ni represión. Asimismo, levantamos la causa de los migrantes desplazados y refugiados; instamos a los gobiernos de los países ricos a que deroguen todas aquellas normas que promueven un trato discriminatorio contra ellos y establezcan forman de regulación que eliminen el trabajo esclavo, la trata, el tráfico de persona y la explotación infantil.
Impulsaremos formas alternativas de economía, tanto en áreas urbanas, como en zonas rurales; queremos una economía popular y social comunitaria que resguarde la vida de las comunidades y en la que prevalezca la solidaridad sobre el lucro. Para esto es necesario que los gobiernos fortalezcan los esfuerzos que emergen de las bases sociales.
Mejorar nuestros barrios y construir viviendas dignas
Denunciamos la especulación y mercantilización de los terrenos y de los bienes urbanos.Rechazamos los desalojos forzosos, el éxodo rural y el crecimiento de los barrios marginados.
Rechazamos cualquier tipo de persecución judicial contra quienes luchan por una casa para su familia, porque entendemos a la vivienda como un derecho humano básico el cual debe ser de carácter universal.
Exigimos políticas públicas participativas que garanticen el derecho a la vivienda, la integración urbana de los barrios marginados y el acceso integral al hábitat para edificar hogares con seguridad y dignidad.
Defender la Tierra y la soberanía alimentaria
Promovemos la reforma agraria integral para distribuir la tierra de manera justa y equitativa.
Llamamos la atención de los pueblos sobre el surgimiento de nuevas formas de acumulación y especulación de la tierra y el territorio como mercancía, vinculadas al agro negocio que promueve el monocultivo destruyendo la biodiversidad consumiendo y contaminando el agua, desplazando poblaciones campesinas y utilizando agro tóxicos que contaminan los alimentos.
Reafirmamos nuestra lucha por la eliminación definitiva del hambre, la defensa de la soberanía alimentaria y la producción de alimentos sanos.
Asimismo, rechazamos enfáticamente la propiedad privada de semillas por grandes grupos agroindustriales. Así como la introducción de productos transgénicos en sustitución de los nativos, debido a que destruyen la reproducción de la vida y la biodiversidad; crean dependencia alimentaria y causan efectos irreversibles sobre la salud humana y el medio ambiente.
De igual manera, reafirmamos la defensa de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas sobre la agricultura sustentable.
Construir la paz y la cultura del encuentro
Nos comprometemos, desde la vocación pacífica de nuestros pueblos, a intensificar las acciones colectivas que garanticen la paz de todas las personas, pueblos, religiones, etnias y culturas.Reafirmamos la pluralidad de nuestras identidades culturales y tradiciones que deben convivir armónicamente, sin que unas sometan a otras. Nos levantamos en contra de la criminalización de nuestra lucha, pues están criminalizando nuestras costumbres.
Condenamos cualquier tipo de agresión militar y nos movilizamos por el cese inmediato de todas las guerras y de las acciones desestabilizadoras o golpes de estado.
Esto atenta contra la democracia y la elección de los pueblos libres.
Rechazamos el imperialismo y las nuevas formas de colonialismo, sean militares, financieras o mediáticas.
Nos pronunciamos contra la impunidad de los poderosos y a favor de la libertad de los luchadores sociales.
Combatir la discriminación
Nos comprometemos a luchar contra cualquier forma de discriminación entre los seres humanos, sea por diferentes etnias, color de piel, género, origen, edad, religión u orientación sexual. Todos nosotros, mujeres y hombres, debemos tener los mismos derechos. Condenamos el machismo, cualquier forma de violencia contra la mujer y en particular los feminicidios y gritamos: Ni una menos.
Promover la libertad de expresión
Promovemos el desarrollo de medios de comunicación alternativos, populares y comunitarios frente al avance de los monopolios mediáticos que ocultan la verdad.El acceso a la información y la libertad de expresión son derechos de los pueblos, fundamento de cualquier sociedad que se pretenda democrática, libre y soberana.
La protesta es también una legítima forma de expresión popular, es un derecho y quienes lo ejercemos no debemos ser perseguidos por ello.
Por la conciencia y tecnología al servicio de los pueblos
Nos comprometemos a luchar para que la ciencia y el conocimiento sean utilizados al servicio del bienestar de los pueblos. Ciencia y conocimiento son conquistas de toda la humanidad y no pueden estar al servicio de la ganancia, explotación, manipulación o acumulación de riquezas por parte de algunos grupos. Persuadimos a las universidades se llenen de pueblo y sus conocimientos estén orientados a resolver los problemas estructurales, más que a generar riquezas para las grandes corporaciones.
A denunciar y controlar a las multinacionales farmacéuticas que por un lado lucran por la apropiación de conocimientos milenarios de los pueblos originarios y por el otro especulan y generan ganancias con la salud de millones de personas, poniendo el negocio por delante de la vida.
Y por último, rechazamos el consumismo y defendemos la solidaridad como proyecto de vida
Defendemos la solidaridad como proyecto de vida personal y colectivo; nos comprometemos a luchar contra el individualismo, la ambición, la envidia, la codicia que anidan en nuestras sociedades y muchas veces en nosotros mismos.
Trabajaremos incansablemente para erradicar el consumismo y la cultura del descarte.
Seguiremos trabajando para construir puentes entre los pueblos, que nos permitan derribar los muros de la exclusión y la explotación.
Agradecemos, especialmente los bolivianos, donde nos respaldan mar para Bolivia con soberanía. Muchas gracias, vamos a alcanzar estos documentos al Papa Francisco, como también a nuestro Presidente. Muchas gracias.
(APLAUSOS Y OVACIÓN: MAR PARA BOLIVIA, MAR PARA BOLIVIA)
Tomado de: http://www.consuladodebolivia.com.ar/
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