lunes, 1 de junio de 2015

Palacete de La Florida: la joya republicana y segunda Residencia Presidencial


Por Sonia Córdova, Página Siete, La Paz.- Con 74 habitaciones, murales de estilo renacentista, escaleras, puertas y ventanas de pino ucraniano, túneles subterráneos y jardines edénicos, el Palacete de la Florida es una joya republicana de la capital. La construcción -declarada como la segunda residencia presidencial por Evo Morales- tiene más de 140 años de antigüedad.
 
“Es un aporte republicano de mediados del siglo XIX, luego de la colonia. Es una casa de dos pisos con hermosas escaleras y 74 habitaciones”, explica el historiador Mariano Baptista.
 
Está ubicado a cinco kilómetros de la ciudad de Sucre, a orillas de la quebrada de Quirpinchaca. Fue construido por el expresidente Aniceto Arce en la que solía ser la hacienda colonial denominada Huirupucu.
 
“Compró la propiedad y años después se inició la construcción (del Palacete) en 1870”, indica el historiador  y coordinador de la carrera de Historia de la Universidad de San Francisco Xavier, Guillermo Calvo.
 
La Florida, que era la residencia familiar de Arce, también fungió como palacio transitorio  durante su mandato entre  1888 a 1892. Fue construida con el objetivo de convertirla en una pequeña ciudadela industrial agropecuaria.

El anhelo del presidente Arce

La historia de Aniceto Arce con La Florida se inició mucho antes de que adquiriera la propiedad. 

Según el historiador Guillermo Calvo, el expresidente conoció la zona cuando fue a estudiar a Sucre.
 
“Le gustaba mucho este sector porque había una quebrada caudalosa y muchas huertas con sembradíos. Se enamoró del lugar”, indica.
 
Cuando Arce  adquirió el inmueble en 1870, la ubicación fue ideal. “Le gustó el lugar porque estaba cerca -a unos dos kilómetros de la Glorieta, otra mansión histórica- que era propiedad de su cuñado Francisco Argandoña. Tenían una relación comercial y personal estrecha, ambos eran dueños de Huachaca y del Banco Nacional”, cuenta Baptista.
 
La propiedad fue bautizada por la hija de Arce, Luisa, quien falleció a temprana edad. “Esa hija, que falleció el año 1871, fue quien  le cambió el nombre de Huirupucu a La Florida”, explica  Calvo.
 
Arce, quien era aficionado a la agricultura, soñó con el Palacete y la construcción de un centro industrial en La Florida. Para lo cual empezó a traer a jardineros, arquitectos y los constructores de Europa,  con el objetivo de  plasmar ese anhelo. “Entre una de las figuras más destacadas que trajo, estaba el jardinero francés de nombre Prosper Dupoyen”, menciona Calvo.
 
“Incluso se requirió  los servicios de  Antonio Camponovo”, agrega Bautista, “el famoso arquitecto que hizo el palacio Legislativo en La Paz (…) Él tenía una habitación en la Glorieta con su baño”.
 
El historiador menciona que en la construcción se  desarrolló un estilo ecléctico, medio árabe o morisco, como un palacete.
 
“Otros detalles son el comedor, la cocina y el oratorio-capilla. También construyó otra capilla a varios metros del Palacio, allí fue sepultado en 1906 junto a su hija Luisa”, expresa Calvo.
 
Entre los datos curiosos de esta construcción están  que Aniceto Arce tenía una habitación especial para encerrarse durante sus episodios de neuralgia.
 
“Por eso lo llamaban ‘el Tirano de La Florida’. Tenía un muy mal humor debido a estos dolores de cabeza. Tenía una habitación en la que se encerraba por horas, en completa oscuridad, hasta que se le pasara el dolor”, cuenta Baptista.
 
De acuerdo a Calvo,  Aniceto Arce pasó los últimos días en su hacienda de Tirispaya. donde falleció. 

“Fue trasladado en hombros por ‘los artesanos de la capital’ hasta su última morada en su Palacio de La Florida”, indica.
 
Luego de que Arce murió, La Florida pasó a sus herederos y éstos vendieron a otros propietarios hasta que fue cedida a la Prefectura. “Actualmente acaba de ser restaurada. El presidente Evo Morales se quedó en la suite; no obstante, este es el único cuarto habitable pues aún no se amuebló el resto de las habitaciones”, explica  Baptista.  

Hoy por hoy

“La restauración fue rápida y afortunadamente se encontró los murales que hizo pintar Arce en la mansión”, aclara Baptista. El historiador menciona que se espera hacer un bellísimo museo histórico republicano en las instalaciones, además de un jardín que una ambas construcciones.

Se busca que la refacción  de La Florida,  como de la Glorieta, sean un atractivo adicional para Sucre. La ciudad blanca espera que sus joyas históricas la embellezcan y atraigan a más visitantes.

Un  baluarte

Estructura 
La edificación cuenta con 74 habitaciones, además de murales de estilo renacentista, escaleras y  puertas  de pino ucraniano, túneles y jardines edénicos. 
 
Localización  
Está ubicada a cinco kilómetros de la ciudad de Sucre. 
 
Del nombre
La propiedad fue bautizada por la hija de Aniceto Arce, Luisa, quien murió  a temprana edad. “Esa hija, que falleció en 1871, fue quien  le cambió el nombre de Huirupucu a La Florida”, indica el historiador Calvo.


Deseo  
El presidente Arce  era aficionado a la agricultura. Soñó con el Palacete y la construcción de un centro industrial en La Florida.

Fuente: http://www.consuladodebolivia.com.ar/