Hay
prisa en Estados Unidos para instalar bases militares en lugares
estratégicos de todo el mundo y especialmente América Latina para
defender, por las armas, su moneda el dólar que se encuentra en fase
terminal a punto de derrumbarse provocando la caída del mayor imperio
mundial.
El
sistema capitalista al estilo de Estados Unidos, ha llegado a sus
extremos y su derrumbe es pronosticado por economistas de todo el mundo,
pues el endeudamiento norteamericano llegó a instancias insostenibles y
solo sus sofisticadas armas podrán sostener su divisa que pierde
prestigio día que pasa.
Las
naciones líderes mundiales ya buscan sustituir el dólar como moneda de
reserva, soslayando el Euro que le acompaña en la crisis mundial. Los
norteamericanos echaron mano de la maquinita de imprimir e inundaron el
mundo con billetes verdes que ahora no tienen respaldo y son
inorgánicos.
Estados
Unidos desarrolla sus aventuras militares asaltando los recursos de
otros países como Irak al que arrebató el petróleo mediante una guerra
injusta y no provocada. Otros países corrieron la misma suerte por esa
región.
La
Organización de Cooperación de Shanghái, constituida por seis naciones,
se encuentra a la búsqueda de sustituir el dólar. Los componentes de
este grupo comenzaron la búsqueda en 2009 después de reunirse en Rusia y
a donde vetaron el ingreso estadounidense, ni siquiera en carácter de
observador.
Si
estas naciones lideradas por Rusia y China, logran ponerse de acuerdo
en una nueva moneda de reserva, el valor del dólar se desplomará como
ocurrió con el “crack” de 1929. El costo de las importaciones
norteamericanas, principalmente petróleo, se irán a las nubes y las
tasas de interés aumentaran insosteniblemente.
Ahora
se explican las razones por las que mientras la crisis es más severa,
Estados Unidos destina mayores cantidades de su presupuesto a gastos
militares. Su sistema financiero representado por el Fondo Monetario
(FMI), Banco Mundial (BM) y Organización Mundial del Comercio (OMC),
está respaldado por bases militares y portaaviones que merodean por el
mundo, especialmente la IV Flota por Latinoamérica.
Estados
Unidos, ya no es capaz de gobernar a través de su fuerza económica y
quiere hacerlo a través de la fuerza militar, donde tiene muchos
músculos, sobre todo atómicos. Además la impopularidad norteamericana es
creciente, sobre todo en América Latina, donde surgieron gobiernos
contestatarios.
Naciones
Unidas, propuso en 2009 la creación de una nueva moneda que sustituya
al dólar como moneda de reserva. Fue una propuesta para rediseñar los
acuerdos de Bretton Woods, que tras la segunda guerra mundial instauró
el dólar como moneda líder mundial.
Entretanto
se realizan consultas, China busca acordar con Brasil y Malasia la
realización de su comercio en yuanes chinos. Rusia quiere convertir al
rublo en moneda de intercambio. El Irak de Hussein pretendía vender
petróleo en euros, lo que le acarreó la invasión y su muerte. Venezuela
cobra mitad en euros y mitad en dólares por la venta de su crudo a
Estados Unidos, por eso tanto odio hacia Hugo Chávez.
En
América Latina, nueve países componentes de la Alianza Bolivariana para
las Américas (ALBA), tienen acordado crear su propia moneda regional
denominada SUCRE (Sistema Único de Compensación Regional). Por el
momento, es moneda virtual que intercambia productos y lo que se busca
es la “desdolarización” y llegar a la creación de la moneda regional que
sustituya a la moribunda divisa.
A
partir de 2010 el Sucre está en la mente de los gobernantes del ALBA,
pero aún no tiene el formato impreso, que es preciso apresurar, porque
de otra forma el derrumbe de la divisa norteamericana arrastrará
nuestras reservas mundiales. Sobre todo las bolivianas que se sitúan en 12 mil millones de dólares, en una economía que gira en torno a los 20 mil millones.
Si
el mundo deja de utilizar dólares, la economía de guerra de EE.UU.
llegará a su fin, el imperio se hundirá.
La población nortemericana
recibirá un grave impacto, pues desaparecerán los fondos para pensiones,
la infraestructura tendrá que ser vendida a sociedades privadas. A los
norteamericanos les ocurrirá lo que a nosotros durante el
neoliberalismo. La gente tendrá que cargar con los costos de los
servicios públicos.
Estas
son razones por las que los gastos militares estadounidenses suben en
vez de bajar. Buscan reducirnos por la fuerza de sus armas y tener
nuestros recursos bajo su dominio. Por eso se instalan bases militares
por todas partes.
Las
reservas internacionales bolivianas que llegan a más de 12 mil millones
de dólares, no todas están en esa divisa. Hay también euros y oro, pero
sería conveniente apresurar la creación de la moneda regional como
refugio y reserva.
/////// SCZ 24/07/12