jueves, 2 de agosto de 2012

CONCERTACIÓN permanente con pueblos que rechacen consulta

http://www.cambio.bo/consulta_a_los_pueblos_del_tipnis/20120802/concertacion_permanente_con_pueblos_que_rechacen_consulta_76332.htm

CONSULTA A LOS PUEBLOS DEL TIPNIS 

El Ministro de Gobierno dijo que la búsqueda de acuerdos, según el modelo colombiano, puede incluir una segunda vuelta de consulta a quienes se oponen a la carretera.

LA PAZ - Cambio


Concertación permanente. Ésas son las palabras claves que el Estado aplicará al proceso de consulta en el Tipnis con el fin de lograr un acuerdo de desarrollo en el que no se descarta, basados en el modelo colombiano, que se realice algo parecido a una segunda vuelta en las comunidades que rechacen la carretera por ese parque o que apoyen la intangibilidad de esa zona.

Ésas y otras ideas se pusieron de manifiesto ayer durante un almuerzo-trabajo sostenido entre el ministro de Gobierno, Carlos Romero, con periodistas y columnistas de medios privados y estatales de difusión respecto a la problemática del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), zona que está sumergida en un proceso de consulta desde el 29 de julio de este año.

Ese mecanismo, que se realiza a unos 10 mil comunarios que viven en una superficie de aproximadamente un millón de hectáreas, es respaldado por la Ley 222 y por varios artículos de la Constitución Política del Estado, entre ellos el 30, que establece como derechos de los indígenas el ser consultados cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles. “En ese marco se respetará y garantizará el derecho a la consulta previa, realizada por el Estado de buena fe y concertada respecto a la explotación de recursos naturales no renovables en el territorio que habitan”, dice la Ley de Leyes.

En ese contexto, Romero enfatizó su propuesta en sentido de que “la concertación tiene que ser permanente, en cualquier momento del proceso, como sucede en materia laboral, donde se puede conciliar en cualquier momento porque estamos frente a un hecho social que merece la mayor flexibilidad”.

Puso como ejemplo que si en algunas comunidades y casas cierran las puertas a las brigadas que organizan la consulta, esos equipos no se darán por vencidos y regresarán posteriormente. Si en otras comunidades reciben a las brigadas con flechas u otros objetos amenazantes, los brigadistas regresarán días después.

Ante la consulta periodística de si la lógica de la concertación permanente se aplicará en comunidades como San Miguelito (que rechazó la construcción de la vía y rechazó también la intangibilidad del Tipnis) u otras que asuman una posición similar, Romero fue claro al indicar que esa decisión puede cambiar, ya que “hoy yo te puedo decir no, pero mañana mi no puede volverse sí, si le hacemos un ajuste a la propuesta original”.

Un antecedente de que las decisiones de una comunidad pueden ser revertidas en procura de lograr un acuerdo general se encuentra en la experiencia colombiana, donde los habitantes hacen una primera vuelta de consulta, pero luego realizan algo así como una segunda vuelta, donde buscan explicar a quienes se oponen con el fin de lograr un acuerdo.

La concertación permanente tiene base jurídica suficiente, pero, aclara Romero, esos pasos no se entienden sólo a partir del reglamento, sino que “es permanente la concertación de todo el proceso”.

Esa búsqueda de acuerdo, establecida en la Constitución, involucra también aspectos procedimentales y metodológicos en el marco del diálogo.

DATOS
• El Tipnis se caracteriza por una débil presencia del Estado, una existencia indígena dispersa que se traduce en un insuficiente control del enorme territorio.
• Además, existen grupos de poder local (madereros, ganaderos y otros) que tienen un área de influencia.
• La intangibilidad impulsada por la VIII Marcha indígena bloqueó las actividades comerciales en el Tipnis.

Disidencia será registrada pero no debe obstaculizar


El modelo colombiano de la consulta establece una ruta en la construcción de pactos y concertaciones que incluye acordar todo lo posible y registrar la disidencia de las comunidades respecto a un caso específico.

Colombia y Canadá son dos países con amplia experiencia en la realización de consultas, recordó el ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien dijo que los indígenas que se oponen a un determinado asunto dejan sentadas sus observaciones, pero de ninguna manera inviabilizan las decisiones de las mayorías.

En esa línea, la autoridad recordó que en países donde hay una sociedad heterogénea, como Bolivia, resulta útil la aplicación de la democracia de consensos.