Opinión
Con siete años en el aire, Telesur ha logrado establecer un nuevo estilo de contar las historias de América Latina. Marca una diferencia con las grandes cadenas televisivas que por años dejaron de lado la voz de los pueblos para servir a determinados intereses.
Patricia Villegas, primera presentadora del canal en 2004 y que ahora, convertida en presidenta, apuesta por la modernización y la tecnología para ofrecer al usuario un multimedio que le haga llegar cada vez mayor cantidad de imágenes, mayor cantidad de fotografías, con menos palabras, para dejar que los hechos se cuenten por sí mismos.
Hace 7 años desde el teatro Teresa Carreño en la ciudad de Caracas, recuerda Villas, “estábamos diciendo: ‘nace una nueva señal, una nueva señal está en el aire.
Son muchas las historias que hemos contado, múltiples, incontables los esfuerzos, las razones que mueven a los casi 700 trabajadores de esta cadena multiestatal día a día”. Noticias y hechos que generalmente los medios de comunicación convencionales o tradicionales no llevan a sus pantallas.
Historias como la del golpe de Estado en Honduras, nuestros internautas pudieran hacer un poco de ejercicio de memoria. Y si no estuviera Telesur en Honduras, el mundo no hubiera conocido lo que allí realmente estaba ocurriendo, que se configuraba un golpe de Estado.
En ese momento nuestra enviada especial Madelein García, entraba con mucha valentía junto a un camarógrafo a la casa del presidente Manuel Zelaya, pero también el cubano Rolando Segura, en una imagen mucho más reciente desde Libia con su casco de guerra, protegiéndose de las ráfagas de ametralladora, de la agresión a ese país y allí mismo reportando en vivo y en exclusiva en ese momento para América Latina. Un reportero hablando en español, contándole al mundo lo que está ocurriendo, fue un hecho trascendental.
