Abi (29-06-12).- El senador del Movimiento Al Socialismo (MAS), Adolfo Mendoza, criticó el viernes la actitud de la Iglesia Católica que, a su juicio, defiende a los grupos de derecha, como lo señaló el presidente Evo Morales en la Cumbre del Mercosur.
"Es totalmente criticable que la Iglesia Católica no permita que su propia visión se acomode a las circunstancias de un determinado país, y aunque de siempre sus opiniones son de porte político, no puede interferir en la vida política de un país", dijo a la ABI.
Mendoza coincidió con las declaraciones del Jefe de Estado a una emisora argentina, en medio de su participación en la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Morales, que ratificó que es católico, dijo que está decepcionado con los jerarcas de la Iglesia Católica, que fueron los primeros en reconocer a Federico Franco, tras el denominado golpe congresal que destituyó a Fernando Lugo y que bendijeron a la tropa policial amotinada en Bolivia, que propició un escenario de golpe de Estado.
En esa línea, Mendoza advirtió que todas las instituciones, incluida la Iglesia Católica, deben acomodarse al nuevo escenario que vive América Latina, especialmente Bolivia, que aprobó en las urnas una nueva Constitución Política del Estado, que dejó de considerar al catolicismo como la religión oficial del nuevo Estado Plurinacional.
"Tras esta nueva norma, lo que molesto en un determinado momento a la Iglesia Católica es que dejó de ser la religión oficial del Estado boliviano y por supuesto eso carga una visión conservadora respecto de la institucionalidad Estatal", complementó.
"Todo tiene su origen ahí", remarcó.
"En todo caso hay distintas vertientes y tendencias al interior de la Iglesia Católica pero lo que llama la atención es que sus principales jerarcas son los que generalmente critican políticas relativas a beneficios que los Estados progresistas y revolucionarios de América Latina vienen implementando en relación a sus poblaciones y a los sectores más vulnerables", agregó.
En Paraguay, en un proceso singular por la muerte de policías y campesinos en una recuperación de tierras, Fernando Lugo fue apartado de la presidencia de su país y en su lugar asumió el vicepresidente, Francisco Franco.
El propio Lugo calificó ese proceso como "un juicio político orquestado por la derecha", al igual que otros mandatarios de la región, entre ellos el de Bolivia.
Fuente: ABI