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Política
El vivir bien, signo de un nuevo tiempo
Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta de la República de Argentina
Cochabamba - Cambio
“Me siento como en casa”, dijo anoche la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, visiblemente emocionada al hacer un brindis por la unidad de los pueblos y el vivir bien, que es un concepto de los “nuevos vientos que corren en América Latina y que anuncian un nuevo tiempo”. “El desafío es que nuestras sociedades sean protagonistas de esos tiempos”, afirmó la mandataria.
En un discurso sellado por el calor, la amistad y el cariño argentino hacia Bolivia, Fernández señaló la importancia de mantener la unidad de los pueblos frente a las adversidades que hoy amenazan a la región.
Destacó la importancia del Mercado Común del Sur (Mercosur), de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en los procesos de integración que permitieron superar la injerencia externa que en el curso de la historia terminó por fijar fronteras que antes no se tenían.
Fernández puso de relieve la actitud de los líderes latinoamericanos que defienden con pasión los intereses de sus pueblos y lo hacen de la mano de la verdad, sin necesidad de adjetivos ni injurias, que son expresión de la falta de argumentos, señaló.
La unidad latinoamericana es lo más importante, afirmó. “No venimos a defender a un gobierno o a otro, defendemos la voluntad de nuestros pueblos”, manifestó la Presidenta argentina, quien fue elogiada por su homólogo boliviano. “Usted es un símbolo de la unidad”, le dijo Morales.
“Que nadie se confunda, todos vamos a defender la voluntad de nuestros pueblos”, dijo la mandataria al rememorar el pasado histórico marcado por los golpes de Estado y las dictaduras. Al respecto se refirió a las crisis del capitalismo y su inexorable derrumbe.
Hoy ese mundo se está derrumbando por esas políticas que ya no se pueden llamar neoliberales, sino que pueden ser consideradas como un “anarco capitalismo”, donde se privilegian las ganancias financieras a toda costa.
Ese mundo capitalista en caída “se dirigió hacia nosotros con alguito de soberbia porque éramos sudacas, algo morenitos”. Pero los sudacas fuimos capaces de formular políticas de inclusión social, incluso en la adversidad. “Lo más importante es que incluso teniendo orígenes diferentes tenemos la inteligencia para articular los intereses de nuestros pueblos”.
A tiempo de destacar la presencia laboriosa de los bolivianos en Argentina y censurar las actitudes de algunos pocos xenófobos, remarcó el aporte de los inmigrantes del mundo al desarrollo y el crecimiento económico de los países. Europa hoy sabe de aquella inmigración que le permite hacer frente a su crisis.
Encuentro de dos nacionalizadores
La Presidenta argentina, considerada una aliada fundamental del proceso de cambio boliviano, se refirió también a las tareas políticas y económicas que llevan adelante ambos Gobiernos, como es el caso de la nacionalización de los recursos hidrocarburíferos. “Leí en un diario que decía que se reunían dos nacionalizadores. Se referían a ti, Evo, y a mí”, dijo la mandataria.
Explicó que en el caso de su Gobierno se tuvo que optar por el camino de las nacionalizaciones porque las empresas extranjeras no cumplieron sus compromisos. “Es imposible venir hoy a nuestros países con las técnicas de la Colonia”, dijo en clara referencia a los mecanismos que utilizaron los colonialistas españoles para saquear la riqueza mineral de nuestras naciones.
El mundo debe comprender que los países dueños de las materias primas también deben ganar, subrayó la Presidenta.
Argentina, como Bolivia, lleva adelante una política de recuperación de los recursos naturales para beneficiar a los argentinos más pobres. En el caso boliviano se tradujo en el crecimiento económico y la multiplicación de sus reservas internacionales netas (RIN).
Movimientos sociales señalan el camino
Evo Morales Ayma - Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia
El presidente Evo Morales, en la cena de bienvenida a la delegación argentina liderada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, evocó que las luchas políticas de los movimientos sociales de América antes de la Colonia forjan la unidad y la liberación de los pueblos.
La breve alocución del Jefe de Estado fue pronunciada en el hotel Cochabamba, donde este miércoles sostendrá la cita oficial con su homóloga argentina y, según se adelantó, suscribirá importantes acuerdos energéticos y otros.
“La lucha sólo podemos hacer inspirados en la lucha de nuestros movimientos sociales, una lucha permanente contra el colonialismo y contra las políticas de dominación (...) de afuera”, dijo.
Afirmó que la corta, pero significativa visita de Fernández al país, se da justo en los días del natalicio de la heroína Juana Azurduy de Padilla (el 12 de julio de 1780). No sé si será “coincidencia o será (más) bien planificada inteligentemente”, comentó.
En ese marco, expresó su complacencia por recibir a la Jefa de Estado del vecino país “en Cochabamba, (el) corazón de Bolivia y corazón de Sudamérica, y (…) tierra de grandes luchadores durante la Colonia y durante todo este proceso de profundas transformaciones”. Recordó que Cochabamba es el lugar de su nacimiento a la vida sindical y política.
Morales destacó el reconocimiento de la heroína boliviana en el vecino país.
Saludó el valor y honor que le dan en el vecino país a “nuestra abuela (Juana Azurduy), que dio su vida por esta patria, por la patria grande. Es más admirada en Argentina que en Bolivia”, apuntó. Morales resaltó también que la visita de la Presidenta argentina es en el año de la conmemoración del bicentenario de las Heroínas de la Coronilla.
“Hace 200 años, las mujeres, intelectuales, obreras, comerciantes, se levantaron acá diciendo: si no están los hombres estamos aquí las mujeres. Enfrentaron la invasión europea, y por eso este año recordamos el Bicentenario de las Heroínas de la Coronilla”, dijo.
El homenaje a las valerosas mujeres es por el levantamiento en la colina de San Sebastián, lugar conocido como la Coronilla, en la Guerra de Independencia en el Alto Perú (hoy Bolivia), el 27 de mayo de 1812.
Para Morales, los legados que dejaron Juana Azurduy y otros motivan a profundizar los lazos de integración de los pueblos, en este caso de Bolivia y Argentina.
“Estamos en proceso de integración con la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), por Mercosur (Mercado Común del Sur), últimamente gracias a nuestros ex presidentes y presidentes (…) la gran integración de Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que se constituyó formalmente a finales de diciembre de 2011 en Caracas)”, dijo Morales.
Para Morales, este hecho es un hito en la historia de la “liberación de los pueblos de América” porque la Celac no incluye a Estados Unidos y Canadá.
Bolivia agradecida por la solidaridad
El Gobierno y el pueblo argentino, en el marco de la solidaridad e integración de los pueblos, no retacea su apoyo al país, valoró ayer el primer Mandatario, Evo Morales.
Por las políticas de sometimiento del imperio, como el Programa PL-480 (donación de harina), “cuando llegamos al Gobierno, nos quitaron esa ayuda”, recordó. “Por supuesto no queríamos depender y (...) no había harina, no había trigo. Faltó, y apelamos a la compañera Presidenta (de Argentina) para que nos subvencionara las exportaciones de producto tan importante y le agradezco bastante”, afirmó.
Por eso expresó la gratitud del Gobierno nacional. “Entendemos su solidaridad con el pueblo boliviano y nunca, personalmente, junto con el Vicepresidente, voy a olvidar esta gran solidaridad en momentos cuando Estados Unidos nos bloqueaba los alimentos. Seguramente eso pasa en todos los países, como planifican para hacer quedar mal a su presidente, a su Gobierno, frente a su pueblo”.
Por otro lado, destacó la labor de exhortación a la unidad de la Unasur de Cristina Fernández en la reciente cumbre del bloque donde se analizó la destitución del presidente de Paraguay.
