Editorial Periodico Cambio
La oposición ha comenzado a utilizar todas sus viejas armas para desestabilizar a los gobiernos, entre ellas la difusión de rumores que pretenden mostrar que en el interior de la actual administración hay renuncias de Ministros.
Se trata de una repetición de sus viejas mañas con el ánimo de desgastar a los gobiernos.
Ante la prosecución de una huelga general de los médicos y los trabajadores de los servicios públicos de salud, y la fortaleza demostrada por el ministro del área, Juan Carlos Calvimontes, ahora se han dado a la tarea de propalar el rumor de que renunció, cuando esta autoridad trabaja con intensidad para mejorar los sistemas de salud del departamento de Santa Cruz.
Este Ministro mantiene una permanente comunicación y coordinación con sus Viceministros y otros de sus colaboradores para la puesta en marcha de programas hospitalarios y de equipamiento para toda la red estatal de salud.
Esa actitud es un mentís rotundo a los rumores que difunde la oposición, es una respuesta con trabajo a la mentira propagandística de los dirigentes de los huelguistas que, desesperados ante su fracaso, utilizan los rumores malintencionados para desacreditar al Gobierno.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, ha salido al frente de esos rumores para desmentirlos con contundencia y aseverar que su colega de Salud cumple su trabajo con normalidad y con la misma entrega de siempre.
Igualmente, el viceministro de Salud, Martín Maturano, subrayó su sorpresa por la difusión de rumores sobre una supuesta renuncia de Calvimontes.
Estas versiones forman parte de una política de engaño al pueblo para mantener en pie una huelga de trabajadores de la salud que no entienden que el Decreto 1126 de las ocho diarias de trabajo ha sido suspendido hasta la realización de una Cumbre para la Salud que se celebrará a fines de julio en la que participarán representantes de todos los sectores de la salud, de las organizaciones sociales, organismos internacionales y otras para lograr consensos.
Todo muestra que los rumores propalados por sectores interesados sobre una irreal renuncia del Ministro de Salud forman parte de una campaña para desestabilizar al Gobierno.
Los pasados días fueron conocidos informes sobre la actividad de algunos partidos de oposición que se han ligado a las protestas sociales en el afán de darle un ingrediente político destinado a afectar no solamente al Gobierno, sino a la democracia.
Ése es el caso de los jefes de los opositores Movimiento Sin Miedo (MSM) y Unidad Nacional (UN), Juan Del Granado y Samuel Doria Medina, respectivamente, que tomaron contacto con dirigentes de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob) para ofrecerles sobornos.
La Cidob impulsa una marcha a La Paz para oponerse a la realización de una consulta que defina si se construye o no una carretera entre Beni y Cochabamba que pase por sectores del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
Algo parecido sucede con el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, residenciado en EstadosUnidos desde octubre de 2003 tras ser obligado a renunciar por la presión popular.
Dirigentes del MNR, como el presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, encabezan una huelga general que se extiende por más de 45 días con grave efecto negativo en la población.
Al parecer no tomaron conciencia de que los otros trabajadores cumplen por lo menos ocho horas diarias. Ameritaría que los médicos tomen conciencia de su juramento hipocrático y se pongan al servicio de la salud del pueblo.
