lunes, 26 de septiembre de 2011

BOLIVIA INFORMA, DOMINGO 25, SEPTIEMBRE 2011

TITULARES
•    Opositores secuestran y maltratan al Canciller de Bolivia
•    Relato del Canciller sobre la agresión que sufrió
•    Marchistas hirieron a 4 policías
•    Familia de Canciller Choquehuanca vivió horas dramáticas
•    Gobierno denunciará ante la OEA la violencia contra el Canciller
•    Resentidos y radicales incitaron a la violencia
•    La ONU pide evitar la violencia  
•    Sectores sociales protestan por la agresión
•    Funcionarios de ONG duermen en hoteles
•    Medios de comunicación parcializados con marcha opositora
•    La consulta previa es importante


Opositores secuestran y maltratan al Canciller de Bolivia
DIARIO LA RAZON, LA PAZ.-
http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=138078&EditionId=2664

En cuestión de segundos la tensión se desbordó y los indígenas terminaron, en medio de gritos y empujones, tomando como rehén al canciller David Choquehuanca y obligándole a encabezar la marcha que terminó rompiendo una barrera policial.

Los hechos comenzaron cerca de las 10.30, después de una reunión de al menos una hora en la que el Canciller propuso a los marchistas abrir un espacio de diálogo con los colonos para salvar diferencias y viabilizar un encuentro.

El planteamiento, que había sido presentado en un encuentro similar día antes, fue rechazado y  cuando Choquehuanca se disponía a trasladarse a Yucumo para informar de la situación a los colonos, fue rodeado por un grupo de mujeres que le reclamó de por qué no atiende sus demandas.

“Estamos 40 días aquí”, “¿nosotros qué somos?”, “queremos que desbloquee para que podamos pasar”, fueron algunas de las frases que salían de un grupo d2e mujeres que rodearon al Canciller.

Esto fue tensionando el ambiente hasta que junto al resto de los indígenas terminaron tomando como rehén al Canciller y llevándolo al frente de la rearticulada marcha. Se rompió el cordón policial en medio de empujones y ataques con flechas a los uniformados que no lograron frenar la sorpresiva arremetida.
Junto a Choquehuanca, estaba el viceministro de Coordinación con los Movimiento Sociales, César Navarro, mientras que el viceministro Wilfredo Chávez logró huir del asedio. “Casi, casi hubo enfrentamientos con la Policía”, explicó la autoridad mientras caminaba flanqueado por los marchistas, quienes avanzaban arengando: “¡Queremos pasar!”.

En La Paz, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, denunciaba que su colega fue utilizado como escudo humano y que su vida corría peligro si no lo liberaban. “Hemos conversado con él y nos ha explicado su condición de  rehén y secuestrado”, sentenció.

Los uniformados flanquearon y acompañaron a la columna que avanzaba hacia Yucumo desde San Miguel de Chaparina, lugar en el que permanecían retenidos desde el martes, porque un contingente policial no los dejaba pasar ante la posibilidad de que se registre un eventual conflicto con los colonos opositores a su movilización en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

TRAYECTO. En el curso de la marcha, al Canciller se le pidió comunicarse con gente del Gobierno para que ordenen el retiro de la Policía de la carretera. A través del teléfono del indígena Fernando Vargas, se comunicó con Llorenti a quien le explicó la situación y le anticipó que aceptaría la decisión que vayan a tomar.

La caminata duró al menos tres horas y se detuvo a pocos metros de un segundo contingente policial, que también tenía la misión de impedir que continúe la marcha, porque pocos metros atrás estaba el bloqueo de los colonos.

Avanzaron cinco kilómetros desde San Miguel de Chaparina y ya se encontraban a tres kilómetros de Yucumo. Una vez frente al contingente policial, el dirigente de la marcha Jorge Mendoza pidió al grupo de mujeres que  flanqueaba a la autoridad, dejarlo ir. El pedido fue aceptado.

“La decisión de soltarlo es para no crear una mala imagen de la marcha”, explicó en una improvisada conferencia de prensa el máximo dirigente de los marchistas, Adolfo Chávez, quien dijo que se quedarán en el lugar a la espera de que los dejen seguir.

El Canciller pasó al lado de los colonos, que estaban armados de palos y decididos a no dejar pasar a sus adversarios hasta tanto saquen de su plataforma de lucha temas como el rechazo a las actividades hidrocarburíferas.

Era visible una marca en el cuello de la autoridad, provocado por los empujones y forcejeos en San Miguel de Chaparina. “Llegué para viabilizar el diálogo, ahora retornaré a La Paz para analizar la situación”, explicó Choquehuanca, quien no se refirió al curso que ahora tomará el intento de facilitar el diálogo indígena-colonos.

Cuatro uniformados resultaron heridos, dos de ellos por el ataque con flechas. El dirigente colonizador Yhonny Marasa informó que el bloqueo para evitar el paso indígena continuará, y que el “secuestro” ejecutado muestra que la movilización no es pacífica

Ya en La Paz, Choquehuanca ofreció una conferencia de prensa en la que informó que lo “obligaron” a marchar, pero evitó hablar de secuestro. Cuando marchaba, explicó que veía que la situación se tornaría violenta si los indígenas chocaban con los colonos.

Entonces, a medida que avanzaba, pensaba cómo evitar tal situación. Dijo que pensaba “echarse en el barro, y no caminar”, para evitar un desenlace fatal.

“La situación es tensa allá”, resumió, y reiteró que persiste la voluntad de dialogar. Llorenti afirmó que el hecho fue planificado. “Imagínense qué hubiese pasado si iba el presidente Evo Morales”.

Relato del Canciller sobre la agresión que sufrió
DIARIO CAMBIO.-
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-09-25&idn=55211


El canciller David Choquehuanca  relató ayer, después de retornar de Chaparina, donde fue tomado como rehén por los marchistas del Tipnis, que estaba dispuesto a sacrificarse para evitar un enfrentamiento entre indígenas y colonizadores.

El Canciller declaró anoche en el Grupo Aéreo de Caza 31 de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), en El Alto, después de ser liberado.

Contó todos los detalles de esa acción y ratificó que fue obligado por los indígenas, como un escudo humano, a romper una barrera de seguridad de policías cuando explicaba la posición del Gobierno sobre el conflicto y la predisposición permanente para el diálogo.

Relató que lo tomaron por la fuerza de los brazos y el cuello para que marche junto a los indígenas con el propósito de pasar un bloqueo de colonizadores en Yucumo, que está en contra de esa marcha y que pide que se instale el diálogo con el Gobierno.

Choquehuanca dijo que vio una situación muy difícil y que temió porque ambos bandos se enfrenten con resultados "incalculables".

"No me voy a prestar a enfrentarme, estaba dispuesto a que me arrastren para no llegar donde estaban los colonizadores, para que no se produzcan enfrentamientos incalculables", contó el canciller Choquehuanca.

Reveló que sintió temor por lo que pudo pasar con su persona, pero aún más con los indígenas y los colonizadores.

Manifestó que fueron momentos difíciles para él y para el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, que también fue secuestrado.

No obstante, reveló que se pudo comunicar con las autoridades del Gobierno para pedir que tomen cartas en el asunto y evitar un enfrentamiento, sin pensar en su persona, sino en resolver la situación. "Me he comunicado con el Ministro de Gobierno y le he informado de la situación, le pedí que evalúen y tomen las decisiones porque no podemos nosotros estar con los brazos cruzados, algo teníamos que hacer", remarcó.

En esa dirección, dijo que pidió que se tome una decisión pensando en el país, y no en él, "como siempre lo hemos hecho", matizó.

La esposa del canciller David Choquehuanca, Lidia Gutiérrez, manifestó que temió por la vida de su esposo tras conocer la noticia de que los indígenas lo habían tomado como rehén. "Hemos temido por la vida de mi esposo, pero ya estamos tranquilos al escuchar las noticias", indicó acongojada en una entrevista con radio Patria Nueva. Dijo que junto con sus dos hijos y su madre sufrieron en las últimas horas "los peores momentos de sus vidas".

"En esos momentos, nos sentimos preocupados, desconcertados, no sabíamos lo que pasaba, y hasta ahorita estoy asustada (...)", señaló Lidia.

Marchistas hirieron a 4 policías
DIARIO CAMBIO.-
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-09-25&idn=55212


El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, informó que cuatro policías fueron heridos por los indígenas que marchan por el Tipnis.

Los heridos son el sargento Prudencio Condori, el teniente coronel Miguel Venegas, el sargento Félix Flores Mamani y el sargento Luis Campusano, uno de ellos trasladado a La Paz para que reciba atención médica.

Llorenti señaló que "la acción fue premeditada y planificada y no intempestiva", dijo.

Indicó que la Policía, cumpliendo órdenes superiores, no hizo uso de la fuerza, por lo que ellos fueron víctimas de heridas provocadas por flechas de los indígenas.

Explicó que el sargento segundo Prudencio Condori fue herido con una flecha en el labio superior derecho, y el teniente coronel Miguel Venegas Córdova sufrió una lesión, también con una flecha, en la mano derecha.

“Además, otros dos sargentos resultaron heridos, estamos hablando de Mamani y Campusano, quienes están contusos, el primero en la pierna derecha y el segundo en el tobillo derecho. Así, la marcha, usando la violencia, armas blancas, como son las flechas, con carácter letal, ha sobrepasado el primer control de contención policial”, agregó.

Confirmó que los indígenas  obligaron al canciller David Choquehuanca, al viceministro de Movimientos Sociales, César Navarro, y la general Foronda, quien está al mando del operativo policial, a encabezar la movilización por más de una hora.

Familia de Canciller Choquehuanca vivió horas dramáticas
AGENCIA BOLIVIANA DE INFORMACION.-
http://www2.abi.bo/#


La Paz, 24 sep (ABI).- Lidia Gutiérrez esposa del canciller David Choquehuanca, dijo el sábado que temió por la vida de su esposo, tras conocer la noticia de que los indígenas que marchan en oposición a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, lo habían tomado como rehén para ponerlo como escudo y romper una barrera policial de seguridad, en la localidad de Limoncito.

    "Hemos temido por la vida de mi esposo, pero ya estamos tranquilos al escuchar las noticias", indicó acongojada en una entrevista con Radio Patria Nueva.

    Dijo que junto a sus dos hijos y a su madre sufrieron en las últimas horas "los peores momentos de sus vidas".

    "En esos momentos, nos sentimos preocupados, desconcertados, no sabíamos lo que pasaba, en ese momento yo estaba muy mal y hasta ahorita estoy asustada, pero yo confío en mi esposo y tengo valor de sobrellevar todo lo que ha pasado", confesó.

    Aunque reveló que tenía confianza que esa situación se iba a resolver porque su esposo siempre tiene un "carácter humilde para afrontar esas situaciones".

    Dijo que como todos los bolivianos y como esposa del Canciller, espera que se entable el diálogo para encontrar soluciones a las demandas de los indígenas de tierras bajas, que marchan desde Trinidad desde el pasado 15 de agosto.

   "Con el diálogo se soluciona todo, parece que los dirigentes no están entendiendo eso y en medio hay otras personas que están con sus intereses propios que perjudican el diálogo, entonces pediría a todos que hagamos un esfuerzo de entablar la conversación", argumentó.

Gobierno denunciará ante la OEA la violencia contra el Canciller
CAMBIO, LA PAZ.-
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-09-25&idn=55180


El Gobierno boliviano anunció que una comisión integrada por el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, y la ministra de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Nardi Suxo, viajará el domingo a Washington, sede la Organización de Estados Americanos (OEA), para sentar una denuncia internacional por el secuestro del canciller David Choquehuanca por los machistas, que se oponen a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.

El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, informó que sostendrán reuniones con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar que el Canciller fue obligado por los indígenas a rebasar una barrera policial de seguridad en la población de Limoncitos, cuando intentaba explicar la posición del Gobierno sobre el pliego petitorio de 16 puntos.

"Es importante anunciar que mañana (domingo) la ministra Nardi Suxo y mi persona estaremos en Washington para tener reuniones con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y con el propio Secretario General de Estados Americanos para denunciar ante la Comisión este tipo de hechos, que por supuesto vulneran nuestras normas internas y también el derecho internacional", argumentó.

Aseguró que el Ejecutivo está "consternado" por la situación de violencia que generaron los marchistas del Tipnis, que solicitaron la presencia del Canciller en el punto de la marcha para reanudar el diálogo, pero reaccionaron con violencia.

"Ellos (los marchistas) han solicitado que vaya un ministro indígena, y fue el Canciller a intermediar entre indígenas y colonos para que no haya violencia, y un grupo de marchistas lo secuestra y lo mantiene como escudo", indicó Llorenti.

Antecedentes
La Policía Nacional resguardaba a los marchistas del Tipnis y colonizadores para evitar enfrentamientos entre ambos grupos. Los pobladores de Yucumo realizan una vigilia en esa localidad, exigen a los indígenas que retiren de su plataforma de demandas cinco pedidos que les afecta.

Una vez que se instaló al Canciller en el centro de la movilización, los indígenas reanudaron la marcha y chocaron contra la línea policial. Durante ese forcejeo, uno de los policías fue herido con la punta de una flecha de los indígenas.

El roce le produjo un corte en la parte superior del mentón. Inmediatamente, el efectivo policial fue retirado del lugar para recibir las atenciones médicas correspondientes.

El Canciller estaba acompañado por el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Cesar Navarro, y el viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez. Este último se retiró de la marcha para dirigirse a Yucumo.

Un miembro de la Policía fue herido con una flecha en el rostro

Un miembro del contingente policial que se movilizó para resguardar la integridad del canciller David Choquehuanca y de su comitiva, integrada por los viceministros Wilfredo Chávez y César Navarro, fue herido en el rostro con una flecha.

Fue durante el choque con los miembros de la marcha, que habían retenido contra su voluntad a las autoridades. Uno de los indígenas le produjo, con la punta de su flecha, un corte en la parte superior del mentón.

Inmediatamente, el efectivo policial fue retirado del lugar para recibir las atenciones médicas correspondientes.

La fuerza pública separa ahora a los colonizadores de Yucumo de los marchistas, para evitar enfrentamientos entre ambos bandos.

De acuerdo con el Canciller, "apenas 300 a 500 metros los separan". "Si no estuviera la Policía, quizá se podría producir un grave enfrentamiento entre hermanos”, relató la autoridad del Órgano Ejecutivo a su llegada a la ciudad de El Alto, donde brindó una rueda de prensa.

Durante su secuestro, en los lados de la columna formada por centenares de indígenas, se colocaron decenas de policías para evitar más desmanes, luego de un primer enfrentamiento registrado en Chaparina.

Pese al mal momento que pasó la autoridad diplomática, Choquehuanca aseguró que el diálogo continuará con los dirigentes marchistas y que se buscará solucionar los conflictos mediante el consenso.

“No hay ruptura del diálogo, pero es una situación muy difícil”, explicó. Los dirigentes, sin embargo, mantienen su pliego petitorio de 16 demandas.

Resentidos y radicales incitaron a la violencia
DIARIO CAMBIO.-
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-09-25&idn=55197

El Gobierno aseguró ayer que grupos de personas radicales encabezados por el ex viceministro Alejandro Almaraz alentaron el secuestro —por más de una hora— del canciller David Choquehuanca, en la zona de Chaparina, norte de Beni, donde una comisión gubernamental llegó para dialogar con los indígenas del Tipnis.

Los marchistas, que se oponen a la construcción de una carretera por el Tipnis, rompieron el primer cerco de seguridad policial y tomaron como rehenes al canciller David Choquehuanca y al viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, en medio de empujones que dejaron a dos policiales heridos.

Por más de una hora, las autoridades del Gobierno fueron utilizadas por los indígenas como escudos humanos para avanzar hacia la localidad de Yucumo.

Luego de momentos de tensión, las autoridades fueron liberadas a 100 metros del segundo cerco policial, que se encuentra en la zona para evitar enfrentamientos entre los marchistas del Tipnis y colonizadores que rechazan cinco puntos del pliego de demandas de los indígenas.

"Me forzaron y me obligaron a marchar y casi hubo enfrentamientos con los policías", relató el Canciller después de ser liberado por los indígenas.

En este contexto, el viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez —que formaba parte de la comisión de diálogo—, denunció que ex autoridades y disidentes del Movimiento al Socialismo (MAS), como Alejandro Almaraz, incitaron a la violencia de los indígenas con fines políticos y de desestabilización.

Aseguró que la intención del Gobierno era dialogar sin condiciones con los indígenas y colonizadores, incluso tenían la intención de organizar un encuentro entre los habitantes del Tipnis y el presidente Evo Morales para alcanzar acuerdos sobre el tema. "Sin embargo, recibimos como respuesta un no contundente a todas las ofertas", dijo Chávez.

"En esta jornada no debía haber violencia (...), pero entendemos que esta actitud ha sido liderada por personas que se han infiltrado en la marcha, que han invadido la marcha con ideas radicales, ideas de violencia, como esta comitiva que salió de La Paz a la cabeza de gente resentida con el proceso como son Almaraz, Lino Villca y otros (Oscar Olivera), que se dan a la tarea de generar este clima de violencia que no existía en el lugar”, indicó el Viceministro.

La autoridad insistió en que las personas que se incorporaron hace unos días a la marcha, como Almaraz, no tienen nada que ver con las demandas de los indígenas y sólo buscan utilizar políticamente ese movimiento para que el país se convulsione.

"Por un tema moral, deberían abandonar este movimiento los radicales que han venido a encender furia, violencia innecesaria", agregó el Viceministro.

Por su parte, en la ciudad de La Paz, el Ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, acusó a dirigentes políticos de oposición de ser los responsables de la violencia que se registra en esta región.

"Estamos advirtiendo con antelación a la opinión pública para que no se deje sorprender. El Gobierno, a través de nuestro Canciller indígena, fue a evitar un enfrentamiento como mediador, y lo toman como escudo humano", expresó.

El Ministro de Gobierno aseguró que la instrucción de la Policía que se encuentra en el lugar es evitar enfrentamientos entre los marchistas y los colonizadores de Yucumo, que exigen que se retiren cinco puntos de la lista de demandas de los indígenas.

Llorenti responsabilizó a los dirigentes políticos que se incorporaron a la marcha si se produjeran enfrentamientos entre ambos grupos.

Por otro lado, el viceministro  de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro,  señaló que los momentos de tensión extrema fueron superados y que junto con el Canciller están realizando las gestiones necesarias para evitar violencia entre marchistas y bloqueadores de la vía.

“Consideramos que tiene que volver la serenidad y la calma, y que los compañeros indígenas no sean motivados a tomar actos de violencia por personas que no tienen nada que ver en el conflicto de la carretera".

Navarro dijo que es evidente que existen intereses políticos que lamentablemente desnaturalizan todo tipo de movilización e introducen violencia.

"Nuestra tarea es restablecer el diálogo y, lamentablemente, lo que nos duele es que se produzcan este tipo de acciones que no son propias de los compañeros marchistas, sino que tienen otro tipo de motivaciones que lamentablemente han generado violencia”, manifestó el Viceministro.

Por su lado, el canciller Choquehuanca declaró: "Yo vine con la sana intención de dialogar; los hermanos me dijeron: 'te van a agarrar, te van a secuestrar', y a pesar de eso yo vine. Estuvimos a las nueve de la mañana para dialogar con los indígenas y los ánimos se encontraban exaltados. Yo voy a seguir hablando con los hermanos, de ambos grupos, para evitar cualquier posible enfrentamiento".

La ONU pide evitar la violencia  
DIARIO CAMBIO, LA PAZ.-

La coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia, Yoriko Yasukawa, exhortó a indígenas del Tipnis y colonizadores evitar violencia  y proteger a los niños que se encuentran en la marcha.

"Pedimos que el Gobierno haga todo lo posible para promover que se mantenga un clima de calma, y se evite a toda costa la violencia, y el discurso agresivo, porque la violencia no ayuda en nada", declaró Yasukawa a la Red Patria Nueva. También pidió a los dirigentes del Tipnis que tengan una actitud de flexibilidad y de "pragmatismo".

Por otro lado, Yasukawa lamentó la violencia que se registró durante la jornada de ayer en la localidad de Chaparina, donde niños y niñas estaban expuestos a serios riesgos.

"Realmente lamentamos mucho este hecho de violencia y que por favor respeten la vida y la dignidad del Canciller y del Viceministro. Espero que no se repita contra nadie más y hacemos un llamado, tanto a los marchistas como a los colonizadores, para que eviten a toda costa el enfrentamiento y cualquier tipo de violencia, en especial que protejan a los niños que están en la marcha, porque ellos no están ahí por elección sino que los adultos los llevaron", argumentó.

Por otro lado, la presidenta de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia, Yolanda Herrera, pidió a los marchistas que depongan actitudes de enfrentamiento innecesarias y reiteró la convocatoria al diálogo.

Sectores sociales protestan por la agresión
DIARIO CAMBIO.-

Organizaciones sociales y campesinas rechazaron las actitudes violentas de indígenas de tierras bajas que marchan en defensa del Tipnis.

El dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) Rodolfo Machaca denunció que el ex viceministro de Tierras Alejandro Almaraz, el ex senador Lino Villca, ambos disidentes del Movimiento al Socialismo (MAS), y Óscar Olivera, que estuvieron presentes en la localidad de Limoncito, están perjudicando el diálogo y "aprovechando" las demandas de los indígenas con fines políticos

El dirigente, lamentó la acción premeditada de los marchistas, que pusieron como escudo al Canciller para romper una barrera policial de seguridad e hirieron con una flecha a un oficial de policía para pasar el bloqueo de Yucumo y continuar su paso hacia La Paz.

"Es censurable la actitud de los marchistas, no podemos estar todos los indígenas y campesinos luchando para entregar en bandeja de oro el poder político y económico a esos oportunistas, a esos resentidos que han estado al margen del actual proceso de cambio", dijo Machaca.

Por su parte, Julián Jala, también dirigente de la CSUTCB, declaró: "Hemos sido víctimas por parte de los marchistas, el hermano Canciller del Estado Plurinacional es nuestro hermano aymara originario, igual que los indígenas, por tanto no vamos a permitir que lo obliguen a encabezar la marcha".

El dirigente señaló que este sector se declara en estado de alerta en espera de la reanudación del diálogo, por lo que acusan y declaran a Almaraz, Villca y Olivera como "enemigos número uno de todos los originarios del país, quienes han protagonizado la marcha desde hace dos días y producto de eso han secuestrado a nuestro compañero canciller Choquehuanca", sostuvo.

Por su parte, el representante de los Ponchos Rojos Simeón Jaliri declaró que en las próximas horas se realizará un ampliado para determinar acciones legales respecto del secuestro de las autoridades de Gobierno, y dijo que de ser necesario irán hasta el lugar del conflicto.

"Mañana, en ampliado de la provincia Omasuyos, los Ponchos Rojos vamos a declarar personas enemigas a  Almaraz, Villca y Fernández, como personas enemigas del proceso de cambio".

Ayer, el canciller David Choquehuanca, el viceministro César Navarro y un oficial de la policía fueron tomados como rehenes cuando el ejecutivo intentaba reanudar el diálogo.

Las organizaciones sociales pidieron a los marchistas que no se dejen influenciar por interés políticos de ex autoridades del oficialismo y de organizaciones no gubernamentales (ONG) que operan en el país.

Funcionarios de ONG duermen en hoteles
DIARIO CAMBIO.-
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-09-25&idn=55196

Ronald Corini es un periodista que acompañó a la marcha de indígenas por más de 20 días. Vivió situaciones que los medios privados nunca revelaron. Contó secretos de los movilizados, sus penas, sus fiestas, el apoyo que recibían de las ONG.

En la siguiente entrevista, el informador de radio Patria Nueva reveló cómo los organismos no gubernamentales impulsan a los marchistas, trabajan en su imaginario colectivo y les brindan apoyo material y logístico.

Además, contó cómo los principales dirigentes de la caminata dejaron en claro que su objetivo es “alejarse del proceso de cambio para cambiar el proceso”, con ayuda de una previsible campaña gubernamental que será usada para catapultar mediáticamente a los representantes de los caminantes, según el dirigente Celso Padilla.

A continuación, la entrevista con el periodista Corini.

—¿Cuán importante fue haber participado de la marcha indígena, como un nexo informativo hacia la sociedad?
—La movilización que se ha dado en esta octava marcha indígena parte en un contexto donde el sector indígena tiene protagonismo a través del presidente Evo Morales, pero el enfoque periodístico que se le da hace que los medios adopten una posición, por un lado los privados, que azuzan o victimizan a la movilización y, por otro lado, los estatales, que dan a conocer las propuestas desde el Ejecutivo y las propuestas que se dioeron en esta movilización.

En ese sentido, algunos medios de comunicación daban fe de que la marcha avanzaba, y eso no era así. Nosotros nos quedábamos hasta lo último para confirmar la información y vimos que (en determinado momento) no avanzaban y se quedaban un día más en el mismo lugar.

Evidenciamos la muerte del niño fallecido entre Trinidad y San Ignacio, y las cinco personas que fueron embestidas por ganado. Una noticia que no salió fue sobre las quemaduras que sufrió un señor en (la población de) Totaizal porque trató de recoger basura y un ambientador explotó, provocándole quemaduras.

Sobre las carencias que se tuvo, (en lo referido) al agua, alimento, (así como las) infecciones diarreicas, respiratorias, que se evidenciaron y que fueron reflejadas como la nota humana en los periódicos y la cobertura en otros medios, fueron enfocadas desde el lado de victimizar a los marchistas y, es cierto, son víctimas, pero los medios no mostraron que ese sacrificio podía haberse evitado con la instalación de una mesa de diálogo, (el cual) no avanzó por la impostura de los dirigentes. Gracias a eso fallecieron niños, y mujeres embarazadas perdieron sus bebés. Ellos son los que realmente sufren y son las verdaderas víctimas.

—¿Qué fue lo que llamó su atención, en cuanto al factor humano?
—Dejando el aspecto político, fue la estructura orgánica que tienen las comunidades y que obedecen a una instrucción. Cito el caso de los Chimanes propiamente, porque si el dirigente participa de una movilización, la comunidad actúa orgánicamente, y se eligen siete representantes, que obedecen al dirigente. Y a esa estructura la tiene que seguir toda la familia, no sólo la persona designada, por lo que esos representantes necesariamente tienen que salir con sus familias, su esposa y los hijos.

—Entonces, ¿la estructura orgánica obliga a que familias enteras se movilicen?
—Es así. La estructura orgánica les obliga a eso porque, dentro del organismo, la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) tiene su estructura. Un claro ejemplo es la comunidad Yotaú, en Guarayos, que convocó a 10 representantes, algunos varones. Algunos salieron sólo con sus esposas, pero el resto lo hizo con toda su familia.

—¿La participación de las bases indígenas es más por convicción o por obediencia?
—Se pudo ver que se debe a la obediencia, por su estructura organizativa y orgánica, que es vertical.

—¿Qué decían los marchistas respecto de la movilización? ¿Conocían las demandas?
—El sentimiento está basado en estos dos parámetros: el institucional y el orgánico, que es participativo y no es con un desconocimiento de causa en muchos casos.

Inclusive, en su momento, en Puerto San Borja, la marcha no avanzó porque se da un día de socialización de la plataforma de 16 puntos. Esto fue en la segunda semana, porque, en el inicio, la marcha se basó en torno a una sola demanda, y llegando a San Borja, los dirigentes hacen conocer una plataforma de 16 puntos. (Esto) para que los dirigentes no estén desinformados (cuando) un medio se les acerque.

En ese proceso, abandonaron la marcha un grupo de Guarayos porque, como se informaron, dijeron: “Nos han traído por una cosa y resulta que hay otras más, además no hay atención en la alimentación”. Cuestionaron el asunto de los traslados.

Durante la marcha, hubo un relevo (de marchistas) respectivo. Como ejemplo, la comunidad de Yotaú manda un grupo de 20 personas, y éstas permanecen unos 4 ó 5 días, hasta una semana, mientras que otro grupo llegue y los reemplace. Entonces el que marchaba, retorna. También evidenciamos el asunto de los vehículos y movilidades que llegaron para trasladar a los marchistas, se quedan en Puerto San Borja y vienen, ya desde Yucumo, para incorporarse. Citó (el caso de) la familia Montaño, que como a muchos indígenas, no les agradó este aspecto y lo denunciaron.

La familia Montaño denunciaba en una radio que su hija estaba en la marcha y ahora que están en La Embocada decía que quería retirarse, por la falta de alimentación, el clima y otras condicionantes. Ella quería irse, quiere retornar pero la gente no le dejaba porque no había el relevo respectivo de la comunidad.

—¿El relevo era un condicionante para el retiro de los marchistas?
—En algunos grupos sí es condicionante, y hay fotografías como prueba del traslado de movilizados, se ven camionetas. En Puerto San Borja llegaron marchistas en vehículos y se vio cómo bajan y se incorporan a la marcha, se ven las camionetas que trasladan equipaje, a las mujeres y a los niños, los más agotados, a ellos los llevan en movilidades, mientras que los hombres marchan. Hay otro tipo de vehículos que trasladan los insumos, las mochilas, las carpas.

—Sobre la presencia de mujeres y niños, ¿ésta fue mayoritaria o era reducida?
—No hay números estimados, los indígenas hablan de 1.800 ó 2.000 marchistas, pero no se descuenta a los que se fueron, sólo se suman a los que llegan. En un momento, se hablaba que había 150 menores, 300 mujeres y 15 embarazadas, pero no se constató estas cantidades porque no hay números fijos entre los marchistas.

En algún momento vimos que la cantidad de marchistas llegaba al millar, pero hay que ver si este número es constante o es un promedio entre los que se fueron y los que llegaron como relevo, porque ahora se habla de dos mil, porque llegaron muchos a Puerto San Borja, que es un lugar donde hay comida, alojamiento, electricidad, agua potable, hay movilidad, lo que no sucede en las comunidades.

Por ejemplo, los técnicos del comité de marcha, de movilización y otras personas optan por no dormir en la marcha, pero sí van a dormir a San Borja como es el caso de Leonardo Tamborini del Cejis, los representantes de Asofamd acudían a un hotel para dormir.

Estas personas acompañan (la marcha) en un momento, pero en la noche se van a un alojamiento y eso ocurrió en varios trayectos como San Ignacio-Puerto San Borja, San Ignacio-Santa Ana, Santa Ana-Totaizal, los técnicos iban y venían, no permanecían en la marcha, porque se iban a comprar alimentos, agua y otros insumos para la marcha, que lastimosamente no alcanzaba para los indígenas.

—¿Cómo describe la participación de las ONG en la movilización?
—Una participación directa. En algún momento nosotros estuvimos en esas reuniones, y vimos y escuchamos cómo ellos hablaban con los dirigentes, diciendo que el Gobierno se desgaste en la etapa de negociaciones, que esta marcha es histórica, que es por reivindicaciones, que no pueden dejar de lado esta movilización, que tienen que llegar a La Paz.

Eran los técnicos de las ONG los que promovían la continuidad de la movilización, señalando que el apoyo a los indígenas no les iba a faltar, que es un momento en el cual se debe exigir al Gobierno. Estuve en esas reuniones en dos ocasiones, hasta que me identificaron como periodista de un medio de comunicación estatal.

Lastimosamente el jueves 17 (de agosto) hicieron conocer una resolución que impedía que canal 7 esté presente, se condicionó la presencia de radio Patria Nueva. Por lo menos nosotros no faltamos a la verdad, emitíamos lo que escuchábamos y lo que los dirigentes declaraban en los despachos que hicimos. En ningún momento se exageraron las cosas, informamos sobre las madres embarazadas que perdieron a sus bebés, a los niños fallecidos.

—¿Estos técnicos hicieron algún tipo de promesas a los indígenas para que continúen en la marcha?
—En las reuniones participaban los técnicos, representantes y dirigentes; no las bases, que no llegaban a participar de esos encuentros. Sólo estaban Celso Padilla, Pedro Nuni, Leonardo Tamburini (director ejecutivo de la ONG Cejis), Adolfo Chávez y Rafael Quispe, son ellos quienes articulaban las decisiones políticas y acciones de la marcha.

En algún momento, cuando se reunieron con las comisiones gubernamentales (...) fue Celso Padilla el que dijo, en una de sus participaciones: “Nosotros nos alejaremos de este proceso de cambio para cambiar el proceso y será el Gobierno quien con sus campañas nos hará conocer a nivel político. Ya sea Chávez, Nuni o Padilla, quienes hagamos frente a este proceso”.

—¿Estaban con la idea de conformar su partido o movimiento político?
—Ya desde ahí surge esa idea. A eso se suma que Adolfo Chávez manifiesta, en estos últimos días, ya en su permanencia en San Borja, el agradecimiento "al Ministerio de Comunicación por hacernos conocer, porque a partir de eso nos colaboran, nos conocen". Pero hay otras cosas que llaman la atención, porque a título de apoyo de la ciudadanía recibían colaboración de personas cuya participación llama la atención.

—¿Cuáles son esos aspectos que advirtió dentro de su participación en la marcha?
—El primer día que llegaron a San Borja, identifiqué al sobrino de Wálter Guiteras, que entregó carne junto con otro ex candidato del MNR. Esto sucedió el primer día que la marcha llegó a San Borja, el 1 de septiembre, si no me equivocó.

Sabían dónde los marchistas se iban a instalar, y cuando entregaron, lo hicieron a título de ayuda humanitaria, pero como periodista uno conoce a las personas, y yo vi que esas acciones rayaban en lo que es la ayuda humanitaria, pues actores políticos vinculados al Comité Cívico de Trinidad y al gobernador Ernesto Suárez, que junto con otras personas se hicieron presentes, desvirtúan la esencia de esta movilización indígena social, con la participación de estos actores, que se sabe que buscan algo.

Lo mismo pasa con las ONG, que más allá de un apoyo técnico, invierten en la marcha con la compra de víveres e insumos. La Fundación Tierra compraba turriles de agua, los trasladaba junto con agua embotellada en Yucumo, y trasladaban hasta Totaizal, que son 46 kilómetros.

Están moviendo muchos recursos a título de ayuda humanitaria, pero es un gasto enorme alimentar a todas las personas que están ahí (en la marcha), es lo que llama la atención.

Pero no sólo hubo apoyos que eran necesarios. Por ejemplo, la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) tenía su propio médico que los acompañaba. La Cooperación Española brindó atención médica, pero eso implicaba también comprar medicamentos, sales de rehidratación, sueros, pastillas, analgésicos, pero al final esto no fue suficiente porque se puso en peligro la vida de mucha gente, lo cual desvirtuó la marcha.

—¿Qué pasó con esa ayuda médica? Porque igualmente hubo fallecidos por falta de atención.
—Había muchos niños enfermos, fue una mayoría, por la falta de agua, los cuales demandaban atención médica y por ende medicamentos. Pese a eso murió ese bebé en San Borja. Cuando el pequeño se sintió mal, le hicieron la valoración. En el hospital de San Borja se les dio las recomendaciones del caso, pero la familia volvió al campamento, y cuando el bebé se puso mal, no había la movilidad para llevarlo rápidamente a San Borja o San Ignacio, cuando antes había ambulancias que iban con la marcha, pero fueron echadas de la marcha por ordenes de los dirigentes.

Ya después, don Adolfo Chávez salió a decir que aceptaban ayuda médica, por la ambulancia, cuando antes la sacaron de la marcha porque decían que "eran buzos del Gobierno", y es una susceptibilidad que se crea cuando la Ministra de Salud dice que los médicos tienen que dar de baja a quienes haya que dar de baja, pero los dirigentes lo entendieron como una manera de mermar la marcha.

El doctor Bejarano, un médico que acompañó a esta marcha, por parte de la Cooperación Española, ya en San Ignacio, recomendó que muchas mujeres y niños no participen de la marcha, pero esta estructura orgánica les obliga a participar, lo que hace que esta movilización pierda su esencia en función a las demandas, porque por un lado parten con un pedido, y aparecen 16, también el concepto de marcha se desvirtúa cuando establecen todo un programa con días de avance y días de descanso, todo un cronograma.

No critico el uso de carpas, pero me llama la atención que antes las marchas se construían en torno al nylon, al tostado, al arroz, al sacrificio, pero no en condiciones cómodas, como que un micro traslade tus cosas. Por ejemplo, hasta en una peregrinación uno lleva a cuestas sus cosas hasta llegar a su destino, pero no te vas simplemente paradito y tus cosas te esperan en el punto de descanso.

—¿Qué experiencias vivió en su convivencia con los marchistas?
—Por lo menos, con algunos grupos traté de interrelacionar, saludar a todos los indígenas, sea quien fuere, el acercamiento con algunos dirigentes, que nos han permitido estar ahí, acercarnos. Si bien hubo un círculo de seguridad para los medios, incluso nos tuvieron que acreditar, nos dieron una acreditación para hacer cobertura, ingresar al campamento y en algún momento para los Chimanes llevamos galletas, pan para ellos, que eran los que menos comían porque ellos cazaban, iban al río y pescaban, no dependían tanto de que llegue la cebolla o el fideo. Ellos se hacían su fogata, agarraban el pescado, lo ponían en chala de hoja de plátano a la brasa y eso comían. El propio plátano verde lo hacían cocer a la brasa. El pescado con plátano comían.

—¿Tenían mesas comunes?
—Más que mesas comunes, eran por comunidades, por grupos familiares que cocinaban en algún caso, hacían ollas comunes. Incluso algún momento me tocó hacer fila con un plato para comer, hicieron de esa manera.

—¿Son accesibles los marchistas?
—Hay una restricción en esa parte. Incluso en San Borja se optó por que sólo los representantes hablasen, nadie más. Ya había una comunicación interna de que nadie hable y no podían acercarse a una persona. Hablaban cuando había una preocupación por la familia, alguna nota social y esa necesidad también de hablar. Hablaban de lo último que pasó en San Borja, la lluvia, la ropa mojada, ese retorno de al menos 100 marchistas para hablar con los ministros.

—¿Había actividades sociales?
—Hubo organizaciones como Derechos Humanos que organizaron actividades para los niños, por un lado. Entre los marchistas, partidos de fútbol entre comunidades, incluso se organizaron pequeñas fiestas, esto a manera de socializar. Reuniones sociales, que ameritaban interrelacionarse, discutir las actitudes dirigenciales.

Cobertura mediática parcializada a la marcha opositora
DIARIO CAMBIO.-
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-09-25&idn=55213

El manejo mediático no contribuye a la generación de condiciones para incentivar el diálogo entre los actores en conflicto por la marcha indígena por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y, al contrario, ahonda las disparidades, según el análisis de dos comunicadores.

Bajo la mirada del periodista e investigador Carlos Soria Galvarro Terán, el manejo mediático de la marcha de los indígenas del Tipnis  “es un poco sensacionalista”,  pero “no hay que olvidarnos que es un tema que de por sí despierta la sensibilidad de la gente, como la participación de mujeres, niños. Eso hace más sobresaliente, hace más sensible el tema”.

Diversos sectores indígenas del oriente boliviano se encuentran enfrentados a la administración estatal por la construcción de una controversial carretera, porque traviesa el Tipnis, y con ello supuestamente se romperá su ecosistema y afectará el hábitat de los más de 60 pueblos indígenas que habitan el parque.

Por su parte, la periodista Amanda Dávila remarcó que “los medios de comunicación no están contribuyendo a crear condiciones adecuadas para el diálogo entre las dos partes en conflicto, y en lugar de crear estas condiciones propicias para el diálogo lo que están haciendo (…)  es  agudizar las diferencias de las partes en conflicto en lugar de ayudar a encontrar los puntos de coincidencia”.

En el transcurso de la marcha indígena surgieron varias denuncias explicitadas en los medios informativos, tanto estatales como privados, que buscaban deslegitimar las posiciones de los grupos en conflicto.

Empero, en criterio de Soria Galvarro, “hay muchas torpezas por parte del Gobierno, que dan lugar a que la prensa opositora, o los medios opositores, exploten a su gusto ese tema (de la marcha indígena)”, explicó.

Tal fue el caso, ejemplificó, de la retención policial de un vehículo de insumos para los marchistas, “es una evidencia muy clara de que se actúa por parte del Gobierno con mucha torpeza”.

“Es obvio que esos errores, torpezas y contradicciones que el Gobierno expresa facilitan el trabajo de la oposición”, enfatizó el periodista.

Además, Dávila detectó que los medios asumieron un papel activo en el escenario del disenso, “los medios de comunicación también se están convirtiendo en actores del conflicto, actores que están agudizando el conflicto. Su función debería ser la de trabajar por la construcción de la paz (...)  de cooperar al diálogo”.

La protesta en el territorio indígena, la movilización, una de las prolongadas en el gobierno de Evo Morales, atrajo la atención de la prensa local y extranjera, que presta amplia cobertura a los sucesos.

Se convirtieron en los actores centrales
Los medios adoptan un papel en el drama del conflicto por el Tipnis, asevera la periodista Amanda Dávila.  

“Es interesante ver que en este tema los medios de comunicación se han convertido en actores también del conflicto, forman parte del conflicto"

Dávila insiste en que los medios deben ser un instrumento para facilitar el diálogo, no al revés.

Respecto al manejo informativo por parte de medios privados y estatales, Carlos Soria Galvarro enunció que la magnificación sensacionalista de la información se debe a que los funcionarios gubernamentales “entregan en bandeja de plata argumentos para que los medios opositores usen eso a su gusto” .

Es por ello que, menciona Dávila, cuándo suceden acercamientos entre el Estado y los indígenas de la marcha “desafortunadas informaciones" los alejan.

“Eso no quiere decir tergiversar la verdad, (los medios) se están convirtiendo en parte del conflicto, agudizándolo”, precisó.

La consulta previa es importante
DIARIO CAMBIO.-
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-09-25&idn=55167


Tanto el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas coinciden en manifestar que la consulta para el consentimiento es una etapa para lograr un acuerdo, por lo cual no sería vinculante, es decir que un probable rechazo no significaría la paralización inmediata de un proyecto.

Para el constitucionalista argentino Néstor Pedro Sagüés, la consulta previa e informada, aunque no sea vinculante, tiene importancia como dato para la defensa de los derechos indígenas, en instancias nacionales como internacionales, es decir que para él no es un mero mecanismo declarativo del derecho internacional.

“Vamos a suponer que no sea vinculante, de todas maneras es un dato importante (el rechazo a un proyecto en una consulta) que puede ser tomado en cuenta en acciones ante el Tribunal Constitucional si la medida adoptada por el Estado fuera irrazonable”, afirma.

El constitucionalista califica como “irrazonable” las decisiones que dispusieran la construcción de una obra que una comunidad indígena entendiera que afecta sus derechos ancestrales, su salud, su cultura o su programa de vida, y la rechaza, pero el Poder Ejecutivo o Legislativo sigue adelante.

“Eso puede dar lugar a acciones ante la justicia, ante el Tribunal Constitucional, donde la comunidad agraviada diría: hemos sido consultados, la respuesta es negativa y la decisión estatal es irrazonable por las razones que hemos dicho cuando nos expresamos por el no, entonces, el Tribunal Constitucional tendría que dictar sentencia”, señala Sagüés.

Según el letrado argentino, la importancia de la consulta podría tener lugar en instancias supranacionales, como la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, en el marco del Convenio 169 de la OIT.

“Si una consulta fuera desoída por las autoridades nacionales, agotadas las instancias internas en cada país, podría ir ante la Comisión de Derechos Humanos la comunidad agraviada, y luego ante la Corte Interamericana, y plantear sus reclamos, y la Corte evaluaría si la consulta desoída fue bien o mal desoída. Entonces se revisaría en la instancia supranacional la decisión estatal”, explicó Sagüés.

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