lunes, 6 de junio de 2011

ONU sentencia fracaso mundial de guerra contra el narcotráfico y pide nueva estrategia

    La Paz, jun 5 (ABI).- La Comisión Global de Políticas de Drogas, de la Organización de Naciones Unidas, pidió, con fuerte acento en los derechos humanos, una nueva estrategia mundial antidrogas tras sentenciar el fracaso en rotundo de la guerra mundial antinarcóticos declarada por Estados Unidos en la década de los 50 que, pese a sus costes, entre otros millones en las cárceles, no consiguió revertir el mal ni plantar la esperada reforma.

    "La guerra global a las drogas ha fracasado con consecuencias devastadoras para individuos y sociedades alrededor del mundo", afirma el manifiesto de la Comisión Global suscrita por personalidades internacionales, entre otros los ex presidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso; de Colombia, César Gaviria y de México, Ernesto Zedillo.

     La conclusión tras 50 de esfuerzos incisivos y multimillonarios, paradójicamente contrarios a los derechos humanos, también fue reivindicada por Kofi Annan, ex secretario general de las Naciones Unidas, además de George Shultz, ex secretario de Estado de los Estados Unidos, el ex premier de Grecia, George Papandreou y Javier Solana, ex Alto Representante de la Unión Europea.

    Cincuenta años después del inicio de la Convención Unica de Estupefacientes, y luego de 40 que el presidente Richard Nixon proclamara la guerra contra las drogas, la Comisión pidió medidas más imaginativas, inteligentes, humanas, lo mismo que audaces para revertir el actual cuadro de situación.

    "Los inmensos recursos destinados a la criminalización y a medidas represivas orientadas a los productores, traficantes y consumidores de drogas ilegales, han fracasado en reducir eficazmente la oferta o el consumo. Las aparentes victorias en eliminar una fuente o una organización de tráfico son negadas casi instantáneamente por la emergencia de otras fuentes y traficantes", hizo notar el documento suscripto también por Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, escritores e intelectuales de México y Perú respectivamente y Ruth Dreifuss, ex presidenta de Suiza y ministra de Asuntos Internos.

    La Comisión Global pidió, por tanto, "terminar con la criminalización, la marginalización y la estigmatización de las
personas que usan drogas pero que no hacen ningún daño a otros" y puso especial énfasis en el respeto a "los derechos humanos de las personas que usan drogas".

    Llamó también a "abolir las prácticas abusivas llevadas a cabo en nombre del tratamiento ?tales como la internación forzada, los trabajos forzados, y los abusos físicos o psicológicos- que contravienen los principios y normas de derechos humanos o que eliminan el derecho a la autodeterminación".

    Este principio debería aterrizar en casos en que se han involucrado campesinos, correos, y pequeños vendedores.

    "Muchos de ellos han sido víctimas de violencia e intimidación o son dependientes de drogas", apuntó el documento.

   También demandó "alentar a los gobiernos a que experimenten con modelos de regulación legal de las drogas a fin de socavar el poder del crimen organizado y para salvaguardar la salud y la seguridad de sus ciudadanos".

    Asimismo, "ofrecer servicios de salud y tratamiento a los que los necesiten" y "asegurar que esté disponible una variedad de modalidades de tratamiento, incluyendo no sólo los tratamientos con metadona y buprenorfina, sino también programas de tratamiento asistido con heroína que han probado ser exitosos en muchos países europeos y en Canadá".

    Lo propio, revisar las políticas carcelarias "de millones de estas personas en las recientes décadas ha llenado las prisiones y destruido vidas y familias, sin por ello reducir la disponibilidad de drogas ilegales o el poder de las organizaciones criminales".

    La nueva estrategia, subrayó la Comisión, debería conllevar todos los mecanismos que franquea la ley, asimismo los esfuerzos del Estado, para frenar a las organizaciones mafiosas.

    "Focalizar las acciones represivas en las organizaciones criminales violentas, pero hacerlo de manera de socavar su poder y su alcance, mientras se da prioridad a la reducción de la violencia y la intimidación", afirma el manifiesto.

    En una suerte de ejemplo de lo registrado en países productores de estupefacientes en Sudamérica, pidió "remplazar las políticas y las estrategias de drogas orientadas por la ideología y la conveniencia política, por políticas económicas responsables y estrategias basadas en la ciencia, la salud, la seguridad y los derechos humanos ? y adoptar criterios apropiados para su evaluación"
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Tomado de: http://abi.bo/

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