La Paz - 07 de Mayo de 2015 | Unidad de Comunicación
El Servicio Nacional de Sanidad
Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (SENASAG) dependiente del
Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, emitió dos resoluciones que
prohíben el registro, importación, comercialización, distribución y uso
de los plaguicidas de uso agrícola Endosulfan y Monocrotophos y sus
mezclas en todas sus concentraciones debido al alto riesgo que
significan para la salud de las personas y del Medio Ambiente.
Las
resoluciones administrativas 24 y 25 fueron emitidas el 16 de marzo del
presente año y son el resultado de intensas negociaciones e impulso
realizado por el Comité interministerial conformado por el Ministerio de
Desarrollo Rural y Tierras, a través del SENASAG, el Ministerio de
Medio Ambiente y Agua y el Ministerio de Salud, mediante el área de
Salud Ambiental.
Para este efecto, el Ministerio de Salud creó un comité interno de evaluación toxicológica de plaguicidas clasificando al Endosulfan y Monocrotophos como altamente tóxicos.
De
acuerdo con las resoluciones emitidas, las tres instancias mencionadas
se harán cargo de ejecutar y hacer cumplir esta norma que prohíbe su uso
con fines agrícolas. Esta Cartera de Estado hará una campaña mediática
con el fin de socializar los daños irreversibles que ocasiona el uso de
este producto a la salud y el medio ambiente.
Bolivia, además está trabajando en una
norma complementaria para el registro de plaguicidas químicos de uso
agrícola, en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Rural y
Tierras, a través del SENASAG el Ministerio de Medio Ambiente y Agua y
el Ministerio de Salud por medio de la Dirección General de Promoción de
la Salud.
En 2012; 127 países reunidos en Ginebra, acordaron
incorporar el endosulfan a una lista que incluía 21 contaminantes
orgánicos persistentes que están prohibidos. A partir de esa decisión y
en el plazo de un año, ese pesticida tendría que haber quedado fuera de
circulación, después de que varios estudios demostraran su extrema
toxicidad por contacto dérmico o inhalación.
En ese entonces, el
especialista de la Secretaría de la Convención de Estocolmo (relativa a
los contaminantes orgánicos persistentes) David Ogden informó que se
había constatado su relación con desórdenes congénitos en recién nacidos
y casos de retraso mental.