Por Fabiola Chambi - Los Tiempos Digital - 9/02/2015
Desde hace algún tiempo, 11 entusiastas se sumergieron en el apasionante mundo de la investigación en drones, una iniciativa de la Fundación Jalasoft en Cochabamba, que tiene como objetivo crear aplicaciones cívicas para ser desarrolladas en el país.
En el mundo es cada vez más común el uso de drones, hacer entregas a domicilio, vigilar los campos, realizar coberturas periodísticas o simplemente capturar impresionantes imágenes en sobrevuelo, son algunas de las aplicaciones. Esta tecnología está formando parte de la cotidianidad.
Huáscar Espinoza, un cochabambino que radica en España, impulsó el proyecto convencido de que desde Bolivia se puede aportar con el desarrollo de esta tecnología que está revolucionando el mundo.
En Jalasoft, este proceso se realiza mediante un drone que armaron y sirve como plataforma de investigación en base a cuatro pilares: visión, control, evasión de obstáculos y finalmente, hardware y sistemas operativos.
"Estamos trabajando con un exacóptero que tiene buena estabilidad aunque el tiempo de vuelo es una debilidad. A futuro queremos trabajar con un drone de ala fija que permitirá tener mayor tiempo de vuelo", explicó Fabio Arnez, uno de los investigadores.
En Bolivia, aunque no en el mismo nivel que otros países, estas naves aéreas no tripuladas también van ganando su espacio. Son notables los ejemplos de Mauricio Mirabal y Alex Chipana, inventores de las ciudades de La Paz y El Alto que incursionaron en el ensamblaje de éstos y lograron importantes tomas aéreas.
Sin embargo, el proyecto de Jalasoft se enfoca ahora en "entender la tecnología de código abierto para modificar y hacer nuestros propios cambios adecuado a otro tipo de aplicaciones que no solo sean las básicas de filmación", asegura Espinoza.
De acuerdo a lo analizado por el experto, la mayoría de los drones que venden para uso comercial no tienen mecanismos para evitar obstáculos y esos son los aspectos que motivan la investigación como un primer paso, luego definir de acuerdo a las necesidades del mercado, qué se puede desarrollar en Bolivia.
A pesar de que esta tecnología se ha venido usando en los últimos 50 años, ahora su uso se ha hecho más popular, porque lo precios han bajado y también se consolidan proyectos de código abierto, gracias a ellos es posible, por ejemplo, descargar funciones básicas de un drone para poder trabajar desde Internet.
Antes, se consideraban costos de 5 mil dólares o más, ahora se puede encontrar hasta en 150 dólares.
Aplicaciones civiles
Un aspecto clave para entender la tecnología es saber de qué manera los ciudadanos se pueden beneficiar de ella. Al respecto Espinoza comenta que hay la Transportadora de Electricidad (TDE) quiere inspeccionar sus líneas técnicas en lugares remotos, donde es difícil acceder por las condiciones del clima, a través de drones y de manera más independiente.
Otra aplicación también se daría en la agricultura para realizar control de plagas y monitorear los sembradíos, para esto el drone debe cargar un equipo de captura que puede ser una cámara térmica o normal y usar sensores infrarrojos.
Sin embargo, aún hay barreras para su uso, pues no es completamente seguro volar un drone. "Debe haber una entidad que sea independiente, que verifique que si van a volar en áreas urbanas no cause accidente, la electrónica debe ser muy confiable y lamentablemente a nivel mundial hay una barrera porque recién se están empezando a crear las regulaciones", manifiesta Espinoza.