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"Hasta la fecha en un año y un mes hemos realizado 61 transparentes de riñón, de esos 61, la totalidad (de donantes) fueron de familiares: padres, madres, hijos, hijas, hermanos y hermanas, y algún conyugue", explicó en el programa El Pueblo es Noticia que difunden los medios estatales.
Aseguró que ese Programa es un éxito tomando en cuenta que no solo se trata de la operación del paciente, sino también de la preparación del donante, tanto en la operación y post operación.
"Muchas veces el paciente no tiene la compatibilidad con sus parientes para el trasplante de riñón, por lo que necesita si o si un tratamiento de hemodiálisis, según lo que indique el especialista", sustentó.
Recordó que hasta 2005, el servicio de salud pública de Bolivia solo tenía 5 máquinas para hemodiálisis, que estaban distribuidas en 14 unidades de hemodiálisis en todo el país.
Situación que en la actualidad ha cambiado diametralmente con 145 máquinas en todo el país.
Por otra parte, informó que el Ministerio de Salud ha logrado "cierta descentralización de las unidades de hemodiálisis", tomando en cuenta que antes sólo atendían en las capitales de departamento, en los hospitales de tercer nivel.
La Ministra de Salud recordó que un trasplante de riñón tiene un costo aproximado de 140.000 bolivianos, monto al cual gran parte de la población no puede acceder.
"Entonces terminaban falleciendo por no contar con esos recursos económicos", lamentó.
El Decreto Supremo 1870, promulgado en enero de 2014, establece que el Estado pague por el trasplante a pacientes que no tienen un seguro de salud.
La norma dispone también que los enfermos reciban un riñón de familiares -hasta de tercer grado- y de donantes cadavéricos.
xzs/rsl ABI
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