lunes, 23 de febrero de 2015

Allende: “Debemos ceder 100 km de costa a Bolivia”

Salvador Allende gobernó Chile desde el 4 de noviembre de 1970 hasta el 11 de septiembre de 1973.
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Entrevista a Roberto Calasich Zárate, exsecretario General de la Federación de Trabajadores Bancarios de Bolivia

En noviembre de 1970, época de efervescencia revolucionaria en Bolivia y América Latina, una delegación de trabajadores  bancarios visitó Santiago de Chile. Roberto Calasich Zárate, entonces ejecutivo de la Federación del sector conversó con el presidente de Chile Salvador Allende. El mandatario chileno le expresó su intensión de solucionar el problema marítimo con Bolivia. Calasich trajo una carta que Allende le envió al presidente Juan José Torres. El exdirigente bancario rememoró esos hechos así:

El año 1970, ¿usted conoció personalmente a Salvador Allende, expresidente de Chile?
El 14 y 15 de noviembre de 1970, tres conjuntos de la Federación de Trabajadores Bancarios de La Paz viajamos a Santiago de Chile para participar en un concurso interbancario de Argentina, Bolivia y Chile. El evento, que organizó la Federación Bancaria de Chile, tuvo lugar en el Teatro Grand Palace de Santiago.

¿Qué hicieron el primer día?
Durante la mañana, los compañeros ensayaban sus temas musicales. Yo les propuse a los bancarios de Chile darle una serenata al presidente Salvador Allende en el Palacio de La Moneda y así felicitarlo por el triunfo que obtuvo en las elecciones.

¿Y el mandatario chileno recibió la serenata?
El compañero Inostroza, dirigente del Partido Comunista de Chile, hizo los contactos correspondientes, y aceptaron nuestro pedido. Fuimos a La Moneda e ingresamos por la parte izquierda. Ahí había una plazuelita colonial donde mis compañeros se pusieron su vestimenta artística.

¿Luego sonó la música?
Así es. Empezó con la cueca Viva mi patria Bolivia. Las ventanas del segundo piso, donde se encontraba el Presidente, se abrieron una por una.  Allende tenía una reunión con los embajadores de Alemania Oriental.
 
¿Y ahí terminó la serenata?
¡No! ¡El presidente Allende bajó! Era un hombre jovial, sencillo y muy atento. Nos dio la mano y nos abrazó. Luego nos dijo: “¿Considero que no vendrán a reclamar el mar? Ya tomaron La Moneda, que es lo que más queremos los chilenos”. Festejamos su frase con risas.

¿Allende  comentó algo más al respecto?
¡Por supuesto! Nos manifestó que Chile está dispuesto a  negociar con Bolivia y devolver 100 kilómetros de costa de inmediato. “Tenemos 6.435 kilómetros de costa y 100 kilómetros no nos van a afectar”, expresó. Luego se disculpó por no poder conversar más con nosotros, y nos invitó para la 17.00 horas.
 
¿Y qué pasó en la tarde?
Los compañeros de los conjuntos ya no pudieron acompañarme. Sólo fuimos con los compañeros bancarios de Chile. Allende nos recibió y conversó brevemente con nosotros. Nos comentó que el imperialismo ya estaba preparando su caída. “Las mujeres comenzaron a bajar con cacerolas vacías y ocultaron los alimentos. Todo está planificado por el imperialismo”, manifestó.
 
¿Los yanquis ya empezaron con sus acciones sediciosas?
¡Sí! El presidente Salvador Allende también nos informó que a las empresas ingresó a trabajar personal policial y militar, camuflados de civiles para controlar a los trabajadores. Recordó que en Chile operan importantes capitales ingleses, norteamericanos y alemanes. Y que éstos de ninguna manera estarán de acuerdo que se inicien las negociaciones con Bolivia. Lo que más busca el imperialismo es que haya división y enemistades entre los países, con el fin de controlar sus intereses de dominación.
 
¿El exmandatario chileno preguntó algo sobre Bolivia?
Conversó conmigo. Me preguntó: “¿Cómo está el presidente Juan José Torres en Bolivia ? Le manifesté que busca llegar a un acuerdo con la Central Obrera Boliviana para que el 50 por ciento del gabinete lo tengan los trabajadores
y de esa manera reforzar el proceso revolucionario. Agregué que el general Torres tiene el objetivo de reencauzar la revolución de 1952 porque el imperialismo había logrado controlar todo.
 
Usted informó que el presidente Allende tenía la intención de conversar con los presidentes de Bolivia y Perú sobre el tema del mar.
¡Así fue! Salvador Allende me preguntó si nosotros teníamos acceso directo con el presidente Juan José Torres. Le informé que el general Torres nos había posesionado como dirigentes el mes anterior y que nuestras relaciones eran cordiales y directas.
 
¿El dignatario expresó alguna intención de comunicarse con el general Torres?
¡Por supuesto! Me manifestó que quería hacerle llegar al general Juan José Torres una nota personal con absoluta reserva y que le sea entregada en mano propia. Allende opinó que las relaciones entre Chile y Bolivia debían restablecerse con urgencia y que lo antes posible debía establecerse un contacto con el general Juan Velasco Alvarado, presidente del Perú.
 
¿Qué pasó con la carta de Salvador Allende?
Me entregaron bien sellada al día siguiente en La Moneda. Ya aquí en La Paz me apersoné al Palacio de Gobierno y le entregué la carta al general Torres en mano propia. Le expliqué que se trataba de una carta muy reservada del presidente Allende. Torres me agradeció y me felicitó por el trabajo.

¿Luego de haber entregado la carta reservada que ocurrió en el país?
Pasaron unos 15 días y llegó al Palacio una delegación de parlamentarios chilenos. Pese a que fue una misión reservada, la noticia se publicó en la prensa porque en el Palacio Quemado, donde vivía el General Torres, estaba bajo el control de la Central Intelligence Agency (CIA).