ACCIONES
El viceministro Noel Aguirre entregó los certificados en la localidad de Oromomo.
Redacción central / Cambio
Los alfabetizados agradecieron al Gobierno por la iniciativa.
Es un mandato del presidente Evo Morales y del Gobierno llevar la educación a las regiones donde sea posible.
Las acciones de enseñanza continuarán en el Tipnis.
En un hito más del Ministerio de Educación, 160 adultos mayores, habitantes del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), aprendieron a leer y escribir gracias a las acciones desplegadas por la Dirección Nacional de Postalfabetización, dependiente del Viceministerio de Educación Alternativa.
Las mujeres y varones indígenas, todos adultos mayores, recibieron su certificado de alfabetizados en Oromomo, comunidad distante a una hora de vuelo en avioneta y hasta dos días en ‘chata’ (embarcación remolcada sobre el agua del río) desde Trinidad.
Esta población, asentada cerca del río Sécure y rodeada de cientos de árboles, en medio de una naturaleza exuberante, fue el centro de concentración de otros alfabetizados, comunarios de San José y Santo Domingo, que también viajaron por el río para recibir su respectivo certificado.
Las familias de los alfabetizados, maestros, niños y el corregidor de Oromomo, Zeferino Moye, recibieron con mucha alegría y cordialidad a las autoridades que asistieron a la entrega de certificados, entre ellas el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre.
También estuvieron en el acto el director departamental de Educación del Beni, Miguel Ángel Márquez; el director distrital de Educación del municipio de San Ignacio de Moxos, Miguel Ángel Melgar; y la responsable departamental de Postalfabetización, Jael Vedia.
Con al menos 38 grados centígrados de calor y un colorido escenario, armado frente a la escuela de la comunidad, se desarrolló un atractivo acto, donde abundaron las palabras de bienvenida y sobre todo agradecimiento de los entusiastas beneficiarios, quienes se encargaron de preparar junto a sus maestros números de danza y poesía, además de exteriorizar sus ganas de seguir aprendiendo para terminar la primaria.
En la oportunidad, el viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre, agradeció la cálida recepción y felicitó a los flamantes alfabetizados, reconociendo que hay mucho por hacer en el Tipnis, sobre todo en el cuidado de la naturaleza, pero también en la atención de los habitantes, quienes tienen el derecho constitucional a la educación.
La autoridad recordó que es un mandato del presidente Evo Morales y del ministro de Educación, Roberto Aguilar, llevar la educación “donde sea posible, porque en Bolivia no puede haber una persona que no tenga acceso a la educación”.
En ese marco, Aguirre señaló que la acción realizada en el Tipnis es una gran muestra de lo que hace el Gobierno en favor de la ciudadanía, enseñando a leer y escribir a personas que nunca tuvieron la oportunidad. Por ello alentó a todos los alfabetizados a seguir adelante.
“Ustedes ya están aprendiendo, tienen que entrar a este Centro de Educación de Adultos para terminar la primaria y hasta la secundaria. Entonces el derecho a la educación que nos manda el hermano presidente Evo Morales, nuestro Ministro de Educación, la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez se va a cumplir aquí en el Tipnis, y con todo gusto lo vamos a hacer”, dijo.
Posteriormente se dio paso a la entrega de los certificados a cada uno de los alfabetizados, quienes inusualmente vestían una polera o camisa blanca en señal de regocijo y día de fiesta, en el cual desde los más jóvenes hasta los abuelos, cargados con sus niños, recibieron su documento que certifica que saben leer y escribir.
Pese a la pobreza en que viven los indígenas, por lo distante de los centros urbanos, la nobleza es una característica de comunarias y comunarios, ansiosos de saber y conocer más del país, tarea que fue encomendada a sus maestros voluntarios, quienes trabajaron durante cuatro meses para enseñarles desde agarrar un lápiz hasta escribir su nombre completo, algo que era muy difícil para ellos.
Los alfabetizados valoran las enseñanzas recibidas, sobre todo cuando ven escrito su nombre en su cuaderno, y lo repiten una y otra vez en varias hojas, como lo hace doña Herminda Herbi Cabia, de 73 años de edad, quien mostró orgullosa su cuaderno.
En Oromomo, siete maestros que trabajan enseñando a los niños y jóvenes, en cursos de educación regular, también apoyan esta noble causa, enseñando a los mayores en horarios flexibles, porque se toma en cuenta que todos son madres y padres de familia, abuelos y abuelas que todavía trabajan para su subsistencia diaria.