miércoles, 11 de julio de 2012

OFENSIVA mediática contra Bolivia busca subvertir al Gobierno y estigmatizar a Evo

http://www.cambio.bo/politica/20120711/ofensiva_mediatica_contra_bolivia_busca_subvertir_al_gobierno_y_estigmatizar_a_evo_75041.htm

Política 

El analista Hugo Moldiz considera que comenzó una estrategia ofensiva del imperio contra los gobiernos progresistas de la región, como Bolivia, con justificativos como la supuesta lucha contra el narcotráfico.

LA PAZ - Cambio


El componente mediático forma parte de una ofensiva política y militar destinada a subvertir a los gobiernos populares y progresistas de izquierda, opinó ayer el analista político Hugo Moldiz en torno a las publicaciones divulgadas contra el Gobierno boliviano.

En tanto que para el senador René Martínez, del Movimiento Al Socialismo (MAS), esta campaña “obedece a una intencionalidad más de la cual seguramente la oposición en el país sacará mayor rédito, publicidad y difusión”.

Todas esas consideraciones se generan después de que la revista brasileña Veja implicó sin pruebas al ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y a Jessica Jordan, directora regional de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), con el narco brasileño Maximiliano Dorado, quien fue entregado por el Gobierno a su similar de Brasil.

El ministro Quintana dijo el lunes, al aludir a Veja, que no era un ataque contra él, sino que “un grupo político boliviano y brasileño lo que pretende es desprestigiar al Gobierno nacional, erosionar su legitimidad mediante una estrategia política y un ataque artero y cobarde, como es la infamia”.

El imperio

El analista Moldiz dijo que el Gobierno está siendo objeto de la mayor contraofensiva del imperio en los últimos años.

“Hay una suerte de regreso a nuevos tipos de golpes de Estado (...) Se trata de ocupar emocional y racionalmente la mente de la gente, se trata de destruir la verdadera realidad y a partir de algunos elementos ficticios o reales construir una nueva realidad”, dijo.

“Hay una decisión política tomada por (Barack) Obama y es la de pasar a la ofensiva abierta contra los gobiernos progresistas, y Bolivia es uno de los objetivos centrales (...) Que Bolivia es permisible con el narco puede motivar sanciones o acciones militares quirúrgicas”.

“No hay que olvidar que la invasión a Panamá fue para interrumpir un proceso popular con el argumento de la vinculación de Manuel Antonio Noriega (presidente) con el narcotráfico”, añadió Moldiz.

Reacciones

“Esto no es casualidad, esto ha sido organizado y planificado, y sospecho que el imperialismo yanqui es el que está detrás de esto porque quiere desestabilizar a los gobiernos progresistas en toda Latinoamérica”, dijo el jefe de la Bancada en Diputados del MAS, Roberto Rojas.

Según el diputado, los “operadores” de esas afrentas en Bolivia son los partidos de la derecha, como el Movimiento Sin Miedo (MSM) y Unidad Nacional (UN).

Para la diputada Marianela Paco (MAS), la publicación de la revista brasileña “amarillista”, como calificó la Ministra de Comunicación, es parte de las afrentas que recibe el Gobierno boliviano desde distintos escenarios y ámbitos.

En ese contexto, Paco, periodista de profesión, es partidaria de ejercer acciones legales por esa “temeraria” publicación. “Veja tiene el desafío de probar sus afirmaciones porque el Estado boliviano ha dado muestras reales de la lucha contra el narcotráfico y en materia de derechos humanos”, afirmó.

Para el analista político Carlos Cordero lo evidente es que la publicación de Veja daña la imagen del Gobierno, al presidente Evo Morales y a Bolivia, por lo cual se debe exigir que la revista demuestre o se retracte de sus acusaciones.

La senadora Centa Rek, de la opositora Convergencia Nacional, dijo “que debería ser una preocupación del Gobierno aclarar la situación y someterla a una investigación del Ministerio Público”.


Analista ve riesgos de desestabilización

El analista político Carlos Cordero considera que el clima de “hostilidad” que ocasionan las denuncias, como las de la revista Veja, es peligroso para la estabilidad política y social del país.

En criterio de Cordero, el clima de hostilidad es atribuible a acciones del Gobierno en determinados asuntos, como los “ataques a la iglesia, que no tienen nada que ver con estos casos”.

“Este hecho, que responde a esa actitud hostil, es peligrosa por su carácter de desestabilización a un régimen legalmente constituido”, dijo. En ese contexto, considera que está en manos del Gobierno y del presidente Evo Morales superar estos riesgos contra el Estado de derecho.

Respecto a la publicación de la revista Veja, que involucra a autoridades bolivianas con actos ilícitos, Cordero coincide en que ésta mella la imagen del Gobierno, del Presidente y de los bolivianos en general. “Lo que cabe es exigir que la publicación demuestre fehacientemente su denuncia o se retracte”, afirmó.

No obstante y desde su perspectiva, ese hecho es complicado por las deterioradas relaciones diplomáticas entre ambos países por la concesión de asilo al senador opositor Róger Pinto, por parte del Gobierno brasileño, pese a tener una veintena de cargos por corrupción en el país.

El jefe de la bancada del MAS en Diputados, Roberto Rojas, anunció que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP exigirá a la revista brasileña Veja la presentación de pruebas a través de la Embajada boliviana.

EL DESPRESTIGIO es parte de una lucha política
LA PAZ - Cambio


El ministro de Gobierno, Carlos Romero, señaló ayer que comenzó la ofensiva mediática de desprestigio contra el Gobierno nacional.

En ese marco, considera que dicha ofensiva “es permanente, es una lucha política y la lucha política es así, entonces lo sabemos y lo tomamos como tal”.

Romero indicó que no es la primera vez que la revista brasileña Veja hace una serie de publicaciones en relación con las personas y decisiones del Gobierno.

“La primera fue condenando nuestra política de nacionalización de los hidrocarburos y luego hay varias publicaciones racistas contra el Presidente, entonces no sorprende, es parte del juego político seguramente”.

Respaldo y solidaridad

El Gobierno anunció que presentará una demanda contra Veja, pero Romero dijo: “No es un caso que para nosotros adquiera tremenda relevancia, se presentarán las acciones, luego seguirán su curso y acompañaremos a través de nuestro Consulado (en Brasil)”.

“No es casual que al Ministro (Quintana) lo acusen, menos en este contexto, sabemos ¿de dónde viene, cómo trabaja, qué es lo que tiene y cuáles son sus nexos políticos, académicos y profesionales? y goza de todo nuestro respaldo y solidaridad”.

“Lo atacan seguramente porque hay todavía una serie de resentimientos, le tocó jugar un papel duro en la coyuntura de Pando en 2008, si él no asumía ese papel de recuperar el control en Pando hubiese sido imposible que logremos el pacto por la Constitución y que se hubiese pacificado el país; es así, alguien tiene que ser el malo y otro tiene que ser el bueno, en determinadas coyunturas políticas, y en ese momento le tocó a él y les están pasando la factura por eso seguramente”, añadió Romero.


MENTIRAS de la revista Veja al descubierto

La ministra de Comunicación, Amanda Dávila Torres, desvirtuó ayer las denuncias de la revista brasileña Veja, que en su última entrega publicó un artículo titulado La república de la cocaína, que involucra a autoridades bolivianas.

Dávila, en entrevista con el programa No mentiras, de la red televisiva PAT, afirmó que el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y la directora departamental de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf), Jessica Jordán, (vinculados en la publicación con el narcotraficante Maximiliano Dorado) no estuvieron en Santa Cruz el 18 de noviembre de 2010 a las 14.00, fecha en la que, según Veja, se reunieron en la casa de Dorado.

La Ministra sostuvo que en esa ocasión la Directora de Ademaf participaba en los actos de la efeméride del Beni, de donde es oriunda, versión que fue corroborada por Jordán. El Ministro de la Presidencia tampoco se encontraba en Santa Cruz de la Sierra, por lo que no pudieron haberse reunido con el narcotraficante, entregado tiempo después por las autoridades bolivianas.

Las mentiras de Veja

Dávila, a propósito de otro de los involucrados en el artículo, el ex general de policía René Sanabria, recordó que nueve oficiales de la red del ex jefe policial se encuentran procesados y detenidos. El propio Sanabria, detenido por agentes antidroga de Estados Unidos y Chile, tuvo oportunidad de revelar sus presuntas conexiones con funcionarios bolivianos para lograr la reducción de su condena puesto que goza de la protección de la justicia estadounidense.

Según la titular de Comunicación, los infundios de Veja están basados en una denuncia que el senador de la opositora Convergencia Róger Pinto pretendía presentar al presidente Evo Morales. Dávila aclaró que el conducto regular de la denuncia era el Ministerio Público y no la presidencia del Estado.

Erradicación de cocales

Dávila rechazó también la falsa aseveración de la revista brasileña respecto a la producción de cocaína. “No es evidente que Bolivia sea el principal productor de la droga, ya que Colombia y Perú producen mayor cantidad de cocaína”, afirmó.

El incremento de hectáreas de hoja de coca en los últimos años fue de 0,3 por ciento. En ese sentido, destacó la decisión inflexible del Gobierno de erradicar los cultivos excedentarios. Es más, apuntó a que las Naciones Unidas hace rigurosos estudios para determinar los requerimientos de coca para el consumo legal.

No obstante que las demandas por artículos de corte sensacionalista con visos de escándalo se hallan en la lógica y estrategia mercantilista de la revista Veja, el Gobierno resolvió enjuiciar por difamación a la revista brasileña, dijo Dávila.

Lo propio harán, según anuncian, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y la directora de Ademaf, Jessica Jordán, quienes expresaron su indignación por el daño inferido a su imagen personal, señaló la Ministra de Comunicación.

El artículo que suscitó el rechazo y condena del Gobierno y de varios sectores de la opinión pública boliviana se halla en la línea política racista de Veja y responde a la necesidad de ventas que alcanzan. Según la entrevistadora del programa televisivo No Mentirás, las ventas de la publicación alcanzan a 1,2 millones de ejemplares, menciona el boletín del Ministerio de Comunicación.