martes, 19 de junio de 2012

Cepromin ve espectro de Sánchez de Lozada tras conflicto de Colquiri


    La Paz, 18 jun (ABI).- El director del Centro de Promoción Minera, (Cepromin), Pedro Mariobo, dijo percibir detrás del conflicto desatado en la mina Colquiri- gerenciada por la empresa Sinchi Wayra, filial de la Glencore suiza- al expresidente (1993-97 y 2002-03) y acaudalado empresario minero Gonzalo Sánchez de Lozada, durante una entrevista concedida a la católica red nacional de radios Erbol.

    Mariobo, que sugirió la resolución del contrato con Sinchi Wayra y no su nacionalización (lo que incorpora la obligatoria indemnización) en aras de los intereses del Estado, fundó su percepción en los desarrollos que experimentó el conflicto en Colquiri, según él mismo, propios de una estrategia ensayada ya en el pasado mediato por operadores privados en Bolivia, antes y también después de la asunción de Evo Morales a la Presidencia.

    "Tengo la presunción de que viendo que el juicio a Gonzalo Sánchez de Lozada avanza y los pedidos de extradición vienen (por parte de la justicia boliviana), entonces él, a través de sus activos, todavía en Bolivia está generando estos conflictos y utilizando la influencia que tiene en uno y otro sector", afirmó.

    Autoexiliado hace 9 años en Estados Unidos, tras huir de Bolivia el 17 de octubre de 2003, Sánchez de Lozada es procesado a la distancia por el Tribunal Supremo por el asesinato de 67 bolivianos a manos de la fuerza pública durante una insurrección popular que estalló contra su política de exportar gas por y para Chile, a contrapelo de la voluntad popular que le exigió la convocatoria a un referendo.

    Durante las embestidas del Ejército y la Policía a los insurrectos alzados principalmente en la ciudad de El Alto, otros 500 quedaron con heridas por bala.

    Los altos mandos de las Fuerzas Armadas responsabilizaron, aquella vez, "al poder político".

    Mariobo dijo ver tras bambalinas del conflicto a la empresa, en este caso Sinchin Wayra, "moviendo" a los cooperativistas que exigieron la nacionalización de Colquiri, a contrapelo de los mineros asalariados que demandaron la mantención de la concesión.

    Esta diferencia de fondo provocó una serie de choques con piedras y dinamita entre mineros de ambos bandos en Colquiri, que dejaron, entre jueves y viernes pasados, 23 heridos de diversa consideración. Sólo la llegada de un crecido contingente del Ejército y la Policía fue capaz de frenar la escalada de violencia.

    "Entonces, en el conflicto de Colquiri yo veo un tercer actor más. No son sólo obreros y cooperativistas por una parte, el Estado por otra y la empresa privada", apuntó al recordar que un escenario similar al de Colquiri, yacimiento de plata, estaño, plomo y zinc emplazado en el norte del departamento de La Paz, fue montado en la mina Huanuni, Oruro, en octubre de 2006, cuando mineros estatales y privados se enfrentaron a tiros con el saldo de 4 muertos, dos por bando.

    En los primeros meses de su primera administración el presidente Morales nacionalizó el yacimiento y meses después revirtió a tuición del Estado la fundidora Vinto, de manos de la Glencore.

    Se trata, relató Mariobo, de una estrategia de incentivo a los cooperativistas, empleados como especie de 'carne de cañón, a quienes la empresa apoya para que conquisten para su entero beneficio, vetas más ricas, con tal de no perder la concesión o, en último caso, acceder a la indemnización que paga el Estado que nacionaliza.

    "Ya en septiembre (de 2006 la empresa) financió una delegación de las cooperativas a que vaya negociar con los ejecutivos de la empresa y de allá vinieron (a La Paz) con el visto bueno para que (el Gobierno) les entregue otros niveles que estaban en preparación, porque si no les vendían eso ellos iban a perder como empresa, mejor era tener a los cooperativistas de aliados", refirió Mariobo.

    Tras detallar el hilo conductor de sus convicciones, el Director de Cepromin dijo que "Goni está en una actitud de desestabilización, de recuperar, de volver con paso de parada y no volver a (la cárcel de máxima seguridad en)  Chonchocoro como pretende el Gobierno" de Morales.

    "Ahí es donde presumo, como la empresa es de Goni (topónimo con que se conoce familiarmente a Sánchez de Lozada), sigue siendo de Goni, la Sinchi Wayyra, yo tengo el testimonio de uno de los ejecutivos del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario, que jefaturizó Sánchez de Lozada) muy cercano al entorno de Goni, él refirió personalmente, me dijo: 'a Goni no le van a poder hacer nada en Bolivia porque él es ciudadano americano y sus activos, sus bienes, han sido transferidos a terceras personas'. 'Yo personalmente', me dijo, 'he estado dos veces en Lima con un equipo de profesionales y hemos hecho esa transferencia, prácticamente no le van a afectar en nada a Goni por si se quería congelar sus bienes o transferir nuevamente al Estado, ya no eran de Goni, formalmente, pero la verdad es que sigue siendo Goni, es dueño de Sinchi Wayyra, y quién sabe cuántos palos blancos más" tendrá o dejó en el país tras su derrocamiento, en medio de una insurrección popular en 2003", anotó por último.
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