Sociedad
El Viceministerio de Ciencia y Tecnología constituyó 10 redes de investigación que forman el Sistema Boliviano de Innovación, compuesto por productores campesinos indígenas y originarios e investigadores científicos.
LA PAZ - Cambio
En el marco de la transformación de la matriz productiva de Bolivia y de la apropiación social de la ciencia, el Ministerio de Educación, a través del Viceministerio de Ciencia y Tecnología, busca sistematizar, registrar y proteger los conocimientos ancestrales para su incorporación en la tecnología.
“Hay muchas áreas donde existe el conocimiento ancestral, obviamente que ahora debemos desarrollarlo a gran escala, combinándolo con la tecnología actual”, explicó el director general de Ciencia y Tecnología del Viceministerio, Roberto Sánchez.
Destacó que la tarea que cumple el Viceministerio de Ciencia y Tecnología está en el marco del mandato constitucional en el sentido de que la tecnología es un asunto de Estado.
Remarcó que el Viceministerio cuenta con las atribuciones de coordinar sus tareas con gobernaciones, alcaldías, universidades, pueblos indígenas, entre otros.
“El Presidente nos instruyó trabajar en el diálogo de saberes, entre lo que es el conocimiento universal y los saberes de nuestros pueblos indígenas”, señaló.
Dijo que el conocimiento ancestral en nuestro país se concentra en las áreas de medicina tradicional, astronomía, agricultura y manejo de aguas, suelos y semillas, “lo que tiene que ser rescatado e implementado como una innovación tecnológica en Bolivia”.
Redes de investigación
Sánchez explicó que para trabajar en la transformación de la matriz productiva a través de la apropiación social de la tecnología se diseñó un sistema de 10 redes de investigación, las que están contenidas en el Sistema Boliviano de Innovación.
El sistema está formado por líderes productores campesinos- yapuchiris, indígenas y originarios que realizan sus prácticas agrícolas heredadas de generación en generación, y por investigadores de universidades públicas que desarrollan sus investigaciones a partir de los saberes de los pueblos e instituciones no gubernamentales.
Según el especialista, este sistema fortalecerá a los centros científicos que antes trabajaban de forma independiente a través de su vinculación con sectores productivos a fin de potencializar y optimizar la productividad y la industria en Bolivia.
“Hay que ver otras formas en las que el país genere nuevos recursos que nos lleven a pensar en otras industrias, que no se quede sólo en la materia prima, en la planta, en el fruto, sino que se haga industria con la medicina tradicional, los alimentos, cosméticos, y eso se crea a partir de la investigación, y para eso se han formado redes de investigación a nivel nacional”, dijo.
Saberes y tecnología
Estas 10 redes incluyen salud, tecnologías de la información y comunicación (TIC), remediación ambiental y de suelos, energías renovables, alimentos, biodiversidad, bosques, saberes y conocimientos ancestrales, además de las ciencias del comportamiento.
“Se trabaja con 207 investigadores, quienes intercambian información con universidades, sectores productivos de otros departamentos y otros países en relación a suelos, alimentos salud, tecnología y conocimientos ancestrales”, señaló.
Explicó que el objetivo es generar espacios de diálogo y reflexión desde las cosmovisiones y los sentidos transformadores del saber de los pueblos indígena originario campesino como sustento teórico para la construcción del Vivir Bien.
“Esto nos permitirá revitalizar, recuperar y desarrollar los saberes y conocimientos de las naciones y pueblos indígena originarios como aporte al fortalecimiento del Plan Nacional de Desarrollo”, afirmó.v
Los conocimientos son llevados al currículo
El director general de Ciencia y Tecnología, Roberto Sánchez, afirmó que uno de los objetivos del rescate y revalorización de los saberes ancestrales es introducirlos en los currículos educativos y en la tecnología a fin de fortalecer la matriz productiva.
Para ello —dijo— se está realizando una serie de actividades como talleres y foros a nivel nacional en los que participarán 150 profesionales orientados a la definición de un diálogo de saberes.
“Estas actividades, a través de un enfoque multidisciplinario y metodológico, enmarcadas en la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez, tienen que lograr una revaloración social, cultural, económica, que permita el rescate de estos saberes para su inserción en los currículos educativos y en procesos de innovación tecnológica”, manifestó.
Reconoció que durante los encuentros y actividades realizadas a nivel nacional se expuso claramente “que los saberes aún son parte de un discurso que no llega a incorporarse en la toma de decisiones, sobre todo en el ámbito agrícola, seguridad y soberanía alimentaria”.
En ese sentido, afirmó que las actividades que cumple el Viceministerio están orientadas a un diálogo de saberes que permita que la ciencia, tecnología, innovación y los saberes ancestrales se conjuguen con los conocimientos universales para su adopción e implementación en varios ámbitos.