"No queremos destruir el Tipnis, como dicen"

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Política

Según Guaji, la cantidad de marchistas se incrementó en el camino, hasta llegar a 3.500.

ENTREVISTA - MAURICIO GUAJI - Corregidor de San Jorgito de Ichoa

Mauricio Guaji, corregidor mojeño de la comunidad San Jorgito del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), tras la reunión en la Asamblea Legislativa, contó a Cambio algunas de las peripecias de la marcha de 41 días que protagonizaron millares de nativos del parque hacia la ciudad de La Paz.

—¿Cuándo nace la idea de iniciar una marcha con destino a La Paz?
—La marcha se ha trabajado días y meses, hasta que al final de cuentas en diciembre, en la última reunión en la comunidad de Limo, antes de la fiesta navideña, se determinó que el 17 de diciembre estaría saliendo la movilización, en sentido de que los compañeros de la subcentral del Tipnis, encabezada por el hermano Fernando Vargas, apoyado por la Cidob y otros hermanos, también estaban en esa marcha y que pudieron hacer aprobar una ley.

Cuando nosotros escuchamos que la ley se había aprobado con el término de que es un territorio y un área intangible y que la carretera no era posible en su construcción, fue algo que molestó a las comunidades, a las personas y los dirigentes del Conisur.

Nuestra Constitución dice que para cualquier cosa que haga el Estado tiene que consultar a las bases, las comunidades como dueños de este territorio, pero tenemos entendido de que existía una presión y que surgió efecto y el Presidente (Evo Morales) tuvo que promulgar esa norma.

Por eso, el 17, desde las comunidades empezó la marcha. Estamos hablando de 45 días de caminata, gracias a Dios y gracias a las autoridades de esas comunidades por las que pasó la marcha, quienes fueron solidarias.

—¿Cómo fue el trayecto?
—Muchos dijeron que la marcha era financiada o cocalera, y quiero asegurar que existe un decreto supremo por el cual cierta superficie del territorio es habitado por colonos, y sinceramente hay una colonia, y se puso una línea roja para impedir su avance. Las comunidades que están más al fondo salieron y se consideró que la marcha era cocalera.

Yo no quiero que se malinterprete de esa manera porque Fernando Vargas conoce el Tipnis y sabe que hay un área colonizada que no pertenece al Conisur, donde hay compañeros yuracarés, chimanes, mojeño trinitarios y los hermanos ignacianos que apoyaron la movilización.

—¿Cuánta gente empezó a marchar y cuántos llegaron a La Paz?
—Empezamos a marchar con 354 personas y después se acoplaron hermanos de las comunidades del río Isiboro, y fue aumentando al final con los hermanos del lado del Sécure, Oromomo y otras comunidades que son parte de la subcentral del Tipnis y de a poco fue creciendo la cantidad de hermanos marchistas, y al final de cuentas se incorporaron los ignacianos haciendo en total 3.500 marchistas.

—Entre los marchistas había mujeres y niños, ¿cómo se manejó el asunto?
—Hubo mujeres que dieron a luz; cinco personas, por la cuestión del cambio de clima han tenido que ser hospitalizadas, pero de todas maneras y a pesar del tropiezo pedimos a Dios que nos dé la fuerza para resistir la lluvia y las enfermedades, porque gracias a Él estamos hoy acá.

—Se dijo que la marcha tenía un fin político
—Nosotros los consideramos una marcha pacífica, muy abierta en el diálogo, sin presiones, sin financiamiento de nadie y creemos que estamos marchando por una justa razón y por nuestros derechos, más allá de que muchos hermanos y estudiosos ambientalistas aseguren que vamos a destruir el bosque y el parque. Los convoco a ellos que si en verdad consideran eso que vengan para que nos visiten y nos expliquen qué destrucción vamos a hacer.

Consideramos que la carretera tendrá su impacto, pero creemos que si hemos venido acá es porque consideramos que la carretera es algo bueno para nosotros, porque a través de la carretera vamos a tener mayor desarrollo en la educación, salud, vamos a tener comunicación e intercambio entre pueblos y departamentos.

Como pueblos indígenas, estamos comprometidos porque tenemos derechos y obligaciones de poder hacer un resguardo mediante normativa, comprometiendo al Gobierno para que el territorio no sea destruido como se piensa, y nosotros no vamos a permitir eso, porque la misión de las comunidades es seguir viviendo con la naturaleza

—¿Cómo es su estadía en la ciudad de La Paz?
—Estamos en un coliseo (Julio Borelli) y quiero agradecer la voluntad del pueblo de La Paz y sus autoridades, mucho se dijo que está pagado por el Gobierno y creemos que si hay una autoridad que fue puesta por el pueblo sea mal o bien él tiene que atender o por lo menos darnos un techo y la atención en salud.

—En resumen, ¿cuál es la demanda que tienen?
—Nosotros queremos que la ley corta se pueda anular o sustituir, y a partir de allí bajo un consenso se estaría tomando la decisión para la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, en el tramo dos.