La delegación de Bolivia fue temporalmente suspendida este domingo de la convención antidroga de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El país suramericano estará fuera del organismo mientras éste evalúa, en un período que puede durar hasta un año, su petición de nueva adhesión con una reserva sobre la prohibición del masticado de hojas de coca.
La suspensión de la delegación boliviana del organismo multiestatal se hace en cumplimiento con una denuncia presentada hace seis meses por el país suramericano contra la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961.
El retiro de la Convención fue aprobado a mediados de este año por el Congreso boliviano, pero se hizo efectivo oficialmente este 1 de enero.
No obstante, y de forma casi simultánea a la entrada en vigor de la denuncia, el mandatario presentó este jueves a la Secretaría General de las Naciones Unidas una nueva adhesión a la Convención, pero con una reserva sobre el veto al masticado de hojas de coca.
Este nuevo documento tarda normalmente un mes en recibir respuesta, pero si conlleva la reserva sobre un tema la consideración de la misma puede durar un año.
Con esa decisión, el gobierno de Morales expresó que quiere mostrar a la comunidad internacional que su intención no es retirarse de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, sino defender la costumbre cultural del masticado de la hoja de coca o "acullico", como es conocido.
Bolivia puso también en consideración de la comunidad internacional un miramiento con respecto al uso cultural y medicinal de la hoja de coca, que ha sido defendido por el Gobierno como una de las costumbres más arraigadas desde sus antecesores.
La denuncia de la Convención de 1961 por la administración boliviana, en junio último, comportaba el objetivo de volver a adherirla, pero con una reserva que permita el uso lícito de la hoja de coca en su estado natural dentro del territorio boliviano para fines tradicionales, culturales y medicinales.
De ese modo, la Convención de 1961 quedará alineada a la de 1988, en la que Bolivia presentó una consideración similar al momento de su suscripción.
Con la presentación de ese criterio, el Gobierno boliviano hace cumplir también la Constitución Política del Estado, que en su artículo 384 establece que se protegerá a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia y factor de cohesión social.
teleSUR- Efe- Abi/ lp-MM
No hay comentarios:
Publicar un comentario