Crédito: Foto: Archivo - Economía
En el marco de la política de redistribución de tierras fiscales, el Gobierno dotó 2,3 millones de hectáreas en beneficio de 720 nuevas comunidades que aportan a la producción de alimentos.
El viceministro de Tierras, Jhony Cordero, informó a Cambio que la dotación de tierras se realiza bajo la condición de que las nuevas comunidades se dediquen a la producción de alimentos, con la finalidad de contribuir a la seguridad alimentaria con soberanía.
“Hemos beneficiado a 720 comunidades nuevas de distintas organizaciones sociales, interculturales, campesinos y de distintos lugares del país”, informó la autoridad del gobierno.
La Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, entre otras organizaciones se beneficiaron con la dotación de tierras fiscales.
“La distribución de tierras fiscales la hemos realizado principalmente en el oriente porque en esa región hemos identificado la mayor cantidad de tierras y aproximadamente hemos distribuido 2,3 millones de hectáreas”, precisó Cordero.
Las tierras redistribuidas son empleadas para producir alimentos, principalmente sorgo, maíz, tomate.
Asimismo se aplican proyectos para diversificar la siembra y producción en las diferentes regiones.
Organización
Las comunidades que se benefician con la dotación de tierras se organizan para mejorar su producción.
“En la comunidad de Curpau, que está en San José de Chiquitos (Santa Cruz) están bien organizados, han hecho un plan de desmonte aprobado por la ABT (Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras), estamos hablando de más de 300 hectáreas donde los compañeros están organizados para sembrar alimentos”, explicó el Viceministro de Tierras.
Cantidad de tierras fiscales
Cordero sostuvo que en este momento existe un potencial de tierras fiscales para ser redistribuidas de alrededor de seis millones de hectáreas.
Sin embargo, añadió que gran cantidad de estas tierras no son aptas para producir alimentos porque no tienen agua, energía eléctrica, caminos y otras condiciones de infraestructura.
En ese marco, dijo que se tienen 17 millones de hectáreas de tierras fiscales no disponibles porque están en áreas de reserva forestal y protegidas, por lo que no se puede realizar ninguna actividad en esas regiones.
Se transformó la estructura agraria
La redistribución de tierras fiscales cambio la estructura de la propiedad agraria y ahora los sectores campesinos e indígenas pueden incrementar su producción de alimentos.El secretario de justicia de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), Rodolfo Machaca, destacó los avances en la dotación de tierras fiscales.
El dirigente sindical señaló que los interesados en acceder a tierras fiscales deben organizarse en grupos de 25 a 30 personas, fundar una comunidad con actas de respaldo y presentar la solicitud al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
La entidad verificará si los interesados no cuentan con tierras. Luego se identificará las regiones donde se podría realizar la dotación de predios.
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