lunes, 27 de julio de 2015

Evo lamenta que cívicos de Potosí coinciden con dos prófugos corruptos que plantean el separatismo vía federalismo


POR RUBEN ATAHUICHI, LA RAZON, LA PAZ.- Evo Morales. No hay posibilidad de que el Presidente se reúna con el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) ni firme un acuerdo con éste. Su lógica es que cuando hay conflicto, él no participa; delega su resolución a los ministros. Eso lo advirtió ayer en una entrevista con La Razón, cuya totalidad será publicada en un especial el 6 de agosto. Desahució la posibilidad de construir una cementera y un aeropuerto en la capital, al considerar que son inviables, no rentables ni funcionales, respectivamente.

— ¿Va a reunirse con los dirigentes de Comcipo?, ¿va a firmar los acuerdos?

— Yo me he reunido varias veces con ellos, con los cívicos. Me reuní en el Palacio de Gobierno con (Jhonny) Llally, ustedes son testigos. En Potosí, dos o tres veces. Pero el gran problema de los dirigentes de Comcipo (Comité Cívico Potosinista) es que una cosa se acuerda y otra cosa se habla, mentira tras mentira. Yo tengo algo de ética; le dije a Celestino Condori (anterior líder de Comcipo) que hablemos la verdad: de lo que hemos acordado, se habla, y de lo que no hemos acordado, también. Hay coincidencias y no, y de lo que se acuerda, se habla otra cosa. A Llally le dije que sepamos comunicar a los medios y hablemos la verdad.

Segundo, revise la historia: cuando hay conflictos, Evo no está en el diálogo, y no va a estar en el diálogo, quiero que sepa. Yo no soy quien tiene que resolver (las demandas), son los ministros que tienen que ir al diálogo. 

Tercero, cuando dicen “Evo o nada”, no puedo permitir que se piense que los ministros no sirven y solo Evo sirve. Los ministros sirven y están para eso. También niegan diálogo al vicepresidente (Álvaro García). No puedo descalificar al Vicepresidente y los ministros. Al contrario, para que sean parte de los hechos históricos de Bolivia (la adjudicación de la construcción de una planta de sales de potasio), he invitado a los dirigentes a que vayan a Uyuni, donde arrancamos con la industrialización. Tenemos una planta piloto que costó como $us 20 millones y ya tenemos un laboratorio, y científicos que investigan. Ahora, los que tienen experiencia en litio ya no nos chantajean diciendo que nos van a ayudar a extraer materia prima y después llevársela. Quieren ser socios, se ruegan.

No es un problema de reivindicación, sino uno político. Lamento mucho que la ciudad de Potosí esté engañada bajo mentiras y fines políticos. Que Llally, ahora y Condori, antes, coincidan en la demanda de federalismo con Manfred Reyes Villa, llama la atención.Y con Mario Cossío o Rubén Costas.

— En este conflicto no es la demanda.

— Pero llegan marchando y pidiendo federalismo. ¿Cómo que no hay nada? Durante la marcha siempre hablaron de federalismo, y siguen haciéndolo, coincidiendo con aquellos políticos. Y lamento que sea con dos corruptos que escaparon de Bolivia, Cossío (Paraguay) y Reyes Villa (Estados Unidos). Además, los ministros fueron a resolver las demandas, no hay nada que atender. El pliego ha sido respondido oportunamente. Hubo comisiones de trabajo y varias delegaciones enviadas a Potosí. Como decía el ministro de Gobierno (Carlos Romero), tienen derecho como Reyes Villa de lanzar su propuesta de federalismo, aunque perdió. El Comcipo de antes, que luchaba contra los partidos neoliberales, ahora lucha con la derecha y los corruptos. Afirmar que no hay trasfondo político es una gran mentira. Cuando alguien me miente, pierde autoridad; solo por respeto lo saludo.

— Se lo siente enojado con el movimiento cívico.

— No es con el movimiento cívico, sino con las personas que lo conducen. Decía qué marcha, si se han venido en carro. De Caracollo a La Paz son ocho días de marcha, con un día de descanso en Achica Arriba. Creo que desde Challapata llegaron en cuatro o cinco días. ¿Qué marcha? Cómo mienten al pueblo boliviano. Quien roba y quien miente, pierde autoridad; a veces no tengo ganas ni de saludarlos.

— ¿A qué se refiere cuando dice que hubo acuerdos y desacuerdos? Por ejemplo, ellos reivindican el aeropuerto y la cementera, que usted prometió.

Nosotros siempre dijimos que tiene que haber un estudio. Y el Gobierno ha estudiado sobre si la fábrica de cemento puede ser rentable o sostenible; tienen que entender que cualquier industria tiene que generar divisas para el Estado, sino no sirve esa industria. Que yo sepa, por ejemplo, solamente tomando en cuenta el mercado interno, va a ser suficiente una sola fábrica del Estado, que está en Caracollo (Oruro), y otra, en estudio, en Santa Cruz. Con eso vamos a copar el mercado, y no creo que el Estado gane exportando cemento. 

En La Razón informaron, por ejemplo, que Soboce tiene pérdidas de 40% (las utilidades en 2014 se redujeron en 48,7%), sin que hayan dos fábricas de cemento. Y no es cuestión de suministro de gas, que siempre se puede resolver. ¿Qué mercado va a haber? Espero no equivocarme, la tonelada de cemento se vende entre $us 160 y $us 190. Por eso estamos apostando, por ejemplo, al litio (cloruro de potasio), cuya tonelada vendimos en $us 400 y empieza a subir a $us 600. Industrializada, tonelada de $us 160 o $us 600, ¿a cuál hay que apostar? Se trata de cuestión económica, y estamos hablando de solamente una parte de la explotación de litio. 

Me sorprendió que con esa planta ya hemos procesado cloruro de potasio y vendido en Santa Cruz, en el mercado interno, y falta todavía. Por eso estamos empezando con la gran industria. Y no por una industria que no va a rentar. Ni van a ser 500 fuentes de empleo, quizás 300.

— ¿Y el aeropuerto?

— Peor todavía. Yo tuve dos problemas serios al despegar de ese pequeño aeropuerto. Para entender, estaba abandonado y le dimos funcionalidad. Me acuerdo que cuando Santos Ramírez (reo en San Pedro) era presidente de YPFB pusimos una avioneta de la Fuerza Aérea. Llevaba cuatro o cinco pasajeros para empezar. A partir de las 16.30 no se puede levantar vuelo, ese viento cruzado quiere llevarse al avión. Soy medio sereno, pero me asusté. Es mejor salir de Potosí por Sucre. Pedí informes a la Fuerza Aérea Boliviana y no recomienda la construcción. Cómo habrán construido ese aeropuerto. Yo les dije, hace un año o dos, que consigan un terreno para el nuevo aeropuerto, como Uyuni, que vamos a hacerlo. No tienen, y no hay uso del aeropuerto, y hay que retirarlo porque ni el potosino quiere usarlo, siempre usa Sucre para volar al interior. Hemos tenido que cerrar los vuelos, había uno, dos o tres pasajeros.

— Entonces, ¿son inviables los dos proyectos?

Totalmente inviables, demostrados técnicamente y económicamente. El exgobernador de Potosí hizo un estudio que decía que hay que tumbar un cerro a un costo de $us 56 millones. Con ese dinero haríamos tres aeropuertos como Uyuni, que cuesta $us 14 millones. Por más que se haga con recursos departamentales o locales, ese aeropuerto no va a tener funcionalidad, estoy convencido de eso. No creo que las empresas aéreas entren a operar, y la que estaba operando, creo Aerocon, ya ha cerrado. Seguramente, no es rentable ni operable. Y saben los potosinos eso; el problema es que hay capricho. Dicen “cómo Uyuni va a tener aeropuerto y nosotros no”. La Alcaldía de Potosí no dispone de un lugar para un aeropuerto. Si consiguen, lo hacemos, se los dije oportunamente.

—¿Cómo se resuelve el conflicto? ¿Usted va a participar de la solución?

— Para eso están los ministros. Y otra mentira, dijeron que Gonzalo Sánchez de Lozada firmó acuerdos… La única vez cuando inauguró una reunión en 1994, nada más.

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