Hace 13 años que los sustrajeron de Bolivia, pero
ya están cerca de volver a su casa. Los lienzos Huida a Egipto y Virgen
de la Candelaria, robados en junio de 2002 junto a otras diez piezas de
la iglesia San Martín de la ciudad de Potosí, fueron recuperados en
Estados Unidos.
La buena voluntad de Richard y
Roberta Huber, importantes coleccionistas estadounidenses y quienes
compraron los retratos de una galería de arte privada en San Pablo,
Brasil, hará posible su retorno al país.
Esta pareja
no solo pagó por los cuadros sino que erogó un monto de dinero, que no
fue revelado, para su restauración. La reparación fue encargada a dos
conservadores estadounidenses de arte colonial andino del Museo de
Brooklyn de Nueva York, la ciudad donde habitan.
El
lienzo denominado Huida a Egipto data del siglo XVII, mientras que el
llamado Virgen de la Candelaria es del siglo XVIII. Ambos son de estilo
barroco, con la especialidad de pintura de caballete. La técnica es al
óleo y son de autores anónimos.
Esas personas de
“buen corazón”, como las describe la cónsul general de Bolivia en Nueva
York, Jessica Jordan, contactada vía teléfono por La Razón, no piden una
compensación monetaria para devolver los óleos.
Los
Huber son importantes coleccionistas de su país. Además, Roberta es una
autoridad en el mundo de historiadores de arte colonial latinoamericano
en Estados Unidos.
“Esto será una donación”, asegura
Iván Rebolledo, presidente del directorio de la Cámara de Comercio
Boliviana Americana. Él fue el nexo entre los coleccionistas y el
Gobierno boliviano, y el promotor de la devolución de los cuadros a
Bolivia.
Esta pareja, aseguró, es muy entregada al
arte y a la cultura, y son “muy querendones de Bolivia, muy conocedores
de la cultura folklórica y cultural de nuestro país”.
Los lienzos fueron robados del templo-museo San Martín de Potosí el 20
de junio de 2002, según reportó el entonces Viceministerio de Cultura,
actual ministerio del sector.
Además de los cuadros
Virgen de la Candelaria y Huida a Egipto, también fueron sustraídos
Presentación del Niño Jesús al templo, Adoración de los Reyes Magos,
Circuncisión del Niño Jesús, Adoración de los pastores, Desposorios de
la Virgen y San José, Arcángel San Miguel, Ángel de la Guarda, La
Dolorosa, San José en su taller de carpintería y La Sagrada Familia.
Se solicitó ante la Policía Internacional (Interpol) que incluya las obras en la lista de patrimonios robados.
Tras una investigación y un proceso judicial, tres personas fueron
condenadas, en 2005, a 13 años de cárcel por el robo de los 12 retratos.
Entretanto, los Huber compraron los cuadros de una Galería de Arte en
San Pablo (Brasil), aproximadamente en 2004. Ellos tienen los
comprobantes de pago que certifican que los adquirieron de manera
lícita, por lo que legalmente no están obligados a devolverlos a
Bolivia. “Ellos pueden quedarse con los cuadros, nos los podrían vender,
pero han decidido que regresen al país”, afirmó Rebolledo.
Jordan precisó que la condición de la pareja para hacer la entrega es
que estas obras estén en un lugar seguro y no sean robadas otra vez.Tras
adquirirlos, los Huber mandaron a restaurar los retratos porque estaban
“en pésimas condiciones”, dijo Rebolledo. Además encargaron que se
realicen reproducciones de los marcos, similares a los de esa época.
“Restaurar un cuadro del tamaño que tienen, por un centro tan
especializado y conocido mundialmente, como es el Museo de Brooklyn, es
un emprendimiento bastante caro”, se limitó a explicar, respecto a la
cifra erogada por los propietarios.
Los lienzos
estuvieron expuestos en el museo privado de los Huber. Sin embargo,
debido a que su colección es muy importante, solían prestarlos a museos
de Estados Unidos para diferentes exposiciones.
Fue
precisamente a finales de 2012 y principios de 2013 que la galería de
arte de Filadelfia se prestó esa serie y la exhibió durante un año.
Según Rebolledo, cuando un museo recibe cuadros y otros objetos, por
razones de seguridad y motivos legales, los compara con una lista de la
Interpol de retratos y propiedad cultural que fueron robados.
De esa comparación surgieron sospechas de que dos cuadros sustraídos en
Bolivia estaban en esa nómina, por lo que el repositorio informó a los
coleccionistas, quienes, a su vez, se contactaron con sus abogados,
quienes les explicaron que la adquisición en San Pablo fue legal y que
las obras eran de su propiedad.
No obstante, Richard
Huber, que es amigo de la Cámara de Comercio Boliviano-Americana, se
comunicó con Rebolledo a comienzos del año pasado. En los encuentros que
sostuvo con dicha institución le sugirieron devolver los cuadros a
Bolivia.
“Fue una idea que él inmediatamente abrazó y
le interesó, porque es un hombre muy sensible al arte y me autorizó a
realizar las consultas preliminares a las autoridades bolivianas”,
manifestó. Así fue como Rebolledo se comunicó, a mediados de 2014, con
el Ministerio de Culturas y con el Consulado en Nueva York.
Jordan complementó que desde que se hizo cargo del Consulado, en mayo
del pasado año, se entrevistó con la pareja y entró en confianza con
ellos. Luego se contactó con la Cancillería, el Ministerio de Culturas y
la Vicepresidencia, que enviaron la documentación sobre los lienzos.
En diciembre del pasado año, informó Rebolledo, a invitación de la
Cámara de Comercio, el vicepresidente Álvaro García Linera visitó a los
propietarios de los retratos, a quienes agradeció por la decisión de
retornarlos “al pueblo de Bolivia”.
Y el momento para
que los lienzos puedan volver al país está cerca. Jordan estima que
ello puede ser posible hasta mediados de marzo, en tanto que Rebolledo
señala como plazo máximo hasta mediados de abril.
Ambos ultiman los detalles para que una misión, integrada por los Huber y
miembros de la Cámara de Comercio, lleguen a Bolivia para entregar los
cuadros personalmente al presidente Evo Morales.
“Va a
ser un momento bastante importante para nosotros, poder hacer esta
entrega de los cuadros, porque creo que los bolivianos debemos comenzar a
recuperar todo lo que se nos fue robado”, manifestó la Cónsul.
Mientras tanto los retratos todavía están en la vivienda de los Huber
porque, según Jordan, “es el único lugar donde pueden estar bien
cuidados, porque son antiguos y deben estar en ambientes adecuados”.
El 21 de diciembre de 2014, durante la ceremonia de curación de la Illa
del Ekeko en la Isla del Sol, el presidente Morales pidió repatriar
cerca de 40.000 bienes culturales repartidos en el mundo y solicitó a
sus embajadores trabajar para recuperarlos.
La Illa
volvió a Bolivia tras 156 años de haber sido sustraída por el arqueólogo
suizo Johann von Tschudi. El Gobierno realizó las gestiones.
La decisiva labor de la Cámara
Destacado
La Cámara de Comercio Boliviano Americana, de Nueva York, jugó un rol
importante en la recuperación de los cuadros.ObjetivoSu misión no es
propiamente la de promover la cultura, sino, más bien, es promover la
inversión privada en Bolivia, en minería y otros.Decisión
Richard Huber, uno de los coleccionistas, es amigo de la Cámara y del presidente del directorio de la entidad, Iván Rebolledo.
‘Existe mucho patrimonio boliviano fuera del país’
Jessica Jordan
La Cónsul General de Bolivia en Nueva York fue contactada vía teléfono
por La Razón y considera que tras el retorno a Bolivia de la Illa del
Ekeko, estos dos lienzos serán parte del patrimonio más importante que
fue recuperado para el país. Actualmente realiza los trámites finales
para que estas obras sean entregadas al presidente Evo Morales.
— ¿Cómo se recuperaron estos lienzos?
— Esta recuperación fue posible gracias a la buena voluntad de las
personas que tenían los cuadros y que se comunicaron con el Consulado, a
través de la Cámara de Comercio de Bolivia en Nueva York, de su
presidente, Iván Revolledo. Ahora estamos haciendo las gestiones con el
Gobierno para que puedan regresar seguros a casa.
— ¿Qué trámite se tiene que seguir para repatriarlos?
— Como los cuadros pertenecen a Bolivia no se necesita hacer ningún
trámite. Lo único es que hay que comunicarse con el Departamento de
Estado para que sepa que hemos encontrado los lienzos y que están
regresando al país, y tenemos que informar a la Policía Internacional
(Interpol) para que los retire de la lista de artes robados.
— ¿Cómo los encontraron?
— Las personas que tenían los cuadros son coleccionistas y ellos los
habían adquirido en Brasil y los museos en Nueva York. Siempre les piden
prestados sus lienzos para exposiciones y cuando los dueños dieron la
lista que tenían, encontraron que dos cuadros estaban en una lista de la
Interpol. Entonces, ellos buscaron la forma de contactarse con
nosotros. Agradecemos a estas personas porque nadie les obliga a
devolverlos, pero ellos son amantes de la cultura boliviana y por eso
los retornan al país.
— ¿Es un hallazgo muy importante para Bolivia?
— Es muy remoto también, porque es muy raro que quieran devolverlos,
porque aparte del valor histórico tienen un valor económico bastante
alto, porque esos cuadros han sido restaurados por especialistas.
— ¿Es el segundo patrimonio importante que se recupera después de la Illa del Ekeko?
— Exactamente y tenemos que comenzar a trabajar todos los consulados,
las embajadas, en todas partes del mundo, porque existe mucho patrimonio
boliviano que está fuera de nuestro país, se han robado mucha historia
de nuestras manos y estamos yendo por buen camino.
— ¿Los dueños quieren alguna compensación?
— Lo están haciendo de corazón, porque son amantes de nuestro país, de
nuestra cultura y de la historia boliviana. Están encantadísimos de
devolver los cuadros con la condición de que estén en un lugar seguro y
que no sean robados otra vez.