Regalo. El Presidente agarra el quintal de azúcar que le obsequiaron. A su lado, Luis Barbery, de Unagro.
El ingenio de la Corporación Unagro inauguró ayer la zafra cañera de 2013, y el presidente Evo Morales Ayma, que participó del acto, garantizó la exportación del excedente.
En el inicio de la zafra, los empresarios tienen prevista la producción de cerca de 4 millones de quintales (qq), que representa más de la mitad del consumo interno, que bordea los 7,5 millones de qq. Mientras, el sector cañero de Santa Cruz estima moler cerca de 12 millones de qq este año.
El acto de apertura de la campaña de cosecha, que contó con la presencia del Jefe del Estado, tres ministras de Estado, autoridades locales y el sector empresarial, fue celebrado en instalaciones de la azucarera, ubicada en el municipio de Minero, a 85 km al norte de Santa Cruz.Se estima que con la instalación de un nuevo caldero la molienda se incrementará a 24.000 toneladas (t) por día, frente a las 12.000 t alcanzadas en 2012.
“Esperamos que hasta 2015 podamos llegar a producir cerca de 8 millones de qq, que es la meta original fijada hace 40 años por la familia Barbery”, dijo el presidente de la Corporación Unagro, Luis Barbery.
Este año, la meta de molienda diaria será 24.000 t día y una producción de 4 millones de qq de azúcar en toda la zafra. “La instalación del nuevo caldero nos permitirá cumplir este objetivo, incrementando el 100% frente a la pasada gestión, que fue de 12.000 t”, acotó el empresario.
El industrial pidió que los excedentes del endulzante puedan ser exportados oportunamente, de manera que se les dé un alivio financiero a los productores —que se vieron altamente afectados por la caída de los precios en el mercado externo e interno— y se cubra los costos de la zafra.
Morales. El Primer Mandatario convocó por su lado a garantizar la producción de alimentos para cubrir el mercado interno. Asimismo, consideró que es una tarea de todos “mejorar las normas” para fomentar la exportación de los productos, de tal manera que se aproveche la subida del precio tanto en el mercado nacional como internacional, según un reporte de la estatal ABI.
El Presidente recordó que el Ejecutivo proporcionó Bs 93,18 millones, lo que permitió mejorar la producción de azúcar.
Más adelante, garantizó la exportación de los excedentes, pero aclaró que se dará curso a ésta previa verificación de los inventarios que garanticen el consumo interno, a fin de que no haya desabastecimiento como ocurrió en 2010.
“La exportación es como la cosecha de arroz, si no se levanta en su momento, se echa a perder. La venta de productos a mercados internacionales es similar, porque sabemos que hay momentos en que el precio sube y es entonces que se debe vender, pero garantizando el mercado interno”, sostuvo el Jefe del Estado.
En reconocimiento al apoyo al sector empresarial, Barbery le obsequió una bolsa de azúcar de 46 kilos al Mandatario, quien luego respondió con humor: “Ya tengo para endulzar durante dos meses mi desayuno en el Palacio Quemado”. Al escuchar eso, y en el mismo tono, los zafreros se comprometieron a enviarle un quintal cada dos meses.
El acto estuvo amenizado por la cantante Guísela Santa Cruz, quien luego hizo bailar un taquirari al presidente Morales, que estuvo acompañado de las ministras de Autonomías, Claudia Peña; de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo; y de Desarrollo Productivo, Teresa Morales.
Apuntan a erradicar el trabajo infantil
La Unión Agroindustrial de Cañeros SA (Unagro) de Santa Cruz se
suscribió a la adecuación del triple sello que implica la erradicación
del trabajo infantil, forzoso y discriminatorio en los cañaverales.
El presidente de Unagro, Luis Barbery, reconoció que no será un camino fácil porque hay que cumplir requisitos, como los seguimientos y auditorías que realizan el Ministerio de Trabajo, la Gobernación de Santa Cruz y Unicef.
El presidente Evo Morales y Barbery mostraron los banners de la campaña de rechazo al trabajo infantil. Marco Yordy, representante de Unicef, destacó la voluntad empresarial.
Se estima que en Bolivia existen unos 850.000 niños y adolescentes entre 5 y 17 años, que por su situación económica o familiar trabajan.
