"Un beso, Evo, te quiero"

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Mendoza, ARGENTINA, jun 28 (ABI).- Calzada en deportivo azul, una colegiala, lo más probable de una escuela fiscal de Guaymallén, ciudad vecina de Mendoza, se picó cuando vio que periodistas bolivianos, montados sobre una antena satelital y cámaras en mano, despachaban para Bolivia.     "Yo quiero hablar, quiero?", insistió la adolescente, una rubicunda de ojos celestes cielo y que como todo argentino lleva la "ye, de yyysho" por delante al hablar y que caminaba hacia la Avenida San Martín que cruza la ciudad de Mendoza en dos y que la domina como su principal referente para los turistas que estos días menudean por sus calles en ocasión de celebrarse la Cumbre del Mercosur número 43 que lleva por lema 'Construyendo nuestra integración'.     Después que sus compañeras de pupitre despacharan saludos y besos para Bolivia, la rubicunda se mandó una de campeonato, una inesperada: "un beso, Evo, te quiero".     Morales estaba a esa hora, mediodía argentino, lejos de recibir la cálida acogida de la muchacha, se encontraba en pleno vuelo de La Paz a Mendoza.     Viene, como la mayor parte de sus colegas de la región a analizar la crisis institucional en Paraguay desatada tras el derrocamiento por el Congreso del presidente legítimo Fernando Lugo.     Mendoza será sede estos días de la 43 Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) y, también, de la reunión extraordinaria de jefes de Estado de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur).     El diario Los Andes ha titulado en portada y página plena que Mendoza es, otra vez, sede de la "histórica cita", como lo fue en 1992, cuando parió la unión aduanera fundada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y a la que se han asociado Bolivia, Chile y Venezuela.     Emplazada a 1.100 km de Buenos Aires, Mendoza, la Ciudad del Vino, se ha convertido en el "foco de la política" de América Latina, rotuló otro de los diarios de esta ciudad, Uno.     Mientras llega Morales, los bolivianos residentes en Mendoza le han preparado un ágape, de esos que los bolivianos solemos preparar, música, baile, sentimientos y discursos, en un polivalente deportivo.     Amarilla por el invierno que ha desatado un frío andino, pese a estar tras la cadena cordillerana, Mendoza, la ciudad del Vino, del buen vino argentino, espera a 9 mandatarios sudamericanos y sus cancilleres, para tomar medidas que frenen lo que, se dice aquí, la avanzada golpista en la región.     Las citas cumbre del Mercosur y la Unión Sudamericana de Naciones, no han cambiado radicalmente la cotidianidad de los mendocinos, vecinos de Chile.    El aspecto de la ciudad, de 1,6 millones de habitantes situada a 600 metros de altura sobre el nivel del mar, y su entorno campestre sólo ha cambiado por la sequedad de la vid, que debe ser podada antes de setiembre, antes de que retoñe y dé lo que lo más enorgullece a los mendocinos: el vino. Cc/rsl               ABI     ABI. Copyright 1998-2011.