Por: MELISSA REVOLLO | 22/04/2012 |
Ed. Imp.
Las universidades y escuelas de Medicina en Cuba y Bolivia, aunque con algunas diferencias en su formación, priorizan la prevención y el trabajo comunitario.
Romina Córdova es estudiante de cuarto año de Medicina, nació en Oruro y al terminar el colegio llegó a Cochabamba para emprender el reto de estudiar Medicina en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
Ella cuenta que al principio no fue sencillo comenzar la carrera, la cantidad de estudiantes que había en las aulas hacía suponer que no todos tendrían la opción de aprobar en el curso pre-universitario y convertirse oficialmente en estudiante de la Facultad de Medicina de la UMSS. Pero logró ingresar.
“Lo más difícil era la materia de anatomía”, recuerda Romina refiriéndose al primer año de su formación académica.
También explica que las prácticas en su carrera se hacen desde el primer año principalmente con el trabajo comunitario dando información a la población sobre distintos temas incluida la salud sexual.
“Se va a los hospitales sobre todo en las áreas alejadas. Cuando hay muchos pacientes nosotros hablamos con ellos y aprendemos a relacionarnos”, dice la estudiante destacando la importancia de tratar con la gente.
Aún le falta un par de años para graduarse y espera con ansias el día en que avanzará un paso más dentro el eterno estudio que debe hacer en su carrera.
Según explica, el decano de la facultad, Ciro Larrazábal, se incluyen las prácticas desde el primer año en el ánimo de acercar a los estudiantes a la realidad nacional y a los pacientes.
“En medicina social, el área de prácticas está ubicada en los centros de primer nivel en la periferia de la ciudad. Son alrededor de 19 centros que tiene el Sedes (Servicio Departamental de Salud). Los estudiantes realizan por lo menos unas cinco horas semanales de práctica”, explica.
CUBA Uno de los bolivianos egresados en Cuba es Alejandro Rico. Aunque no con muchos detalles nos cuenta sobre su formación como médico.
Estudió en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba durante seis años.
“El concepto de las prácticas es diferente (al de Bolivia) va desde el primer año hasta el sexto en diferentes ámbitos, el consultorio, el hospital, el policlínico que llegaría a ser como una posta”, relata Alejandro y destaca que ellos estuvieron en hospitales a partir de su tercer año de estudio.
Recuerda que en temas de salud en Cuba, desde el primer año, se resalta la prevención.
“En primer año lo que te enseñan es a reconocer o dispensarizar, se llama así, a dividir a tu población en niños y ancianos, por edades, en personas con riesgo, con enfermedad y en personas con secuelas”, señala a tiempo de referirse a los tratamientos que realizan hasta llegar a la atención clínica, dependiendo al semestre que curse el estudiante.
El primer año, lo básico fue el concepto de la medicina pública y la prevención, entre otros aspectos.
Complementando esta información la presidenta de la Asociación Departamental de Padres de Estudiantes Becados en la República de Cuba “Che Guevara”, Ludgarda Laura Yana, que todavía tiene a su hija en Cuba, explica que allá hay hospitales “bien montados” y que las prácticas de los estudiantes no se limitan a esperar pacientes en consultorios sino que trabajan haciéndose cargo de manzanos para controlar la salud de la población.
SUSCEPTIBILIDAD
Al igual que la competencia que se genera con los formados en Bolivia, la susceptibilidad de los egresados en Cuba es evidente. En el intento de conversar con ellos, nos pusimos en contacto con algunos pero no fue posible acceder a la información sobre el tema de su formación.
Algunos manifestaron que estaban de viaje o que tenían que consultarlo. Entre los padres de familia facilitaron un contacto a nivel nacional.
Los responsables cubanos en La Paz, luego de haber anticipado una respuesta positiva, en el segundo contacto manifestaron “no estar autorizados oficialmente a dar información a la prensa” y a tiempo de disculparse, argumentaron que se trata de un tema “delicado”.
Extraoficialmente se conoce que muchos estudiantes no lograron seguir la carrera y continuaron su formación en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) en Cochabamba.
Apuntes.
EspecialidadLa especialización en una universidad pública o privada requiere de tres años de estudio. Los médicos egresados, tanto en Cuba como en el país no pueden ejercer la profesión si no cuentan con el título. Se necesita de al menos un año para que los egresados estén trabajando pero como médicos generales sin especialización. Esto significa que un médico egresado en Cuba que desea especializarse necesita al menos cuatro años. Entretanto deben realizar la homologación de sus estudios para obtener el título en provisión nacional.
Compromisos.
No existen compromisos por parte del Gobierno para garantizar trabajo a los egresados que concluyeron sus estudios en Cuba. Anteriormente el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Guido Sánchez, manifestó que el Gobierno cumplió con su rol, que fue el de facilitarles la beca para que este grupo de bolivianos estudie en el exterior. Tras los seis mesese de servicio en provincias podrán obtener sus títulos.
La malla curricular en Cuba
No fue posible acceder a documentación oficial sobre la malla curricular cubana para estudiar Medicina. Tampoco el Ministerio de Salud pudo brindar documentacion pese a la solicitud que hizo este medio de la información.Sin embargo, en el portal de la ELAM (www.elacm.sld.cu) se detalla que en un curso Premédico se establece el diagnóstico de situación académica y se imparten asignaturas básicas generales de Física, Química, Matemática, Biología, Ciencias de la Salud, Informática, Español, Historia, Geografía Médica, y Aprender a Aprender.
Según la página web, el proceso docente está estructurado por un Ciclo Básico de tres semestres y un Ciclo Básico de la Clínica de un semestre en los dos primeros años. El Ciclo Clínico de 6 semestres de duración y un año de internado rotatorio se realiza “en estrecha relación con los servicios de salud y desde una perspectiva de integración docente, asistencial, investigativa y cultural”.
Al terminar el internado rotatorio en el último año de la carrera, el estudiante se somete a un examen nacional certificativo y de aprobarse recibe el título de doctor en Medicina.