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Detenido. Baraldini en manos de la Policía argentina, en diciembre, tras ser expulsado de Bolivia.
La Fiscal Federal de 1ra. Instancia de Santa Rosa
(La Pampa, Argentina) informó que hay evidencia de que al menos una vez
se pagó $us 20.000 a personal de Interpol-Bolivia para que no detenga a
Luis Enrique Baraldini, ex “carapintada” que habría tenido nexos con
Eduardo Rózsa.
“Tenemos las pruebas de que se pagó
$us 20.000 para evitar la detención del señor Baraldini, son
comunicaciones telefónicas y por lo que surge de las escuchas
telefónicas, la transcripción de éstas, el soborno fue filmado por un
nieto de Baraldini”, reveló a La Razón Marta Odassa, fiscal federal de
1ra. Instancia de Santa Rosa, en La Pampa.
Aclaró que
las imágenes no son de conocimiento de la Fiscalía porque es un
material que consiguió la familia del acusado, por lo que “debe estar
bien oculta”. Sin embargo, de las conversaciones se desprende que en el
momento en que se efectuaba el pago había un familiar que grabó la
escena.
“Las comunicaciones fueron en julio del año
pasado, o sea de 2011. Aparentemente tendrían que haberle detenido y a
cambio de no detenerlo se pagaron $us 20.000”, dijo Odassa. Además,
refirió que las intervenciones telefónicas no eran a líneas de Bolivia,
sino a teléfonos de familiares de Baraldini en Argentina. “La
intervención telefónica se había ordenado a través de juzgados federales
de Santa Rosa para poder determinar el paradero de esta persona y
apresarlo”.
Investigación. En Bolivia, ninguna
autoridad de Interpol se pronunció respecto a la presunta irregularidad.
Sin embargo, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo a La Razón
que la actuación de los agentes fue destacable en torno a la detención
del ex “carapintada”, además aseguró que se impulsará una investigación
de lo que ocurrió en este caso.
La justicia
argentina, a decir de Odassa, podría requerir la información necesaria
sobre esas llamadas e investigar el hecho, porque en ese país no es una
prioridad. “Tenemos prueba de que pagó, pero no sucedió en Argentina,
sucedió en Bolivia y será cuestión de investigación si a la justicia
boliviana le interesa. No es algo que debamos investigar dentro de esta
causa”, explicó la fiscal federal.
El procedimiento,
para que autoridades bolivianas consigan copias de las transcripciones
de esas llamadas, por ejemplo, implica interponer un exhorto diplomático
al juzgado federal.
De momento, el fiscal Harry
Suaznábar, quien dirige las pesquisas en torno al caso Terrorismo II,
que busca identificar a los “financiadores” del presunto grupo irregular
de Eduardo Rózsa, informó que emitió requerimientos al Ministerio de
Gobierno para tener elementos sobre los nombres que usaba Baraldini en
Bolivia. De acuerdo con los antecedentes de su detención, se conoce que
portaba una cédula de identidad falsa, con el nombre de Marco Antonio
Aponte.
Sobre la vinculación del excoronel argentino
con un intento de magnicidio en contra de Evo Morales, en 2009, Odassa
afirmó que sólo conocen ese tema a través de la prensa y que, de
resultar cierta, no agravaría su situación jurídica en ese país, aunque
sí podría darse una extradición si la justicia boliviana la solicita.
“Tendríamos que ver cuáles son los cargos y hacer el trámite de
extradición, que es bastante largo, pero por supuesto —en el supuesto de
que existan delitos y el requerimiento de Bolivia sea efectivo y
concreto— creo que no va a haber problema”, aseguró.
Sobre su situación, reveló que él declaró que estaba en Bolivia desde
2003, que tenía vida pública. Hace cinco días fue procesado por delitos
de lesa humanidad y está detenido en la Unidad Penal 4 de Santa Rosa.
Solicitó la excarcelación, pero no se le concedió debido a la evidencia
del soborno a Interpol. “Ahora solicitó la prisión domiciliaria y eso
está en trámite”.
Le daban protección en Bolivia
Entorno
La Policía argentina estableció que el yerno de Baraldini era director
de Seguridad Ciudadana en Santa Cruz. Se detectó que su nieto y esposa
llegarían en el vuelo 1362 de Aerolíneas Argentinas y enviaron fotos a
Bolivia para su detención, el 23 de diciembre.
Encuentran indicios de nexos con Rózsa
El fiscal Marcelo Sosa, director funcional de las investigaciones sobre
la célula terrorista que fue desbaratada por un operativo policial el
16 de abril de 2009 en el hotel Las Américas de Santa Cruz, informó que
hay indicios de vínculos entre Eduardo Rózsa Flores y el excoronel
argentino Luis Enrique Baraldini.
“Hemos hallado
algunos indicios y comunicaciones de que efectivamente el grupo
argentino llamado los ‘carapintadas’, entre esos el exmilitar Enrique
Baraldini, estaba en contacto con Eduardo Rózsa”, precisó el fiscal.
Sin embargo, señaló que será en el caso Terrorismo II que el Ministerio
Público investigue la relación que tuvo, además, con grupos de poder de
Santa Cruz que intentaban dividir al país.
Si bien en
el caso Terrorismo I se llegó a identificar y remitir a juicio a 39
personas, en la segunda fase de la investigación “se ampliará el abanico
de la investigación”. Baraldini fue capturado el 24 de diciembre de
2011 en Santa Cruz. Debido a que contravenía las normas migratorias, fue
expulsado al día siguiente. El juez federal Pedro Vicente Zabala, en
Argentina, decidió procesarlo con prisión preventiva por los delitos de
asociación ilícita, secuestros y torturas en perjuicio de 223 víctimas
durante las dictaduras.
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