lunes, 11 de noviembre de 2013

El show de un ex presidente boliviano en Washington DC

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 El artículo pone al descubierto la habilidad de Jorge (Tuto) Quiroga para enturbiar la realidad tratando de armar una historia falsa con hechos reales, pero inconexos, sobre la candidatura del presidente Evo Morales.

Juan Carlos Zambrana Marchetti


El 6 de noviembre de 2013, el ex presidente de Bolivia Jorge (Tuto) Quiroga presentó sus acusaciones contra el gobierno del presidente Evo Morales en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA y luego hizo una presentación sobre su denuncia en las oficinas del Diálogo Interamericano.

Al entrar se abrazó con Rónald MacLean, el ex alcalde de La Paz por el partido del general Hugo Banzer Suárez. Entre los presentes se encontraban miembros del cuerpo diplomático acreditado en Washington DC y organizaciones internacionales, así como personeros del Departamento de Estado, incluyendo el ex embajador en Bolivia David Greenlee.

Esencialmente, la denuncia es por la posible candidatura del presidente Morales, lo que Quiroga llama un tercer mandato presidencial que no está incluido en la Constitución.

Para justificar su acusación, cita el antecedente del presidente peruano Alberto Fujimori en el año 2000 por intentar un tercer mandato, en cuyo caso la Comisión de Derechos Humanos se pronunció.

En primer lugar, olvidó que el gobierno de Fujimori fue un gobierno criminal contra el cual cualquier organización defensora de Derechos Humanos debía haberse pronunciado, no siendo ese el caso del presidente Morales.

Con respecto del supuesto ‘tercer’ mandato de Morales, lo que Quiroga jamás puso en perspectiva fue que el Presidente no terminó su primer mandato porque Podemos —el partido conservador del propio Quiroga, ahora convertido en denunciante y que en ese momento controlaba el Senado— cometió el infantil error de cálculo de intentar frenar el proceso de cambio proponiendo y aprobando un referéndum revocatorio que el presidente Morales terminó ganando y que le renovó por cinco años su inconcluso primer mandato, referéndum que ahora Quiroga se empeña en llamar ‘la segunda elección de Morales’.

Entre su sarta de acusaciones no perdió la oportunidad de acoplarse a la retórica de los halcones republicanos vinculando arbitrariamente a Bolivia con Irán. “El MAS (partido del presidente Morales) sólo hace elecciones como Irán, elecciones por el ayatolá. Y tu votas sí, pero sólo si el Ayatolá dice sí”.

Dijo que el ex prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, preso por la masacre de Porvenir, tenía cáncer en “uno de los hígados”, lo cual causó un rumor en la habitación. Uno de los presentes lo corrigió discretamente y él pidió disculpas reconociendo que tenemos sólo un hígado.

Para respaldar su versión de que estaba siendo enjuiciado por razones políticas, se estrelló contra el fiscal general de Bolivia, Ramiro Guerrero: “El Fiscal General del MAS estaba en la constituyente por este partido. Cuando estaban en Sucre no querían a Sucre como capital y hubo violencia, y murieron cuatro personas jóvenes. El tipo estaba ahí, en la constituyente. Supuestamente tenía que investigar eso, pero nunca lo hizo, pero a mí me quiere apresar. Me llamó cadáver el otro día”, dijo.

La sevicia de este señor es alarmante porque da la impresión de que el Fiscal General de Bolivia es responsable de las muertes en Sucre o que las encubre, cuando en realidad los agresores fueron las hordas de la derecha radical, atacando a los campesinos indefensos y a los policías que trataban de proteger a los constituyentes.

Engaña también al decir que Guerrero lo llamó cadáver, porque sugiere una muerte anunciada, lo que implicaría una seria amenaza de muerte. Lo que en realidad dijo Guerrero la semana pasada fue que Quiroga es un “cadáver político”, en referencia a su total irrelevancia política, al representar a la extrema derecha heredera de la dictadura del general Hugo Banzer, en momentos en que el pueblo boliviano está embarcado en la construcción de una sociedad más justa e incluyente.

Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, le hizo la primera pregunta, “¿es usted una voz solitaria en Bolivia... o hasta qué punto la gente comparte su opinión?” Entre otras cosas, Quiroga dijo estar frustrado con algunos que se llaman oposición porque cuando estaban enjuiciando a otros no dijeron nada, conformándose con la opción de ganarle a Morales en las elecciones, “lo cual está bien. Probablemente tengamos que hacer eso. Vamos a tener que hacer eso, pero lo primero que hay que hacer es denunciar cuando están tratando de robarla”.

Recordó que Lula, en Brasil, respetó los dos mandatos, que también Uribe, en Colombia, y que incluso Chávez tuvo que cambiar la Constitución para legalizar su tercer mandato, cosa que no ha hecho el presidente Morales. “Dicen que tienen el apoyo de las encuestas, lo que sea, pero la verdad es que si tuvieran hubieran aprobado la enmienda. La verdad es que no tienen el 51 por ciento. Ellos lo saben y por eso no lo hacen... Es frustrante ver cómo enjuician a todos los que son una oposición real”.

Este señor delira con ser una oposición real. Aparentemente, la ubicación y el cálculo no son parte de sus talentos. Lo que sí tiene es sevicia y oportunismo para tratar de hacerse relevante en Estados Unidos, coqueteando con la extrema derecha que trabaja para derrocar a Morales por cualquier medio. Llegado el momento, tuve la oportunidad de hacer una pregunta.

“Mi nombre es Juan Carlos Zambrana, soy escritor y analista político. Antes de hacer mi pregunta, quisiera hacer un comentario sobre la pregunta de Michael, si Bolivia está de acuerdo con lo que el señor Quiroga acaba de decir. La respuesta es ¡no!, porque los índices de aprobación que tiene el presidente Morales son el sueño de cualquier otro presidente en la región, y su mayoría parlamentaria de dos tercios en el congreso muestra lo que Bolivia cree y piensa. Entonces, yo pudiera darle respuesta a cada una de las acusaciones que acaba de hacer, pero no quiero destrozarle su evento, así que le voy a hacer sólo una pregunta. La justicia Boliviana lo está enjuiciando por enormes daños económicos a la nación, en la firma de contratos con las transnacionales petroleras que condujeron a la ‘masacre de octubre’ 2003 y en busca de las responsabilidades, el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada ha dicho que él tuvo el infortunio de tener que lidiar con un acuerdo que fue hecho por la anterior Presidencia. Yo sé que usted ha dicho que no firmó el contrato, entonces mi pregunta es muy simple: ¿condujo su gobierno negociaciones con Pacific LNG, la corporación (Consorcio) que trató de exportar el gas a Estados Unidos y México, a precios tan bajos que fueron considerados saqueo, y si no usted, personalmente, alguna gente en su gobierno?”

Nuevamente su respuesta fue larga y de contenido tan diverso como irrelevante, pero, separando la paja del trigo, esencialmente dijo: “Necesitábamos diversificar el mercado, yo hice lo que hace un Presidente, negociar hasta donde se pueda y después que continúe el otro,... y con respecto al juicio, yo voy a estar ahí el lunes, si me quieren arrestar aquí estoy.... El juicio que tengo dice que 80 compañías firmaron contratos. Fiscal Guerrero, ¿usted sabe lo primero que hizo? Sacó a todas las corporaciones del juicio. El único que queda es Quiroga”. Al decir eso, Quiroga que trató de desubicar a la audiencia de la realidad incuestionable, de que las transnacionales son entidades de lucro, y que, en un saqueo, el delito lo comete el gobierno títere del país pobre que traiciona a su pueblo para permitir ese saqueo.

“De los contratos que yo hice, el único bloque relevante fue el bloque Aquío”. Acto seguido, Quiroga anunció que iba a mostrar un video del presidente Morales regocijándose por los resultados del bloque Aquío, pero en su preámbulo le advirtió al público que el Presidente hablaba mal, que rara vez se le entendía, pero que en ese video había hablado claro.

Después de mostrar la parte que le interesaba, apagó su tableta en la que mostraba el video e hizo un comentario burlón: “Esto sigue por una hora”. Con eso provocó algunas risas entre la audiencia, y preparó el terreno para el cierre de su show. “Yo he sido acusado de haber exportado el gas sin autorización del congreso en 2001, y aquí está él (Morales) en 2011, regocijándose. Alegría y emoción para ellos, para Quiroga imputación y persecución, por el mismo lugar exacto. Esa es la estatura de la justicia que ahora nosotros tenemos que enfrentar en Bolivia.”

Sin duda alguna, Quiroga tiene la habilidad de manejar las palabras para enturbiar la realidad. Respondió a mi pregunta tratando de armar una historia falsa con hechos reales pero inconexos para evadir el meollo del problema.

Su delito es haber firmado ese contrato sin la aprobación del congreso, y el enorme daño económico radica en el precio, no en el lugar ni el nombre del bloque, o de la concesión, ni del pozo.

Si diez años después, en el año 2011, el presidente Morales se regocijaba junto a su pueblo por la confirmación de las reservas de gas recientemente descubiertas en ese bloque, después de nuevas negociaciones e inversiones, es simplemente porque con la nacionalización que hizo el gobierno de Morales, los porcentajes de participación para el pueblo boliviano se multiplicaron de tal modo que ya no se considera un saqueo.

Quiroga cree que tiene la habilidad de convencer con información incompleta e inconexa. Puede ser que lo logre en Estados Unidos, pero dudo que pueda engañar a los bolivianos que conocen perfectamente la historia boliviana.

Su show en Washington, obviamente, tuvo objetivos políticos más que argumentos legales. En términos generales, tanto Quiroga como quienes le rieron sus burlas al presidente Morales demostraron un indisimulable racismo además de clasismo que les generaba un notorio desprecio por el gobierno popular de los bolivianos.

Tanto enervó Quiroga a su audiencia, que el ex embajador Timothy Towell, quien también fuera cónsul en Cochabamba, y director de Usaid en La Paz, dijo en referencia al presidente Morales. “Toda su gente cocainera tiene acuerdos con la gente que trafica cocaína a Brasil”... “what kind of badass is this guy?, grosería que se traduce como “¿Qué clase de bestia es este tipo?,” pero con una connotación de vulgaridad que se entiende como “¿Qué clase de gente es este tipo?” Todos ellos demostraron padecer de un severo etnocentrismo que les impide respetar o reconocer virtud alguna en indígenas y mestizos que consideran inferiores. Un espectáculo deplorable.


“(Evo Morales)... estilo Fujimori, está buscando el tercer mandato consecutivo a través de su Tribunal Constitucional.
Jorge Quiroga - Ex presidente de Bolivia

“Olvidó que el gobierno de Fujimori fue un gobierno criminal, no siendo ese el caso del presidente Evo.
Juan C. Zambrana - Escritor y analista político

DISCURSO FUE MÁS POLÍTICO QUE LEGAL

En términos generales, tanto Jorge Quiroga como quienes le rieron sus burlas hacia el presidente Morales demostraron un indisimulable racismo además de clasismo que les generaba un notorio desprecio por el gobierno popular de los bolivianos.