jueves, 14 de noviembre de 2013

El 95 por ciento de personas con diabetes pudo evitar este mal

http://www.cambio.bo/index.php?pag=leer&n=102620

DIAGNÓSTICO    

De cada 10 personas en el país, al menos dos viven sin saber que tienen esta enfermedad, afirmaron expertos en salud antes de alertar que la mayoría de los pacientes con este mal pueden evitarlo si tienen una alimentación sana.

Redacción central / Cambio


El 95% de las personas que viven con diabetes habría evitado esta enfermedad si hubiese sostenido un régimen alimenticio saludable, advirtió el viceministro de Salud, Martín Maturano, en entrevista con Cambio.

“La población que tiene la enfermedad de forma hereditaria representa apenas el 5%. Es decir que el 95% de los casos es perfectamente prevenible”, reveló la autoridad.

El Viceministro explicó que existen dos tipos de diabetes: la diabetes tipo 1 y la tipo 2. Mientras la primera se produce por factores hereditarios que provocan que el páncreas no produzca insulina suficiente para que la glucosa ingrese a los tejidos; la segunda se desarrolla cuando una persona hace trabajar de forma excesiva a su páncreas debido al consumo excesivo de azúcar, sal, y comida rápida, como las frituras.

La cifra fue corroborada por el doctor Joaquín Vidal, quien explicó que cuando una persona no tiene una dieta equilibrada y saludable, “las células que producen la insulina se degeneran con el consumo del mencionado régimen alimenticio. Entonces, la agresión que ha sufrido el organismo durante todo su tiempo de vida va matando estas células”.

Aunque la enfermedad se manifiesta mayormente a partir de los 40 años, ambos galenos comentaron que existen casos en los que la diabetes se identifica desde la infancia debido al excesivo consumo de la denominada comida chatarra.

SÍNTOMAS Y CONSECUENCIAS

Los primeros síntomas que tiene una persona con diabetes —explicó Maturano— se identifican por las tres ‘p’: la polifagia (que es cuando la persona quiere comer a cualquier hora y cualquier cantidad de alimentos), la polidipsia (que es cuando se tiene excesiva sed y toma mucha agua) y la poliuria (cuando orina muchas veces al día).

Según Vidal, cuando la enfermedad se encuentra en su primera etapa se manifiesta una sensación de sed incontenible que provoca consumo de mucho líquido, que por ende provoca más ganas de orinar.

En la siguiente etapa de la diabetes se manifiesta la dificultad en la cicatrización de las heridas. En tanto que en la etapa más avanzada se puede ver que hay alteración o dificultad en la visión. Debido a los traumas que provoca este mal, éste puede desembocar en otros problemas de salud, tales como la insuficiencia renal, la pérdida de la visión, e incluso el peligro de amputación de una extremidad. Esto ocurre cuando a un paciente se le detecta el llamado ‘pie diabético’.

“Todos los pacientes deben recibir tratamiento y tener una dieta alimenticia especial”, afirmó Vidal antes de advertir que de no hacerlo puede desembocar en otra patología.


“Si un paciente con diabetes se somete a un tratamiento puede tener una vida normal.
Martín Maturano - Viceministro de Salud

Dos de cada 10 ciudadanos no saben que tienen la enfermedad


De cada 10 personas, al menos dos viven sin saber que tienen diabetes, reveló el doctor Joaquín Vidal antes de mencionar que de estas dos personas tal vez una está iniciando el tratamiento.

En este sentido, los médicos recordaron la importancia de someterse de forma periódica a pruebas rápidas de glicemia en la sangre.

“Si un enfermo con diabetes tiene un tratamiento continuo, no hay alteraciones de las funciones vitales. Puede tener una vida normal”, afirmó el galeno.

“A veces los pacientes a los que se les diagnostica diabetes se sienten como si se les detectara cáncer, pero no es para tanto”, respaldó la responsable de Enfermedades No Transmisibles del Sedes La Paz, Helen Valverde.

TRATAMIENTO

Dependiendo del tipo de diabetes hay pacientes insulinodependientes y pacientes no insulinodependientes.

El tratamiento de los segundos es más llevadero, ya que sólo requiere tomar pastillas. En tanto que los primeros deben tratarse con insulina humanizada “que se coloca en el abdomen con jeringas, por lo general dos veces al día”, explicó Vidal.

La insulina es más cara que las pastillas. Su costo es de 300 bolivianos por frasco, que al paciente le dura entre seis o siete días.