“Hemos pasado de los tiempos de los Chicago Boys (economistas neoliberales instruidos en la Universidad de Chicago) a los tiempos de los Chuquiago Boys (profesionales formados en las universidades bolivianas), que significa la revalorización del estudiante, la revalorización del profesional boliviano. Si ustedes se fijan la totalidad de los cargos públicos, lo ocupan funcionarios que han pasado por las aulas universitarias bolivianas”, manifestó el dignatario de Estado.
La oportunidad sirvió para que García Linera, en su reflexión, comente las cinco etapas de la formación académica, universitaria pública y privada. En una primera época, a principios del siglo 20, señaló que se caracterizó por la reforma del estado y la conquista de la autonomía.
En la segunda época, en los años 30, 40, 50, la universidad se caracterizó por ser elitista, por el reducido número de universitarios y el acceso a las Casas Superiores de Estudio era casi un privilegio, pero generó ideas políticas.
“Lo que caracterizó a la universidad fue la generación de ideas políticas, de transformación en los años 30, en los años 40, después de la Guerra del Pacifico, antes de la revolución del 52, post revolución del 52, la universidad va ser el laboratorio de la generación de las ideas de la época en sus distintas vertientes”, manifestó el Vicepresidente del Estado.
Respecto al tercer momento, indicó que la universidad se definió por la radicalización humanística y política, en los años 60 y 70, en tiempos de las dictaduras y de las luchas guerrilleras, donde la juventud buscaba la transformación.
García Linera identificó al cuarto momento como el de la predominancia de un “ideologema” de un sentido común, de libre mercado y neoliberal, lo que ocasionó la devaluación de las universidades bolivianas, cuando se privilegiaba la formación académica en el exterior.
En un quinto lugar, dijo que en la actualidad hay una fusión entre el contexto internacional y las raíces propias bolivianas.
Finalmente, destacó que la universidad en el fondo es una fábrica de conocimientos, un lugar donde se constituye un cerebro colectivo de la sociedad, la construcción de lo universal como síntesis de lo que somos todos y, sobre todo, los concomimientos se fusionen con lo práctico, científico y técnico.
Fuente: Prensa Vicepresidencia