Por Luis Oporto Ordóñez - Tomado de fOROBolivia
La
Alianza para el Progreso, una de los programas de ‘ayuda’ al pueblo
boliviano. Como parte de esa ayuda, se envió a Bolivia harina, leche,
mantequilla y otros alimentos, que se los distribuía por medio de la
iglesia boliviana a las familias más necesitadas.
En
ese ínterin, llegaron los instructores de élite de EEUU, aquellos que
fueron fogueados en Vietnam para aplastar a la guerrilla del Comandante
Erneste Che Guevara. Con ellos llegó la CIA encarnada en sus agentes
cubanos. ¿Quién puede olvidar a Félix Rodríguez?
Luego
llegaron los muchachos del ‘Cuerpo de Paz’, que optaban por este
destino huyendo de Vietnam, para trabajar en comunidades indígenas a lo
largo y ancho del territorio nacional.
Le
tocó el turno al extinto PL-480, que facultaba la donación de trigo
americano para la elaboración de pan de batalla. El trigo que solía
permanecer durante meses en los puertos de Chile, al llegar a Bolivia se
monetizaba y esos recursos eran dispuestos a proyectos de diversa
naturaleza, igualmente a lo largo y ancho del territorio nacional.
Más
tarde, USAID, se enseñoreó a la manera de un Virrey, disponiendo
recursos a manos rotas. La cifra fue revelada hace días y supera los 2
mil millones de dólares en todos los años de permanencia en Bolivia.
A estos contingentes hay que sumar los muchachos de los programas de doctorado Fullbright.
Como
podemos ver, no es poco lo que hizo EEUU para movilizar contingentes
humanos y recursos económicos a la ‘necesitada’ Bolivia, cuya economía
hundió como resultado de la II Guerra Mundial, al sumar como ‘aliado’ al
gobierno del Gral. Enrique Peñaranda, a condición de venderle el estaño
boliviano a precio de gallina muerta. De manera perversa EEUU usó ese
mismo estaño para formar el Buffer Stock o Stock Pile, que usó cada vez
que las materia prima levantaba cabeza en el mercado internacional.
En
el fondo todos esos planes de ‘ayuda’ formaba parte del plan
estratégico de EEUU para detener el avance ‘comunista’ en Bolivia en
particular y América Latina en general. Para nadie es un secreto que
desde los muchachos del PL-480, pasando por todos los funcionarios
diplomáticos, hasta los becarios de postgrado, tenían la obligación de
enviar informes a EEUU, y no debemos engañarnos, no eran cualquier tipo
de informe, sino de inteligencia.
Los
Cuerpos de Paz salieron con ignominia al descubrirse sus oscuros
propósitos, denunciados como fueron con planes macabros de control de
natalidad. Espero que la Cinemateca reponga la célebre cinta ¡Fuera de
Aquí! que se ocupa de este tema negro en la historia de la dominación
imperialista.
El
PL-480 provocó la destrucción de la producción triguera boliviana, pero
lo que es peor, diseñó el modelo de desarrollo boliviano, al disponer
desde esa oficina dependiente de EEUU, los recursos monetizados. Desde
carreteras hasta publicación de libros financió el PL-480. ¿Recuerdan el
emblemático estudio de Louis Girault sobre la Medicina Kallawaya? Pues
esa obra fue financiada por esa oficina.
Cuando
el gobierno decidió cerrar esta oficina, la misma gente que escribe a
favor de EEUU auguró la hambruna para Bolivia. Y, ahora, lo que tenemos
es un avance cada vez más sostenido a la seguridad alimentaria.
USAID
era parte de ese plan. USAID financió proyectos de desarrollo,
definidos por EEUU, pero también financió operaciones que sólo ellos
saben su propósito. No podemos pecar de ingenuos para pedir
transparencia a una entidad que es responsable de buena parte del
aparato de inteligencia de EEUU.
No amigos, USAID no era trigo limpio, como no lo fue la ayuda de la Alianza para el Progreso.
Seríamos
agradecidos todos los bolivianos, incluyendo al que escribe estas
líneas, si la ayuda hubiera sido sin condiciones y dispuesta de manera
generosa, pero lo que se hizo fue algo perverso, pues a cambio de esa
ayuda, dominaron a los gobiernos de Bolivia, para combatir el supuesto
comunismo, pero en el fondo lo que deseaban y lo lograron durante largas
décadas, querían tener control de nuestras materias primas.
Saludos,
Luis Oporto Ordóñez