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Economía
REDACCIÓN CENTRAL - Cambio
El ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreira, afirmó que “el Estado boliviano no pierde ni un centavo si es que la Jindal cesa el contrato voluntariamente”.
La autoridad de Gobierno dejó en manos de la Jindal Steel Bolivia (JSB) decidir si quiere continuar en el desarrollo del proyecto de explotación e industrialización del hierro en el Mutún, en la provincia Germán Busch del departamento de Santa Cruz.
Esto a raíz de que la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) ordenó el 2 de mayo de este año la ejecución de la boleta de garantía por 18 millones de dólares de la empresa india luego de que se cumplió el plazo para su renovación.
“Es la Jindal la que tiene que decidir si se queda o se va para no retrasar el proyecto del Mutún, nosotros ya hemos garantizado todas las condiciones, incluida la provisión de gas, por Yacimientos Petrolíferos”, remarcó Virreira.
Según la Gerencia de Relaciones Públicas de la JSB, la empresa de capitales indios procederá en el marco del contrato de riesgo compartido firmado con la ESM, en representación del Estado, con el objetivo de defender sus intereses en los ámbitos legales que corresponda.
En ese sentido, la Jindal se encuentra evaluando los hechos suscitados para considerar su continuidad en Bolivia, pues considera que la ejecución de la boleta de garantía se hizo de manera irregular.
El ministro Virreira sostuvo que la ESM ejecutó la boleta de garantía tomando en cuenta lo establecido en el contrato.
“Lo único que hemos hecho es cumplir con los plazos y obligaciones del contrato”, apuntó.
La JSB también informó que cumplió con las inversiones comprometidas por un monto superior a los 600 millones de dólares.
Siguiendo lo acordado entre el Gobierno y la Jindal, este último debe comenzar a producir acero desde el año 2014.
Para este objetivo, la petrolera estatal YPFB garantizó la entrega de 2,5 millones de metros cúbicos de gas por día. A lo que se suma la oferta de gas licuado de petróleo.
