lunes, 9 de marzo de 2015

Lo que la Liga puede aprender de la Libobásquet

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Por Gabriel Caero Rodríguez - Los Tiempos - 8/03/2015

Lo que la Liga puede aprender de la Libobásquet. - Carlos  López Gamboa Los Tiempos
Lo que la Liga puede aprender de la Libobásquet. - Carlos López Gamboa Los Tiempos

La Liga Boliviana de Basquetbol (Libobásquet) da pasos agigantados en su camino rumbo a la profesionalización en el mediano plazo, luego de establecerse en 2014 como la primera división del deporte de la canasta.

Además de crear una liga competitiva con 12 clubes, la directiva de la Federación Boliviana de Básquetbol (FBB) implementó una medida digna de ser emulada por otras instituciones, tal es el caso de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB).

Esta medida establece que los equipos participantes de la Libobasquet tienen como límite un techo presupuestario para contratar a los refuerzos extranjeros (máximo tres por equipo) que no deben percibir un sueldo mensual superior a los 2.000 dólares.

“El objetivo es llegar a la profesionalización y se requieren verdaderas instituciones”, asevera Gustavo Carmona, secretario General de la FBB.

A juicio del dirigente federativo, esta medida permitirá potenciar a los clubes con refuerzos de calidad y en igualdad de condiciones con los demás participantes de la Libobásquet.

Este ejemplo de “uniformizar los gastos” y evitar “inflación” en el mercado del baloncesto nacional nace desde la política de la National Basketball Association (NBA, por sus siglas en inglés), la mejor liga del baloncesto en el planeta.

“En la NBA se maneja un tope salarial, los mismos jugadores saben que pueden jugar en cualquiera de los equipos participantes”, añade Carmona.

Sobre el mínimo que un jugador (refuerzo) extranjero podrá ganar, el dirigente sostiene que cada club deberá acordar el mismo con el refuerzo.

Un aspecto no menor es que todo jugador foráneo deberá presentar un certificado que avale su registro como integrante de su federación de origen.

Todo esto se verá respaldado con el “fair play” financiero, un capítulo del reglamento que establece la lealtad  y fidelidad que deben tener los clubes para competir en igualdad de condiciones.

Orlando Almanza, presidente de Peñarol de Quillacollo, aplaudió la decisión del Consejo Superior, empero, advirtió que en la práctica esto puede ser distinto.

“Es una gran medida, pero en la práctica podría no ser así. Nosotros nos manejaremos bajo esa política, aunque hay otros clubes que en su afán de conseguir un refuerzo ofrecen un ‘poco más’”, sostuvo Almanza.

Con el propósito de evitar este extremo, el secretario general de la FBB, explicó que se creó un equipo jurídico que estará al tanto de revisar los contratos que cada club firme con sus refuerzos internacionales.

Aprendizaje
A lo largo de los dos torneos de 2014, las primeras experiencias de la Libobásquet dejaron importantes enseñanzas a todos los clubes participantes.

El mantener una planilla sin respaldo económico y con esfuerzos personales llevaron al Consejo Superior efectuado el 28 de febrero, a establecer el mencionado techo presupuestario.

En algunos casos se evidenció una marcada supremacía de los clubes La Salle (TRJ) y Amistad (CHU) sobre otros quintetos de la Libobásquet.

Otro ejemplo a tomar en cuenta es el superávit conseguido por el club Pichincha (PTS), que en la primera versión de 2014 llegó a recaudar 90.000 bolivianos, producto de la asistencia media de 8.000 espectadores en cada uno de los cinco encuentros que le tocó jugar de local.

No obstante, el club invirtió todo el dinero en refuerzos de primer nivel para ser ganador de la segunda versión, pero no consiguió resultados positivos y quedó eliminado en la primera fase y menguó  su ganancia.

Bolivianos, en proyecto
Si bien la medida se aplica por el momento a los jugadores foráneos, la FBB también proyecta que paulatinamente se consiga que todos los basquetbolistas bolivianos percibir un sueldo de manera permanente y se dediquen de lleno al baloncesto.
Por ahora, son pocos los nacionales que tienen un sueldo o un respaldo económico. La gran mayoría juega “por amor al deporte”. Es el otro reto a futuro.