Los bolivianos Juan Carlos Salvatierra y Wálter
Nosiglia fueron recibidos como si fueran campeones del Dakar, con
emotividad y espectacularidad, cuando los dos —primero el piloto de
motos y después, el de cuadriciclos— subieron a la rampa de Uyuni,
vitoreados por miles de compatriotas al cabo de la séptima etapa,
histórica por haber sido la primera vez que el Dakar —la carrera más
dura y peligrosa del mundo— entró a territorio nacional.
En el momento en que Salvatierra, seguido durante casi toda la carrera
por un helicóptero en el que viajaba el presidente del Estado
Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, posó su moto en lo más alto
del podio, explotaron los petardos, voló el papel picado, salió humo y
la bandera nacional flameó en lo más alto, multiplicada por un inmenso
número de personas que llegaron al lugar.
“No me
alcanzan las palabras para agradecer por el aprecio que me está dando la
gente”, dijo el Chavo —así llamado Salvatierra— que a duras penas pudo
contener su emoción.
Lo mismo ocurrió al “aterrizar”
Nosiglia en el sitio, a tal punto que le hizo llorar: “Gracias
Presidente, muchas gracias por hacer esto (el Dakar) en Bolivia”, le
dijo el piloto a Evo.
Ese fue el corolario de una
jornada histórica para el deporte boliviano, en el día de la llegada al
país de unos 100 pilotos en su paso de dos días de la competición por
Bolivia, desde Argentina y rumbo a Chile, punto final de la dura carrera
el próximo sábado.
Los pilotos extranjeros que
fueron subiendo uno a uno a la rampa, tras una agotadora jornada, no
tenían palabras sino para agradecer tremendo recibimiento del que fueron
objeto todos, y de lo que vieron en el camino, desde Villazón, por
donde ingresaron, pasando por Tupiza, Atocha y en Uyuni.
En todo ese
recorrido, miles y miles de personas se volcaron a la carrera poniéndole
un marco nunca antes visto desde que el Dakar llegó a Sudamérica en
2009.
“Pocas veces 150.000 personas estuvieron en una
meta, impresionante”, se animó a calcular el director de la prueba, el
francés Etienne Lavigne.Cuadras y cuadras llenas de aficionados,
nacionales y extranjeros, conformaron el callejón por donde los
corredores, asombrados, terminaron una jornada para todos imborrable.
Nosiglia vuelve a ser séptimo y Salvatierra, decimocuarto
Los dos bolivianos que compiten en el Dakar se mantienen en sus
posiciones en la clasificación general, Wálter Nosiglia es duodécimo
(12°) y Juan Carlos Salvatierra, decimosexto (16°) luego de cumplidas
las primeras siete etapas —de un total de 13— de la carrera, en
cuadriciclos y motos, respectivamente.
Después de una
primera parte dura, en territorio argentino —seis etapas—, los dos
pilotos nacionales, que además son amigos, continúan en competencia y
ayer entraron triunfales como anfitriones de la séptima etapa.
En su primera participación en un Dakar, Nosiglia repitió el séptimo
lugar —su mejor posición— en una etapa, igual que en la anterior
(sexta), con un tiempo de cuatro horas, 25 minutos y 30 segundos, a
29’11” del ganador de la jornada en su categoría, el chileno Ignacio
Casale, quien además es líder de la clasificación general y va firme
para coronarse en su tierra.
En el acumulado, el piloto boliviano de cuadriciclos tiene 46 horas, 23 minutos y 42 segundos, a 13h02’40” del líder.
En su objetivo de estar entre los 20 mejores de la carrera, Salvatierra
—que corre por cuarta vez consecutiva el Dakar— tiene un tiempo en la
clasificación general de 30 horas, 29 minutos y 49 segundos, atrasado
03h49’05 del primero en motos, el español Marc Coma.
El piloto cruceño manejó a buen ritmo ayer por territorio boliviano para
ocupar la decimocuarta posición de la etapa con tres horas, 43 minutos y
21 segundos, a 14’40” del español Joan Barreda, el vencedor del día.
¿Cuánta gente hubo en la meta?
Cálculos. Antes de que la carrera llegara a Bolivia se estimaba la
presencia de unos 60.000 visitantes turistas, al margen de los
pobladores del lugar.cálculosEtienne Lavigne, el francés director de la
carrera, se animó a afirmar que hubo “unas 150.000 personas”, algo que
“pocas veces se ha visto en una meta del Dakar”.cuadras
Aparte de la gente —varios miles— que estuvo en las afueras de Uyuni
(en el punto final del tramo cronometrado), en la ciudad fueron muchas
las cuadras de un “callejón humano” —la mayoría de aficionados con la
bandera nacional en sus manos— que dio la bienvenida a los corredores.
‘Túneles humanos’, de Tupiza a Uyuni
Ramiro Siles - La Paz
Casi las diez de la mañana de ayer. Un “callejón humano” recibió a esa
hora al Dakar en su entrada a Bolivia por Corral Blanco, cerca de
Villazón. Las motos y cuadriciclos, que partieron desde Argentina para
cumplir la séptima etapa, fueron pasando una a una por el medio de la
gente devorando terreno y a la vez sintiendo el fuerte calor humano.
En la historia del Dakar en Sudamérica —desde 2009— en ninguna parte
hubo un recibimiento tan espectacular como este domingo en territorio
nacional, en la primera vez que la carrera llegó a Bolivia.
“Es una de las cosas más increíbles que me ha tocado vivir”, admitió el
piloto nacional de motos Juan Carlos Salvatierra, quien junto a Wálter
Nosiglia, el otro representante boliviano —en cuadriciclos— sintieron
más fuerte el cariño de la gente.
Las primeras
imágenes de los pilotos entrando al país fueron en una bajada desde un
cerro no muy empinado, luego cruzaron una planicie con algunos
obstáculos, ahí mucha gente veía, gritaba y hacía ondear banderas
bolivianas.
Eso fue solo el comienzo, porque en
Tupiza el público esperó a los corredores con un “bosque de banderas”.
Primero en las afueras de la ciudad, desde los cerros, y después en el
centro.
La cantidad de público resultó incalculable,
miles de personas fueron hasta los puntos de espectadores determinados
por los organizadores para ver la competencia y gritar “Viva Bolivia”.
A su llegada, tanto Salvatierra como Nosiglia se contagiaron, agarraron la bandera nacional y circularon con ella en alto.
En Atocha, si bien fue un punto de paso, antes de cruzar el puente ya
se notaba el ambiente de fiesta nacional. En él fueron puestas en los
costados pequeñas banderas y unos metros después el público apareció en
los puntos altos.
También por la cantidad de gente apostada en ambos lados, los pilotos tuvieron que bajar la velocidad de sus máquinas.
Cuando por ahí pasaron los dos bolivianos, lo hicieron además
levantando la mano y saludando, agradeciendo tremendo recibimiento.Más
emotiva aún fue la llegada a Uyuni, a unos 30 kilómetros de la ciudad.
El público hizo un largo túnel y por ahí fueron llegando los
competidores.
El Chavo, rompiendo el protocolo, se
bajó de su moto y fue a saludar a la gente. Todos querían tocarlo y
verlo de cerca. Los policías tuvieron que protegerlo.
Bolivia Tv dispuso ocho unidades
Transmisión. Nunca antes un canal nacional hizo lo que ayer puso en sus
pantallas de todo el país el estatal Bolivia Tv. Transmitió la entrada
del Dakar desde temprano, punto por punto: en Villazón, Tupiza, Atocha y
Uyuni, entre otros sitios. equipoEn total, según los relatores de la
televisora, el canal —que desplegó un importante equipo humano— dispuso
de ocho unidades móviles. De todas ellas tuvo una en un helicóptero, que
sobre todo captó imágenes de Juan Carlos Salvatierra mientras
desarrollaba la etapa. El trabajo periodístico continuará hoy desde
temprano, en la etapa de Bolivia (Uyuni) a Chile (Calama).
‘Corrí con un nudo en la garganta’
Marcos Bonilla - Uyuni
Wálter Nosiglia dijo ayer que “en el cuarto día” del Dakar quería irse a
su casa, ya no aguantaba más lo duro de la carrera, pero si lo hacía se
hubiera perdido el recibimiento y la gran fiesta que brindó a los
corredores el pueblo boliviano.
“Quiero agradecer
infinitamente a la gente de nuestro país. Corrí esta etapa con un nudo
en la garganta por tanto apoyo. Amo a Bolivia y me siento orgulloso de
haber nacido en esta tierra”.
Nosiglia se emocionó hasta las lágrimas cuando subió a la rampa en Uyuni y fue recibido por la afición.
“Muchísimas gracias, estoy orgulloso de tener esta bandera”, enfatizó y levantó la tricolor nacional.
“Nunca esperaba esto, este recibimiento, estoy impresionado, esto me
emociona y me motiva para seguir adelante. Estamos (junto con Juan
Carlos Salvatierra, que compite en motos) muy contentos por lo que
estamos haciendo hasta ahora. Quisiera agradecer por todo, estoy muy,
pero muy feliz y decirles que amo a mi país”.
Después, con la voz casi quebrándose por la emoción, se dirigió a las
autoridades: “Gracias Presidente (Evo Morales) por haber traído el Dakar
a Bolivia, gracias ministros, gracias Vicepresidente (Álvaro García
Linera), les agradezco un montón, gracias por hacer esto en el país”.
Luego no ocultó su preocupación porque su cuadriciclo tuvo algunas
fallas durante la etapa, que es maratón, por tanto ni él ni ningún otro
piloto cuentan con apoyo de sus mecánicos.
“Estoy en
problemas con la moto, tengo mucho por hacer, y si no lo hago ahora (al
caer la tarde) lo tengo que hacer después” para llegar en buenas
condiciones a la octava etapa que se correrá hoy.
‘Bolivia está marcando otra historia’
Marcos Bonilla
Juan Carlos Salvatierra dijo que “no esperaba tanto”, en alusión al
recibimiento que tuvo y que el pueblo boliviano brindó a todos los
corredores del Dakar.
“Muchas gracias a toda la
gente que nos ha venido a recibir, a la gente que ha viajado desde otras
partes para poder alentarnos y estar con nosotros en esta histórica
jornada para el deporte”.
Desde su punto de vista,
Bolivia “realmente está marcando otra historia con el Dakar”, frase que
se la dijo a Morales. “El desarrollo del país pasa también por tener
semejante evento, que va a potenciar el turismo y las relaciones
exteriores”, agregó, esperanzado en que en los próximos años la
competencia continúe en el territorio nacional.
Según Salvatierra, “fue una emoción tremenda el momento de ingresar a
Bolivia (cuando empezaron a aparecer en masa los pobladores), son pocas
las veces que uno puede sentir algo así. Hay pocas emociones en la vida
que se pueden comparar”.
La edición de ahora es “el
Dakar más difícil de los últimos años, aunque a mí me está yendo bien
por los resultados; pero me está costando, no es nada fácil, se debe a
todo el entrenamiento y preparación que hice”.
Salvatierra saldrá hoy a disputar la octava etapa en procura de entrar entre los 15 mejores.
La carrera se compite al ritmo español
AFP - Uyuni
Los pilotos españoles siguieron dominando el Dakar-2014 ayer en la
categoría de motos con la victoria sobre dos ruedas de Joan Barreda
(Honda), que venció en la séptima etapa de autos.
Las
motos y los cuadriciclos se embarcaron en un trazado muy diferente al
del resto de participantes, y abandonaron Salta (noroeste de Argentina)
para entrar por primera vez en la historia del rally en el privilegiado
enclave natural de Bolivia.
Mientras, los autos y los camiones dieron una vuelta de 533 kilómetros cronometrados con principio y final en Salta.
Los participantes de todas las categorías volverán a encontrarse este
lunes por la noche en Calama (Chile), tras completar la octava de las 13
etapas del Dakar-2014.
En motos, Barreda recorrió
los 409 kilómetros de especial cronometrada (373 km de enlace) en
3h28m41s, seguido por el también español Marc Coma (KTM) y por el
francés Cyril Despres (Yamaha). Tras esta histórica séptima jornada en
las dos ruedas, Coma mantiene el liderato de la clasificación general
con un tiempo de 26h40m44s, seguido por el vencedor de la etapa, Joan
Barreda (a 38m14s), y por el también español Jordi Viladoms (KTM) (a
1h16m03s del líder).
Por su parte, el piloto
chileno Jeremías Israel (Speedbrain) fue quinto, mientras que el
quíntuple vencedor del Dakar, el francés Cyril Despres, fue noveno.Según
la agencia EFE, el español Coma, líder del Dakar en motos, disfrutó del
altiplano boliviano en la séptima etapa, fue segundo, a pesar de ser
líder en la general.
“Ha sido una etapa muy bonita,
en un país nuevo, para mí totalmente desconocido. Fue agradable de
conducir, no extremadamente difícil pero siempre hay algo que requiere
la atención”, dijo el catalán.
Coma señaló que lo más
complicado fue adaptarse a los más de 3.600 metros de altitud de Uyuni
y, de hecho, cuando llegó al campamento aspiró un poco de oxígeno en la
zona médica para acelerar su recuperación.
El piloto
también se mostró sorprendido por la calidez del público boliviano, que
estuvo presente prácticamente en cada kilómetro de la etapa.“Cuando
llegamos a un país nuevo suele pasar esto. Me ha sorprendido tanta gente
en todos los kilómetros de especial, eso es bonito”, dijo Coma, líder
del rally con más de 38 minutos de ventaja sobre Barreda, segundo
clasificado.
Barreda trata de ‘cazar’ a Marc Coma
EFE - Uyuni (Potosí)
El piloto de motos español Joan Barreda (Honda), ganador ayer de la
séptima etapa del Dakar, dijo que imprimió un ritmo de carrera fuerte
para tratar de recuperar algo de tiempo respecto de Marc Coma (KTM),
líder de la general, aunque el catalán no lo dejó escapar.
“He arañado todo el tiempo que podía. He pillado rápido a Marc y
después de pasarlo he puesto un ritmo muy alto pero ha apretado
muchísimo para no dejarme escapar”, dijo Barreda al llegar al campamento
de la localidad boliviana de Uyuni.
“Estoy contento,
es lo que esperábamos de hoy (por ayer). Sabíamos que era difícil sacar
más tiempo”, agregó el español, segundo en la clasificación general a
más de 38 minutos de Coma.
El español Barreda destacó
la dificultad que hay para circular a más de 3.600 metros de altura,
como sucedió ayer a su paso por el altiplano boliviano.“La altura se
nota muchísimo. Con la velocidad que llevábamos no se sentía tanto la
sensación porque me sentía pesado y lento de reflejos”, explicó.
También se mostró sorprendido por la cálida acogida del público
boliviano, que alentó a los pilotos durante la etapa y les brindó un
masivo recibimiento en Uyuni.
“La gente es increíble,
es una locura. Se nota que para ellos es un evento importantísimo y que
es la primera vez que (el Dakar) lo viven”, señaló.Bolivia fue incluida
este año por primera vez en el recorrido del Dakar, aunque solo en la
modalidad de motos y cuatriciclos. La séptima y octava etapa del rally
en esta categoría incluyen su paso por los departamentos de Potosí y
Oruro.