lunes, 21 de mayo de 2012

Oposición boliviana polemiza sobre candidatura única o dispersión, a 31 meses de elecciones

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El gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas (ABI)
Redacción Central
La Paz, 20 may (ABI).- A 31 meses de las elecciones presidenciales en Bolivia, la oposición criolla de derechas, que reúne a cerca de una decena de partidos y agrupaciones políticas, oscila entre una candidatura única, que supone la instrumentación de un esquema de primarias, la dispersión típica y, como último recurso, una lucha para plantear la inconstitucionalidad de la reelección del presidente indígena de izquierdas Evo Morales, opinaron sus operadores políticos.

    La conservadora Convergencia Nacional (CN, primera minoría en el Legislativo), del ex militar Manfred Reyes Villa, autoexiliado en Estados Unidos, apuesta con urgencia a la unidad monolítica de la oposición a Morales, que ganó las elecciones de 2005 y que, en base de la Constitución vigente desde 2009, volvió a imponerse en las urnas en 2009, para una mandato quinquenal hasta enero de 2015.

    "Hay que ir pensando desde ahora en lo que se viene, la elección de 2014, y estamos viendo, aparte de conformar los cuadros de Convergencia, también se armará la unidad de todo el país conforme a todas las agrupaciones y partidos políticos", afirmó el diputado, Felipe Dorado, jefe de bancada de CN.

    El partido de Reyes Villa, refugiado en Estados Unidos desde principios de 2010 y sobre quien pesan cargos de la justicia boliviana por corrupción, busca a cualquier costa la unidad de la oposición.

    "Convergencia irá con la alianza Plan Progreso para Bolivia; estamos viendo algunas alianzas con diferentes partidos políticos para que vaya un solo candidato" en los comicios bolivianos pautados para diciembre de 2014, explicó.

    En una visita a Viena, en marzo pasado, el mandatario boliviano remarcó durante una conferencia dictada a la prensa internacional y austriaca, que  hará uso del precepto constitucional que franquea el derecho a la reelección, tras un primer mandato, éste que discurre desde principios de 2010.

    En la misma corriente de opinión transita la minoritaria Unidad Nacional (UN), del empresario Samuel Doria Medina).

    El diputado jefe de bancada de esta formación política, Jaime Navarro, expresó su convicción de que la dispersión en la oposición boliviana promoverá un nuevo mandato, hasta 2020, de Morales.

   "Nosotros, como Unidad Nacional, entendemos que el verdadero enemigo en la próxima elección es la dispersión del otro. Si la oposición va dispersa el ganador probable es el MAS (Movimiento Al Socialismo, oficialista), ante el anuncio del presidente Evo Morales de su intención de buscar una segunda reelección por más inconstitucional que sea", afirmó.

    La oposición boliviana que, en líneas generales, reúne a los expresidentes Gonzalo Sánchez de Lozada (liberal, 1993-97 y 2002-03) y Jorge Quiroga (conservador, 2001-02), al gobernador del departamento de Santa Cruz, Rubén Costas, y, de refilón, a los dimisionarios ex gobernadores de Beni, Ernesto Suárez, y de Tarija, Mario Cossio, este último refugiado en Paraguay, acusado en Bolivia por corrupción, busca, a contrapelo de la tradición política boliviana del cacicazgo, un frente único para derrotar en las urnas a Morales.

    En el lote de Suárez y Cossio puede consignarse al ex prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, detenido en una cárcel de La Paz y procesado por la matanza de indios amazónicos en 2008.

    Después de Morales en 2002, en Bolivia no ha surgido un nuevo líder político.

    Según el politólogo Róger Cortez, el sucesor de Morales no tiene aún 36 años.

    Navarro advirtió que más de dos candidatos que en las elecciones de 2014 adversen a Morales, que en 2005 obtuvo 54% de los votos y, cuatro años más tarde 62% del apoyo del electorado boliviano, constituirá un hándicap para el mandatario indígena de izquierdas.

    "La única manera de derrotar al enemigo es concertando una candidatura de unidad entre los opositores. Así tendremos absoluta certeza de que se le puede ganar al MAS, no dispersos como fue en elecciones anteriores", advirtió.

    Sin bajarse de la locomotora de la tradición de la política criolla, el también minoritario Movimiento Sin Miedo (MSM), del ex alcalde de La Paz, Juan del Granado, discrepa de la CN y la UN.

    "El país no necesita juntuchas (uniones) que enfrenten  temas electorales cuando lo que requiere el país es un nuevo programa, es una nueva propuesta solida, vigorosa, de transformación que retome esta bandera de transformación que con mucha expectativa hemos iniciado los bolivianos el 2006, hemos confiado en esa conducción el 2009 y que fue traicionada y abandonada  y hay frustración colectiva", afirmó el diputado del MSM, Fabián Yasick.

    Según analistas locales, la campaña para las elecciones bolivianas de 2014 tiene ya en funcionamiento varios motores, entre otros Costas, Del Granado y Doria Medina.

   Los dos primeros figuran en los sondeos de opinión política.

    Con aspiraciones presidenciales, incluso ha despuntado el líder de la Confederación de los Pueblos del Oriente Boliviano (Cidob), Adolfo Chávez, que galvaniza protestas contra la decisión de Morales de construir una carretera entre el centro subandino y nordeste amazónico de Bolivia, que toca una reserva natural.

    En el imaginario político electoral, por lo general febril, los expresidentes Carlos Mesa (2003-05) y Jaime Paz Zamora (1989-93) y el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993-97), se encuentran también en liza.

    Con presencia en las encuestas, Costas, el más férreo opositor a Morales, ha sido meridianamente claro para rubricar su potencial candidatura en las elecciones de 2014, como también para descartar un frente único.

    Una candidatura única equivale a "dar carne a la hiena", describió Costas a media semana en la ciudad de Trinidad.

    El pensamiento de Del Granado, por vía de Yasick, y de Costas, es compartido por el diputado por Tarija, Willman Cardozo que, sujeto al dogma de la política criolla en que es mejor ser cabeza de ratón que cola de león, considera suicidio electoral a la candidatura única.

    "Sería hacerle un favor tremendo al Gobierno y al MAS ir con una sola opción política, yo creo que mínimamente deberían haber dos opciones políticas al margen del MAS", afirmó.

    Cardozo, político veterano pese a su juventud y diputado los últimos 3 períodos constitucionales, estima las posibilidades de Del Granado y, de un plumazo, desestima las de Doria Medina y de Costas, por desgaste del primero y por una exacerbada localía del segundo.

   "Tiene que hacer más acciones Juan del Granado, yo le recomiendo que debe de abrirse un poco más, no considerarse  virginal político a estas alturas del siglo XXI", barajó la candidatura del líder del MSM y ex aliado político de Morales entre 2006 y 2010.

    Mientras que "Doria Medina consideramos que debería analizar profundamente; ya ha participado en dos, tres procesos electorales, si realmente hay la musculatura suficiente para que él pueda ser un líder en el país", apuntó.

    Sobre Costas, "no sale de Santa Cruz, él sabe que está enclaustrado como Bolivia a la salida al Océano Pacífico", agregó al tiempo de sentenciar que "no veo otra gente" para disputar la Presidencia a Morales.

    Por su parte el diputado Antonio Molina, del MAS, encuentra en el dilema de la oposición boliviana una "debilidad evidente".

    "Si ellos piensan que no deberían ir solos a hacer confrontación al Presidente es porque hay debilidad y, seguramente, lo único que fortalecerá a ellos es reunirse para hacer frente al gran liderazgo del Presidente, todos los partidos rezagados y partidos", afirmó.

    Otra de las incertidumbres de la oposición boliviana, que controla menos de un tercio de la Asamblea Legislativa Plurinacional, pasa por la eventual elección de un candidato único en un esquema de primarias, émulo del que en Venezuela fructificó con la elección de Henrique Capriles Radonski, que en octubre disputará el Palacio de Miraflores al presidente Huzo Chávez.

    "Hay una desubicación de alguna gente, porque creen que se pueden replicar experiencias de otros países, pensando que Venezuela es muy parecida a Bolivia por la configuración de un proyecto hegemonista como el de (Hugo) Chávez (que busca la reelección en los comicios de octubre venidero), muy parecido al presidente Evo Morales, pero definitivamente las circunstancias son muy distintas, han aportado en una primaria entre partidos de oposición para procurar una sola candidatura, pero eso no se va a repetir en Bolivia", afirmó Yasick.

   Contrario a este punto es el formulado por Navarro, opuesto en rotundo a la elección de un candidato contendor de Morales entre pocos y gallos y media noche, sin consensos y lejos de las urnas.

    "Nosotros hemos fijado una posición muy clara respecto a eso y creemos que el próximo candidato de un proyecto de unidad  no debe ser reelegido entre cuatro paredes o personas. Tenemos que consultar al electorado a la ciudadanía y la decisión, por ejemplo, se la puede canalizar a través de una elección primaria que creemos que es una, no la única, de las alternativas para que la oposición pueda elegir a sus candidatos", explicó.

    A 2 años y 7 meses de fenecer la segunda administración Morales, primera en el esquema de la Constitución vigente, votada en las urnas a principios de 2009, el MSM y la UN denuncian de contrario a la carta política boliviana la postulación del mandatario indígena a un nuevo mandato, por lo que Yasick anticipa una batalla política preelectoral en el país andino amazónico.

    "Todavía está en duda constitucional, si se puede habilitar o no (Morales a la reelección), a nuestro juicio es obvio que para eso tendría que modificar la Constitución y hacer aprobar en referéndum ese cambio, si quiere nuevamente postularse" a la Presidencia, sostuvo.

    Las elecciones bolivianas están anotadas para el 18n de diciembre de 2014.
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