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Política
LA PAZ - ABI - Cambio
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, indicó que en Bolivia las ONG que operan en la amazonia boliviana son los principales actores que se resisten al proceso de cambio bajo una “política imperial ambiental” que aplican en el país.
En una entrevista con medios estatales, Quintana explicó que las oenegés establecieron en los últimos 15 años en los departamentos amazónicos de Beni y Pando una estrategia de control político con el afán de internacionalizar la amazonia y con el objetivo de dominar políticamente a pueblos indígenas, comunidades y organizaciones sociales.
“Hoy impera una política ambiental de corte imperial que hace que las ONG sean los eslabones de la economía de las grandes empresas transnacionales”, aseguró
Además, recordó que la masacre de Porvenir, en el departamento de Pando, es la síntesis de la resistencia más estructurada del caciquismo político más violento a la presencia del Estado.
“Mientras la Gobernación de Pando estaba ocupada en el saqueo de los recursos económicos del Tesoro General de la Nación (TGN), las ONG hacían política de asistencialismo social para frenar la resistencia social de las organizaciones sociales”, añadió la autoridad.
Reveló que las oenegés medioambientalistas son financiadas por grandes potencias, tales como la British Petroleum y American Energy, ambas empresas dedicadas a la exploración y producción de petróleo y gas natural que operan en el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, en el norte del departamento de Santa Cruz.
“Resulta que las grandes empresas transnacionales que depredan el medioambiente terminan financiando a las oenegés para que conserven nuestros bosques”, ironizó.
Aseveró que “buena parte” de los fondos de Usaid proviene de las grandes empresas transnacionales vinculadas a la explotación de recursos naturales, como el petróleo y la producción de energía, además de la producción de armas.
“Ésa es la política por eso hay que preguntarles a las oenegés en Bolivia ¿quiénes realmente les financian?, les financian los gobiernos europeos y Usaid. Detrás de cada ONG medioambiental hay una gotita de sangre y hay humo que sale de los cañones de los fusiles que hoy están en Afganistán, Irak y en Libia”, afirmó Quintana.
En este contexto, dijo que las ONG que se resisten obedecen a los patrones internacionales, y que en nombre del ambientalismo imperial pretenden preservar en Bolivia y en el resto de América Latina “enclaves naturales” para una posterior explotación.
