Por Fortunato Esquivel
Mucha
credibilidad en la prensa boliviana, cayó esta semana, tras los
comentarios del ex ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana,
quien relacionó a la patronal Asociación Nacional de la Prensa (ANP) con
la The National Endowment for Democracy (NED) de Estados Unidos.
Esta
organización, suele entregar “desinteresadas” contribuciones a
sindicatos obreros, periodistas, dirigentes políticos y en éste caso, al
aparato comunicacional más poderoso de Bolivia, como es el de los
dueños de periódicos, cuya influencia es grande. Estos regalitos, suelen
recibir como retribución, la defensa de los intereses norteamericanos.
Los
montos entregados a la ANP no son conocidos en su integridad, pero
según Quintana por lo menos hasta el año 2010, totalizan 128.978
dólares, que su presidente reconoció y dijo están destinados a defender
la libertad de expresión y la capacitación de periodistas, pero no detalló lugares ni número de especializados.
El
organismo patronal, descubierto en su relación con el imperio vio
mellada su pretendida neutralidad e imparcialidad. La opinión pública,
tiene hoy una visión más certera de los mensajes que se escriben en los
periódicos. Pero, la NED no actúa sola. Tiene otras dos hermanas que
ayudan en los permanentes planes para desestabilizar gobiernos opuestos a
las intenciones de dominación de Estados Unidos.
Esas
organizaciones son la National Democratic Institute (NDI) y la Human
Rights Foundación (RHF), cuyos tentáculos actúan solapadamente en los
países latinoamericanos y específicamente en Bolivia, donde su principal
objetivo es derrocar al gobierno de indígenas que pretende estructurar
cambios, que no son del agrado norteamericano.
En
esta ocasión nos ocuparemos exclusivamente del NDI, siglas en inglés
que corresponden al Instituto Nacional para la Democracia, otro de los
tentáculos de la CIA, cuya fachada pretende presentarla como Ong que
lucha por los derechos humanos, la libertad de expresión y la justicia
mundial.
El
Instituto Nacional para la Democracia, fue creada a través de The
National Endowment for Democracy (NED) con financiamiento del Congreso y
el Departamento de Estado de Estados Unidos. Los recursos le llegan a
través de la propia NED y USAID. Este instituto es el más
intervencionista y egoísta de las ong’s estadounidenses.
Su
especialidad es la formación y promoción de partidos políticos,
sirvientes a los intereses norteamericanos. Cuenta con expertos en la
intervención electoral, quienes promueven, financian y asesoran estos
procesos favoreciendo a los candidatos amigos de Estados Unidos. Son
creativos para inventar siglas fáciles de impactar en la mente de los
electores. Por ejemplo en Venezuela crearon la sigla Súmate y en otros
países Podemos, Verdes, etc.
El
NDI estuvo muy activo construyendo movimientos de oposición a los
gobiernos que se declaran contrarios a Estados Unidos. Apoya acciones
desestabilizadoras como las que intentaron derrocar al gobierno
venezolano en 2002, campañas de agresión y subversión permanentes contra
Cuba y otros.
En
Bolivia el NDI, financia a partidos opositores a Evo Morales. Los
movimientos separatistas y violentos que se produjeron en el oriente,
particularmente Santa Cruz (2008), fueron promocionados por este
instituto. Por esos años, varios convenios entre el NDI, la Cámara de
Comercio y el Comité Pro-Santa Cruz, promocionaron estatutos autonómicos
para ayudar a desarrollar una plataforma política para el nuevo
gobierno autónomo, cuyas características apuntaban a la “independencia”.
El
resultado de ese “trabajo” fue el referéndum del 4 de mayo, que el
gobierno calificó de ilegal. El estatuto autonómico nunca fue aplicado y
por el contrario fue desconocido y sus promotores procesados por
utilizar dineros estatales sin autorización.
El
modelo separatista que promocionó el NDI, fue el mismo empleado en
Yugoslavia, donde se logró dividir ese país en siete estados
independientes, pero débiles y fáciles de ser dominados. Los
separatistas, fallaron en la creación de la República de Santa Cruz.
Este
siniestro instituto está actuando sin descanso en la desestabilización
del gobierno de los indígenas. No es imprevisible que hayan decidido
tomar la opción del “indigenismo de derecha” financiando sus marchas
ecologistas. No es raro que estén detrás de los conflictos limítrofes,
marchas de tullidos, bloqueos citadinos de colectiveros o del
derrocamiento del alcalde de Yapacaní.
Es
de esperar que no sea tarde para expulsar estas ong’s norteamericanas y
a su madre Usaid. El gobierno lo anunció hace varios meses, pero no se
cumplió. Ojalá no se arrepienta de tomar una decisión así, cuando ya sea
tarde.
///// SCZ 16/01/12
Tomado de: ForoBolivia
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