Bolivia y Chile lograron avances en las 
negociaciones en la Aladi para garantizar el libre tránsito de carga y 
la posibilidad de mantener abiertos los controles fronterizos las 24 
horas del día. Además, proyectan la anulación de los cupos de 
exportación. 
El vicecanciller Juan Carlos Alurralde 
presidió la comisión boliviana que sostuvo ayer una reunión con sus 
pares chilenos en Montevideo, Uruguay, sede de la Asociación 
Latinoamericana de Integración (Aladi), instancia que instruyó la 
negociación bilateral para resolver la denuncia nacional de trabas al 
libre tránsito e incumplimiento del Tratado de 1904.
El subsecretario chileno de Relaciones Exteriores, Edgardo Riveros, 
informó que las delegaciones hablaron de la posibilidad de ampliar los 
controles fronterizos las 24 horas, como un mecanismo para agilizar el 
tránsito de carga.
“Se va a ver de qué manera podemos
 implementar controles de 24 horas, porque hay muchos desafíos de 
infraestructura, de personal y de una serie de elementos que hay que 
considerar, pero hay voluntad para ello”, explicó la autoridad a la 
agencia EFE.
“Que la frontera se abra 24 horas es una
 gran victoria para nosotros”, expresó Alurralde tras el encuentro, el 
segundo de este tipo. El primero fue en febrero, pero no concluyó con la
 firma de ningún acta, debido a que la delegación chilena demoró en el 
borrador de documento, según el vicecanciller boliviano. A diferencia 
del primer encuentro de febrero, esta vez las representaciones de los 
dos países firmaron un acta de la reunión.
El 
gobierno de Evo Morales denunció a Chile ante la Aladi por las 
restricciones al comercio, que implican el incumplimiento del Tratado de
 1904 en lo relativo al libre comercio. La administración de Michelle 
Bachelet asumió acciones que endurecieron el control al comercio bajo el
 amparo del Acuerdo sobre Transporte Internacional Terrestre (ATIT).
DEMANDAS
Ahora, Bolivia exige levantar la aplicación de formularios 
unilaterales de controles fito-agropecuarios en tránsito; la 
obligatoriedad de tener representantes legales en Chile por parte de 
empresas importadoras y exportadoras; la restricción al ingreso de 
vehículos con 20 años de antigüedad; y la exigencia de pedir permisos 
ocasionales y complementarios de transporte internacional terrestre.
Además, demanda detener la verificación de mercancías en carreteras y 
anular la exigencia de una carta porte (escrito en el que constan las 
mercancías que se transportan vía terrestre).
Otro 
avance es la extinción de cupos que limitaban el transporte de carga 
boliviana en las carreteras chilenas a una determinada cantidad. “Ningún
 país puede intervenir en nuestro comercio internacional y limitar 
nuestra carga”, explicó Alurralde, y añadió: “Si se hacen inspecciones, 
que no se detenga el flujo de la carretera”.