El jefe de bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Cámara Alta, Eugenio Rojas, dijo que una investigación plantea la necesidad de una ley de oenegés
Al menos el 80 por ciento de las más de 2.000 mil organizaciones no gubernamentales (ONG), entre nacionales y extranjeras que operan en el país, es ilegal e incumple con su labor y las jurisdicciones territoriales en las que fue autorizado para trabajar, denunció ayer el senador Eugenio Rojas (MAS).
Según el asambleísta, el dato es resultado de la recopilación de información acerca de la situación de las ONG en Bolivia, realizada por la comisión de diputados y senadores de la Cancillería, Ministerio de Planificación, gobernaciones y municipios del país.
“Casi el 80 por ciento de las ONG funciona ilegalmente, no cuenta con registros en los ministerios de Relaciones Exteriores y Planificación”, dijo el también jefe de Bancada del MAS en la Cámara Alta.
Según Rojas, este 80% de las más de 2.000 ONG ilegales, opera con autorizaciones vencidas y sólo algunas renovaron sus permisos de funcionamiento en las instancias competentes.
Aclaró que estos datos son parciales porque algunas gobernaciones y municipios que dan autorizaciones a las ONG nacionales no coadyuvaron en la tarea de recopilar información.
“Estamos verificando esa cantidad a partir de los registros y autorizaciones (…) Algunas gobernaciones no ayudan”, reclamó. Rojas atribuye esa situación caótica de las ONG en Bolivia a la ausencia de una norma específica, lo que impide el control de su funcionamiento y la autenticidad de su trabajo.
“No rinden cuentas de su economía o financiamiento externo que reciben. No hay control del Estado, y si presentan informes no son evaluados, eso nos hace pensar que hay que hacer una ley”, apuntó.
Denunció que muchas de estas entidades no respetan los alcances de las autorizaciones que obtuvieron, es decir, “cambian de sector y no respetan la jurisdicción territorial en la que deben trabajar, se ubican donde mejor les parezca”.
Otros fines
Para el asambleísta, y en concordancia con el presidente Evo Morales, estas organizaciones, lejos de favorecer a intereses nacionales y la lucha contra la pobreza, responden a intereses económicos y políticos externos y de grupo.
“En todo este tiempo trabajaron en aspectos relacionados con los recursos naturales, bosques, tierras indígenas, desde ahí buscan influir políticamente y beneficiarse”, dijo. Además señaló a Usaid (Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos) de comandar esas acciones.
Añadió que no sólo usurpan funciones del Estado e imponen políticas, sino que actúan al margen de los planes gubernamentales.
Incluso acusó a las ONG de no apoyar las Metas del Milenio de la ONU, como la reducción de la pobreza, la mortalidad materno infantil y otros.
Señaló que se elabora un proyecto de ley a partir de la información recogida y la que se entregará a la sociedad para su consideración.
Subrayó que antes de plasmar un anteproyecto de ley de ONG se recogerán los criterios de los sectores involucrados en coordinación con el Ejecutivo.
DATOS
• El fin de semana, el presidente Evo Morales acusó a Estados Unidos de una incesante conspiración contra el Gobierno a través de ONG controladas y financiadas por ese país.
• El senador Eugenio Rojas dijo que la investigación de una comisión de la Asamblea estableció que en el país operan al menos 2.000 oenegés, la mayoría ilegales.
Usaid financia a la mayoría de las oenegés
La mayoría de las ONG que trabajan en el país en diversos sectores, sobre todo en medio ambiente, es financiada por Estados Unidos a través de Usaid, afirmó el senador Eugenio Rojas (MAS).
“Usaid poco opera en el país, pero financia a través de oenegés pequeñas”, dijo.
Explicó que en muchos casos la supuesta ayuda a Bolivia de Usaid llega de manera indirecta a través de otras ONG.
Estas organizaciones vienen con condiciones a Bolivia, que no es para ayudar a los pobres, sino con fines políticos destinados a perjudicar al Gobierno y al proceso de cambio, sostuvo Rojas.
La senadora Rhina Aguirre (MAS) enfatizó que las ONG, de la mano de Usaid, son un instrumento de “penetración ideológica del imperialismo”.